Capítulo 27

3K 95 10
                                    

-"Así es. No me arrepiento de nada que haya pasado en mi vida, de ninguna de las decisiones que he tomado".- Puso su mano en mi cara. -"No me arrepiento de lo que ha pasado entre nosotros. Quiero que lo sepas".- Sus dedos se deslizaron por mi hombro, hasta mi brazo. Cogió mi mano, colocando su palma contra la mía.

Seguí sus ojos hasta nuestras manos y observé cómo lentamente entrelazaba nuestros dedos. -"Je ne regrette rien. No me arrepiento de nada de esto, _____".-  Llevó nuestras manos hasta su boca y plantó un beso en el reverso de la mía. 

¿Cómo algo tan casto como un beso en la mano podía llegar a ser tan íntimo?

No pude reprimir el suave gemido que escapó de mi boca y se rió lentamente, plantando otro beso. -"Me encanta el efecto que esto hace en ti".- Yo simplemente asentí. -"______, ¿has estado en París?"- 

-"No".- Respondí, sacudiendo la cabeza. 

-"¿Te gustaría ir?"- 

-"Claro. Si se presenta la oportunidad, me encantaría".- Asintió, pero no dijo nada más al respecto. Continuamos hablando durante horas, tomando algún descanso para cenar y mirar otra película. 

En algún momento me quedé dormida, y me desperté por el sonido de la alarma. Lo alcancé y lo apagué, dándome cuenta de lo oscura que se había vuelto la habitación. 

Vi que estaba dormido a mi lado, y un dolor punzante se  puso en mi pecho al darme cuenta de que había llegado la hora.

No podía creer que mientras hablamos durante todas esas horas, no pensaba en volver a casa alguna vez. Ahora sentía que el pánico me invadía. 

Me levanté de la cama y me metí en el baño, echándome agua fría en la cara. Ya no podía esconderme de la realidad. Era inevitable. 

Encendí algunas luces, y lentamente me acerqué a la cama para despertarlo. Se estiró un poco y abrió los ojos. Me miró confuso, sabiendo que la realidad también lo había golpeado. 

-"¿Es la hora?"- Me preguntó. Sólo pude responder asintiendo. Se sentó estirando las piernas, pasando sus manos por su pelo.

-"Voy a darme una ducha, y a prepararme".- Mi voz estaba vacía, sin vida; sonando extraña incluso para mí. El ambiente era pesado y sofocante. 

-"Yo iré a mi habitación y haré  lo mismo".-

Me di la vuelta y volví al baño, cerrando la puerta. Cerré los ojos y apoyé la frente en las frías baldosas, escuchando como se levanta para vestirse y se acercaba al baño. 

Escuché algo acariciar desde el otro lado, y no pude imaginar que estaba poniendo su mano en la puerta que nos separaba. Escuché cómo suspiraba y daba un paso atrás. Escuché el click de la  puerta y cerró la puerta.

El silencio que me rodeaba era definido y me di cuenta de que estaba sola. Era incapaz de reprimir el llanto que se acumulaba en mi garganta mientras mis rodillas caían al suelo. 

Las lágrimas corrían por mis mejillas al darme cuenta de que el hombre al que amaba acababa de irse. 

Intenté alejarlo de mí. Intenté recordarme a mí misma de que no sería mío, pero no funcionó. 

En algún punto, le había dado mi corazón y sabía que ahora no podría recuperarlo.

Todavía entumecida por el dolor, comenzaron a pararse imágenes por mi mente. Sobre todo, su sonrisa en el aeropuerto. Su voz, cuando me dijo que me deseaba. Lo precioso que era verlo encima de mí. Su risa, y como jugaba para provocarme. 

Un último recuerdo estaba por encima de todos los demás, algo trivial que cualquier otra persona no le vería el sentido. Cerrando los ojos, dejé que la imagen de una habitación a oscuras me llenara la mente.

Dejé que su voz, diciendo mi nombre, me invadiera, recordando como susurraba contra mi piel, mientras me abrazaba en la cama. 

Escuché un golpe en la puerta, y me puse de pie, alisando mi falda antes de salir. 

Tomé aire, abrí y allí  estaba en el pasillo, tan perfecto como siempre en un maravilloso traje oscuro con corbata. Su pelo estaba desordenando y claramente se había olvidado de afeitarse. Sus ojos se encontraron con los míos, y estrechó la mirada al ver mi apariencia, dándose cuenta de que algo iba mal. 

Me aparté para que pasara, y cuando su cuerpo rozó el mío, sin pensarlo, lo empujé contra la pared y retorcí su corbata en mi mano, atrayéndolo a mí. Mis labios encontraron los suyos y se congeló, sorprendido por mi reacción. Mi otra mano subió por su pecho y se aferró al pelo de su nuca. Su cuerpo comenzó a relajarse y cuando mi lengua alcanzó la suya, gruñí. 

En lo profundo de mi mente, sabía que estaba siendo manipuladora. Esto era algo desesperado para mantenerlo aquí conmigo. Incluso con la vergüenza ardiendo en mi interior, era capaz de parar. 

Choqué mis caderas contra las suyas, sintiendo un escalofrío al notar su entrepierna dura contra mi estómago. Mis manos se movieron hasta su cinturón, acercándolo justo donde lo necesitaba.

-"Cariño".- Dijo gimiendo; casi sin aliento, apartando su boca de  la mía. -"Cariño, no tenemos tiempo para esto".-

-"Me importa una mierda. Te deseo".- Soltó un taco y enredó su mano en mi pelo, volviendo a poner su boca en la mía bruscamente. -"Oh dios, Harry. Te necesito".- Rodeé su cintura con mi pierna. Su mano bajó por mi cuello hasta agarrar mi pecho con fuerza, haciendo que jadeara. Nos movimos por la sala hasta que sentí mi espalda contra la pared. Cogí su mano y la moví hasta su muslo. -"Dime que me deseas".-

Apartó sus labios de los míos y me miró, dejando su mano sobre mi muslo, agarrándolo y elevándolo hasta su cadera. 

-"No tienes ni idea de lo mucho que te deseo, cariño".- Se apretó más a mí mientras sus dedos jugueteaban con mi liguero. Ladeó mi cabeza, dejando mi cuello al alcance de sus hambrientos besos. 

-"Hazme el amor, Harry. Por favor".- Sentí cómo gruñir contra mi cuello, y jadeé cuando sentí sus dientes clavarse ligeramente en mi piel. Sus dedos subían y bajaban por mi muslo hasta mis bragas. 

No pude evitar gemir cuando sentí cómo agarraba la delicada tela con sus dedos. -"Solo una vez más, por favor".- Su cuerpo se tensó, y de repente me preocupé por el salvaje palpitar de mi corazón, contra mi pecho.

Apartó la cabeza de mi cuello, y me miró. -"¿Qué?"- Susurré sin aliento. -"No pares".- Me incliné hacia delante y choqué mis labios contra los suyos, sólo para apretarme más a él. 

-"_____, para".- Dijo suavemente. Sentí cómo  dejaba de apretar mis bragas, deslizando su mano por mi pierna, separándose de mí. -"Cariño, ¿qué estás haciendo?"- Miré hacia abajo, sin querer encontrarme con sus preciosos ojos. 

-"No sé de qué estás hablando".- Incluso para mí, esas palabras sonaron mentira. Puso sus manos a ambos lados de mi cara, obligándome a mirarlo a los ojos.

-"Escúchame, ______. Quiero de ti algo más que esto. Y cuando subamos a ese avión, todo lo que hemos tenido aquí vendrá con nosotros. Te lo prometo".- Mis ojos buscaron su cara y sólo vi sinceridad. -"¿Me crees? Je suis à toi. Yo, soy tuyo".- Quería creerle, más que nada en el mundo. 

-"Sí".- Respondí. Apoyó su frente contra la mía y cerré los ojos.

-"Te lo prometo, _____".-   

-"Y yo soy tuya".-

Esbozó la sonrisa más bonita que había visto y me besó en los labios. Mi corazón gritaba por decirle que lo quería, pero mi cabeza no me dejó. ¿Era esto todo lo que podía tener con él? Mientras pensaba en eso, me di cuenta de que si esto era todo lo que podía darme, estaría encantada de aceptarlo.

Se apartó de mí y arregló mi vestido antes de arreglar su traje. 

-"¿Estás lista?"- Asentí y sentí sus dedos acariciar mi mano antes de cogerla. -"El botones va a subir por nuestras maletas".- Dijo. 

Asentí otra vez mientras nos dirigíamos a la puerta. Tomé aire profundamente, preparándome para lo que nos esperaba. Apretó mi mano cuando abrió la puerta, y la llevó hasta su boca, besándola suavemente. 

-"Je suis à toi".- Dijo una vez más, y ahora lo entendí. Lo seguí hasta la entrada principal, y entonces su mano dejó la mía. 

Sex En La Oficina (Harry Styles) *hot*Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ