Encuentrame (Hiccup y tú)

95. Ash Fogelberg.

Aún adormilado, no sabía con exactitud qué estaba sucediendo.

Había llegado a Gloom apenas anoche y justo ahora me encontraba en la Sala del Consejo, escuchando una gran cantidad de gritos alegres y furiosos.

—¡Terminó Ayler! ¡Él ya está bien! —Decía Hiccup.

—Él es un idiota —respondía mi tío, Ayler, justo a lado mío.

—Mira quién habla —atacaba _________.

Y, sorpresivamente, Brutilda también me defendía.

—No seas más estúpido Ayler, ¿tienes un sistema contra incendios? Porque los dragones esperan afuera.

Mis ojos se abrieron de inmediato. Axe no podía estar aquí... No con todas esas trampas... Simplemente no.

—Ellos están a salvo —susurró _________ a mi lado —. Gloom ya es libre de trampas.

Sonreí y, por fin despierto, me atreví a hablar.

—Gracias por todo Hiccup, en serio estoy en deuda contigo.

—Bah, no agradezcas. En realidad, también lo hice para joder a Ayler.

Toda la Sala rio cuando Hiccup le guiño un ojo a mi tío. No sabía qué me había perdido. Según lo que recordaba, Hiccup no hacía ese tipo de gestos burlones. Sin embargo, lo dejé pasar.

—Bueno, supongo que es hora de ir a casa —dijo Brutacio.

—Concuerdo —apoyó Ayerbe.

Pero mi tío no estaba de acuerdo.

—¿Ya se van? ¡No pueden dejar a Ash a cargo! ¡Es un niño!

—Y tú eres un idiota —respondí —. Nadie te está obligando a quedarte.

Sus protestas se callaron y se quedó quieto en su sitio, esperando que alguien más hablara.

—Berk te apoya —habló Hiccup —. Ahora, nuestros pueblos tienen una alianza.

Sonreí —. ¿Ya te vas a casar con mi prima?

Ambos enrojecieron y los gemelos estallanron en risas.

—Ileria también está de tu lado —dijo Ayerbe, para calmar a todos.

—Gracias —dije —, pero Hiccup, en serio espero esa boda.

Le hice un rápido giño y _________ me dió un fuerte golpe en la pierna.

—No lo presiones —susurró.

Rodé los ojos y hablé de nuevo, firmando casi mi sentencia de muerte:

—¡Quiero ser tío!