Especial 5k. Sentimientos.

3K 173 14
                                    

(Continuación del anterior especial)

Narrador Omnisciente:

Habían pasado varias semanas desde todo. A pesar de todo, era notable la tensión entre ambos. Todoroki visitaba con frecuencia el bosque, pero la ninfa no salía de él a buscarle, no se arriesgaría a morir. Además de eso, la tensión crecía debido a que el bicolor no se atrevía a confesar nada. Siquiera la decía lo que ocurrió cuando al parecer estaba inconsciente. Pero aún sin el valor de confesar nada, deseaba hacerlo y volver a besar sus labios, está vez siendo correspondido.

Su padre había dejado por completo el tema, si bien era sabido que la ninfa no era precisamente de su agrado. Pero no podía hacer nada. Varias veces había intentado en esas semanas que Shoto se enamorarse de las princesas de otros reinos, pero siempre era frío y distante. En varias ocasiones incluso grosero.

Todo lo contrario de lo que intentaba ser con la joven ninfa. Ella notaba su atención, la gustaba pero... a la vez la molestaba. Había algo de todo eso que la molestaba mucho, aún si el heterocromático era dulce y atento. Incluso si su corazón se aceleraba cuando se acercaban y se sonrojaba. Era como si cada vez que le viera al mismo tiempo que sentía alegría por verle, le clavaran un puñal en el pecho. La mataba. Eso era otro motivo por el que no salía. El bosque la mantenía viva y oculta. La relajaba. La escuchaba. La entendía. Desde que perdió a sus padres desde pequeña, siempre han sido cosas pequeñas las que mantenían su corazón vivo. Y también otras más grandes. Tenía varias amistades, ya que su bosque ocupaba gran parte del reino y separaba de alguna manera dos partes peligrosas entre si. Y tenía amistades en ambos lados. Eso la mantenía viva, saber que alguien la escuchaba, incluso si sabiéndolo no se daba ese capricho de llorar sobre un hombro y pedir consejo. Porque en cierto modo, el bosque mismo la tendía tantos hombros como árboles había para llorar. La daba silenciosos consejos que sacaba ella misma.

Sin embargo, algo malo ocurría para todos. Pronto, llegó un una noche de niebla a todo el reino. Pero no era normal. No. El bosque había protegido completamente a la ninfa, la cual intuyo que lo debía estar junto a la niebla y rápidamente se escondió. Efectivamente, al estar escondida, aquella horrible niebla no la afectó. Pero sí al resto. Todos se volvieron muy agresivos.
Los Cazadores de Dragones comenzaron a atacar a todos. Todoroki dejo de visitarla. Los pueblerinos eran hostiles. El guerrero peli-verde tan querido, inocente y adorable, era brusco, agresivo y mezquino. Pero no ella. Observo detenidamente a todos los que pudo. Incluso se acercó al pueblo cerca del castillo para buscar a Shoto e informarle. Todos la miraban mal. Era la única que no hacía eso. Que no provocaba ni respondía a estas. Era la única... que mantenía su buen corazón.

Caminando, observó como siquiera el príncipe se salvó. Robaba a todos, pobres y ricos. Ahora mismo, la ninfa observaba a su amigo robar a unos pobres a los que sólo les quedaban un par de monedas. A pesar de ser hostiles, todavía mantenían la cordura.

-Dije me me lo dierais ya, ¿o a caso preferís morir?- ordenó, apuntándoles con su afilada espada.

-Es el último maldito recurso que nos queda, príncipe de pacotilla. No te lo daremos, tienes dinero de sobre el tu estúpido castillo.- escupió un chico no más mayor que él. Shoto blandió su espada dispuesto a matarle en ese instante. Por puro instinto, la ninfa se colocó frente a ellos, dispuesta a defenderlos. El bicolor, sorprendido, bajó la espada. Pero estaba claramente molesto. Sus ojos eran de colores mate. Seguía la heterocromatía, pero no había brillo en esos ojos. Lo único por lo que bajó la espada fue porque algo le impedía lastimarla en ese momento.

- Déjalos- ordenó la joven. El príncipe se marchó claramente molesto. Ella a cambio de defenderlos, recibió varios insultos y empujones. Volvió a su bosque, con una sensación que conocía en el pecho. Tristeza. Plena y dolorosa tristeza. No sabía cómo volver nada a la normalidad. Pero no todo estaba perdido. Esa tarde volvería de un viaje la brujita morena a la que tanto necesitaba. Ella la ayudaría. Efectivamente, no estaba hechizada. En aquella tarde idearon un plan para volver todo a la normalidad. Era necesario. Los Cazadores de Dragones habían quemado varios árboles de la frontera. Y había problemas.

Decidieron hacerlo todo y arreglar el reino rápido, y iban a buscar materiales en el menor tiempo posible. La ninfa iba a encontrarse con la bruja, cuando detectó visita. Todoroki. Se acercó a él, viendo como la sonreía ladinamente.

- ¿Qué quieres Shoto?- preguntó directa. Sabía que no servía de nada ser amable. Él se acercó más a ella y la agarró de las muñecas, acercándola.

- Varias cosas. De primero, a ti. De segundo... bueno, lo de ayer no se quedará así, linda. Pero podemos arreglar las dos cosas a la vez.- respondió meloso. Aquello no la gustaba a ella.

-¿A... a qué te refieres?- preguntó nerviosa, provocando una sonrisa maléfica en el rostro de su amigo, seguido de unas carcajadas divertidas.

- Ay mi linda e inocente (T/N)... podría pasármelo tan bien contigo...

-... al fin y al cabo sólo soy un juguete...- susurró ella, bajando la cabeza. Él la miró levemente confundido. - Después de todo... después de años sin venir, sin siquiera acercarte, para luego besarme. No lo entiendo. Nunca lo haré. No dijiste nada, sin embargo, me besaste ese día. ¿ Por qué Shoto? Juegas con mis sentimientos sin importarte... ¿ no te preguntabas como me sentía después de que tras años sin verte casi me matases y luego me besaras? Y luego vienes como si nada, como si lo hubiera ocurrido, como si no hubieran pasado esos años... ¿Por qué?- dijo. Necesitaba preguntárselo, incluso si era a su versión malvada. Pero ocurrió algo que la sorprendió. Al mirarle a los ojos, ya lo eran mates, ya lo eran sólidos... ahora brillaban. Y estaban cristalinos.

- Tú... ¿de verdad te sentías así? Siento si te lastimé ahora... es como si acabara de tomar el control de mis actos desde la niebla pero... esto es de antes. Yo... yo quería decírtelo. Me gustas... te amo. Deseo besarte pero... pensé que estabas inconsciente y... después de todo, no sentías lo mismo. Lo siento... estos años... no podía venir. Y me preguntaba todos los días qué harías. Qué estarías haciendo. Me dolía incluso el pensar que sonreirías por otra persona...- confesó el príncipe. Ella, con los ojos empañados, se acercó más, pero fue el bicolor el que dio el paso y la besó. Esta vez correspondido. Movían sus labios en sincronía, dulcemente, acariciando y dejando acariciar. Él soltó las muñecas de la joven, acercándola de la cintura. Ella pasó sus manos por su cabello bicolor, acariciándolo con ternura. Al separarse, se miraron a los ojos. No necesitaron palabras. Se fueron con Uraraka, la brujita, quien tras un examen al bicolor, afirmó que estaba todo bien. Aquellas palabras de la ninfa fueron un mazazo en el corazón del príncipe, librándole del hechizo.

Así los tres fabricaron la cura y la distribuyeron a todos. Por suerte, todo volvió a la normalidad tan rápido como cambió. Menos por un detalle. Aquella tensión desapareció por completo. Se transformó en amor. Amor correspondido. Un amor que ya deseaba desde hacía tiempo hacer presencia. Y nadie era capaz de separarlos. Nadie.

💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗

Hola!

Jo... muchas gracias por leer esto. Y yo que dudaba tener tanto apoyo... la verdad, no me esperaba esto. De todas formas, muchas gracias a todos por leer. Por votar. Por comentar. Simplemente por estar ahí.

Os adoro.

Además, os informo que ahora mismo estoy de vacaciones, y no tengo mi aparato mágico en el que suelo escribir, más cómodo, y escribo en otras partes. Y me frustra. Pero no voy a dejaros sin capítulos mientras pueda remediarlo.

Tampoco tengo mucho más que decir. Bueno, en realidad, os daría un abrazo a todas. Seguramente no os soltaría.

Bueno, creo que es todo. Creo. Pero como creo que si, me despido hasta el próximo capítulo que publique. 

OS ADORO😗😗😗😗❣

💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗💗

-Promesa- (Todoroki x Lectora) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora