Dos

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El Rey Park Namjoon.

Un hombre galán y de atractiva mirada; alto, esbelto y poseyendo atributos altamente fascinantes, su cabello rubio y piel bronceada le convertían en un hombre deseado por muchos.

El día de hoy vestía su traje más casual, como cualquier día ordinario dentro del castillo. Mientras no hubiera un evento sumamente importante en el reino, él andaría cómodo en su hogar sin ningún pantalón sofocándole la entrepierna. No, esta vez, usaba un pantalón y una camisa de seda color amarillo oscuro, con detalles plateados y dibujos representativos a su legado, bordados a mano por el torpe sastre de nombre Kim Taehyung, quien se esmeraban junto a su asistente Jeon Jungkook, en darle las mejores prendas hasta para ir a la azotea a recibir aire. Los dos eran tan perfeccionistas a pesar de ser bastantes bulliciosos e inquietos, pero al Rey Namjoon no le molestaba en lo más mínimo, al fin y al cabo, ambos no tenían remedio y eran los mejores utilizando la maquina de coser.

—¿Estabas hablando sola? —preguntó confundido mirando a todos lados, viendo si había alguien más en la cocina.

—Eh... No. Quiero decir sí —titubeó, apretó sus labios ante la expresión seria del hombre que tenía enfrente—. Practicaba mi acento británico.

El Rey Namjoon frunció el ceño y asintió, fingiendo que comprendía.

—Acento británico —repitió. La ama de llaves también asintió—. Está bien, solo... solo no hagas mucho ruido, suficiente tenemos con aquellos dos. Como sea, señora Lee, debo pedirte que por favor le diga a Hoseok que se apresure a llevarle el té medicinal a Jimin. El dolor en su pecho ha empeorado. Él se encuentra muy... muy... 

—Sí, lo sé —la ama de llaves sonrió compresiva cuando vio que su Rey no podía terminar la oración—. Son cosas de jóvenes, el tiempo decidirá qué pasa.

—A veces quisiera encontrar a ese muchacho y mandarlo a la horca por haberle roto el corazón a mi pequeño —escupió apretando sus puños. Sacudió su cabeza de mala gana y suspiró frustrado—. Estaré en mi habitación, ya sabes, cualquier inconveniente o mensaje importante, no dudes en pasármelo.

—Por supuesto, su majestad.

Mantuvo la mirada a sabiendas de que el Rey iba saliendo, pero se sobresaltó cuando le vio darse la vuelta.

—Ah, otra cosa, si recibes una carta del Rey Seokjin, por favor, corre a entregármela sin que nadie... —El estruendo de una olla cayendo al suelo, provocó que parara de hablar—. sepa. ¿Qué fue eso?

Ella tragó fuerte, ladeó la cabeza y se hizo la desentendida. Detrás de su espalda sostenía fuertemente al sapo usando las dos manos, sentía la piel áspera y dura entre sus dedos por lo que no pudo evitar hacer una expresión de disgusto.

—¿Qué cosa? 

—Ese ruido...

¡Croa!

—No entiendo a qué se refiere —dijo rápidamente.

—Señora Lee —advirtió el Rey cruzándose de brazos—. ¿Qué me estás escondiendo?

—No estoy escondiendo nada, su majestad —dijo tratando de demostrar seguridad, aunque no fue suficiente.

—¿No, dices? —el joven alzó una ceja—. Muéstrame tus manos entonces.

—¿Mis manos? —murmuró—. ¿Para qué debería enseñarle mis manos? 

—Porque parece que escondes algo, por favor, extiendelas —pidió el Rey amablemente.

Luego de una batalla de miradas pacíficas, la ama de llaves puso sus manos delante de sí para que el Rey Namjoon las mirara. 

—¿Lo ve? N-No tengo nada.

El Rey Namjoon se preocupó un poco, pues conocía a la señora Lee y ella no era de las mujeres que balbuceaba o se ponía nerviosa, era muy educada, dulce y no perdía su postura. Deseó preguntarle si estaba bien, pero pensó que lo mejor sería no entrometerse e ir a su habitación a dormir. Debían ser suposiciones suyas nada más.

—De acuerdo, perdona por desconfiar.

—No se preocupe —sonrió sin mostrar dientes, y finalmente sacó el aire contenido cuando el joven Rey desapareció de la cocina. Se movió por todos lados buscando al sapo que se le había deslizado de las manos minutos atrás—. ¿Dónde estás? ¡Regresa, el Rey se ha ido! —gritó en susurros, tomó una toalla y se limpió las manos.

Giró la cabeza en todas las direcciones, en busca del pequeño verdoso, sin tener éxito.

—¿Quién es Jimin?



-Niny ♡

❝왕자와 두꺼비❞; El Príncipe y El Sapo |Yoonmin|Where stories live. Discover now