S E I S

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《Me gustas mucho, eres mi vida... solo mía》

_Natsume -hizo una leve pausa antes de continuar, se la notaba nerviosa y asustada- ¿tienes idea de quién podría haber escrito esto?

La boca del tritón no mencionó palabra alguna, estaba tan enfurecido que sin pensarlo dos veces rompió la carta y sostuvo fuertemente la muñeca de la híbrida ocasionado una notoria marca roja.
La castaña no pudo aguantar el dolor y emitió un pequeño grito acompañado de unas pequeñas lágrimas.

"Eso es... haz esa expresión sólo para mí, sé sumisa ante mí, grita... llora... retuercete... sólo por mí"

_Perdóname, no sé por qué lo hice, estoy un poco cansado, es todo... iré a mí habitación.
Nuevamente, te pido que me disculpes.

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Natsume ignoraba completamente todo lo que sucediese a su alrededor, ya tenía a su objetivo a la vista y lo que tenía pensado hacerle, era muy obvio quien era el remitente de la carta entregada a su amada... no se la dejaría tan fácilmente.

Lo vio hablando animadamente con sus amigos, como siempre con esa mirada suya, esa mirada que había osado colocar en su lobita.

_Hola -saludó mientras le tocó delicadamente el hombro para que volteara a verlo- quisiera hablar contigo, no te molesta ¿cierto?

_¿Eh? Es muy raro que quieras hablar conmigo, debe ser algo importante.

_Mucho más de lo que imaginas -sonrió ladinamente y susurro suavemente: No hables, haz lo que te digo y sígueme la corriente... te lo ordeno.

El poder del orden no tardó en hacer efecto, todo lo que Natsume dijo se estaba cumpliendo al pie de la letra.

_Entonces, no hay tiempo que perder -ambos se dirigieron a uno de los edificios de Alderic, para ser precisos, al edificio N°3 en dónde algunos maestros tenían reuniones, Lo cual no sucedía muy a menudo.

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La habitación donde se encontraban era muy oscura. Había una silla gastada de madera, con unos clavos oxidados en el respaldo.

Con un gran "cuidado" colocó al remitente de la carta en la silla, los clavos no tardaron en perforar su piel manchando así el uniforme que portaba sacándole un grito desgarrador, ató sus manos y pies de forma que le resultara casi imposible librarse.

El oji-zafiro se arregló el cabello alborotado con la mano.

_Vayamos directo al grano: ¿Cuál es el motivo de esa carta? Te noté un poco nervioso cuando Ray la tomó para leerla.

El vendado disfrutaba de la sensación de incomodidad que había formado, además del mínimo dolor que presenciaba.
Al contrario del autor de la carta, el cual estaba que se moría por salir de ese lugar.

_Eso no es de tu incumbencia, tu raza no te da poder sobre otros.

_Está bien, no quería ensuciarme las manos de sangre proveniente de una escoria como tú pero no me queda otra opción.

Nikky~

Obsesión Carmesí: Ephemeral Los Residentes De La Oscuridad【Natsume Fic】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora