Capítulo 37

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3 de mayo, New York, 1959

Camila estaba nerviosa. Se mordía el interior de la mejilla, en una búsqueda inalcanzable para por fin lograr calmarse, pero eso, al parecer, era imposible. Le había repetido el plan a Lauren un montón de veces antes de tener que irse a su casa, pero no podía fiarse. Siempre podría ocurrir algo que terminara derrumbando su plan, como que Isabella Rossellini de Jauregui se diera cuenta, o peor, que Eva Green de Jauregui se enterase y Dios sabe qué sería capaz de hacer si eso pasara. Sacudió la cabeza para sacar esa idea de su mente y fijó su vista en la ventana que estaba frente a ella, desde la cual podía admirar los rascacielos que inundaban el cielo de New York. No podía pensar estupideces como esa en ese momento. No podía llamar a la mala fortuna, menos cuando su felicidad y la de la mujer a la que amaba con toda su alma estaba en juego.

Estaba en eso cuando la cerradura de la puerta del departamento empezó a sonar al girarse la llave en su interior. Normani ingresó junto a Dinah, quienes tenían una cara de cansancio que a duras penas y se la podían. Fue en ese preciso instante en que cayó en la cuenta de que no les había dicho que, aunque fuera por unos días, Lauren viviría con ellas. El poco color que conservaba en su rostro terminó por desaparecer por completo, y Dinah fue la primera en notarlo.

--- Camila, ¿estás bien? --- preguntó en lo que escuadriñaba su rostro en búsqueda de respuestas.

--- Estoy perfectamente. No sé por qué lo preguntas. --- Se apuró en responder, en lo que forzaba una sonrisa para tratar de que se viera más convincente, pero, por la expresión de sus amigas, estaba claro que no lo había logrado.

--- ¿Vas a decirnos qué es lo que te pasa? --- inquirió ahora Normani, cruzándose de brazos después de dejar su bolso sobre la mesa. --- Te conocemos muy bien, Camila. Sabes que puedes confiar en nosotras.

Al verse descubierta, Camila observó el techo y suspiró, en lo que se decía a sí misma que era una idiota al no pensar en ese minúsculo pero trascendental detalle. Se puso de pie y empezó a caminar de un lado a otro, en lo que trataba de dar una buena explicación, pero sin revelar más de lo necesario. No estaba preparada para decirles a sus amigas que estaba enamorada de una mujer, la que a su vez era su paciente.

--- Chicas, quiero que me escuchen atentamente y no me interrumpan hasta el final. --- Sus amigas la miraron extrañada, para luego sentarse en el sofá que tenían en la sala de estar y fijar su vista en ella, lo que la incomodó más. --- Ustedes saben que trabajo para la señora Green de Jauregui. Específicamente para su sobrina. --- Las dos chicas asintieron sin entender para dónde quería ir la joven enfermera. --- Pues, al principio fue complicado tratar con ella, debido a sus problemas para relacionarse con el resto, pero ha progresado mucho en estos meses en que he estado junto a ella. Antes ni siquiera podía salir de su habitación, y hace poco pudo salir a la calle. Les juro que no miento al decir eso. Aun así, hace una semana tuvo cierta discusión con su tía que no terminó bien y esto motivó a su abuela a creer que no puede seguir viviendo aquí, puesto que su tía es el único pariente que tiene cerca y la convivencia entre las dos es terrible, por lo que se la quiere llevar.

--- ¿Llevar dónde? --- preguntó Dinah con el entrecejo fruncido intrigada. --- ¿Fuera de New York?

--- Fuera de Estados Unidos. --- respondió Camila tragando saliva, ya que sintió cómo su corazón dolía al pensar en ello. --- A Italia, para ser específicos.

--- ¿Y eso en qué te compete a ti? ¿O a nosotras? --- replicó Normani sin comprender muy bien por qué les contaba aquello. --- ¿Te quedarás sin trabajo? ¿Es eso? Tú sabes que no importa que te quedes sin trabajo. En el hospital estarían muy felices de recibirte nuevamente. Y si quieres buscar otro trabajo en otra parte, entre Dinah y yo no tendremos problema en pagar los meses de renta en lo que te estabilizas de nuevo. La señorita está recibiendo un buen sueldo en el teatro. --- Al decir esto le dio un codazo amistoso a Dinah en el brazo. --- Y eso que todavía no se estrena la obra.

Smoke Gets In Your EyesOnde as histórias ganham vida. Descobre agora