Prólogo

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Verygoodcastle la idea era que perteneciera a la categoría ideas locas kookmin, pero como no me apegue a la idea y la fui cambiando poco a poco lo dejé en un angst.


Lametazos y maullidos interrumpieron su profundo sueño, fastidiado, pasó una de sus pequeñas manos con intenciones de alejar al pequeño gato que no dejaba de maullar como si le avisara que ya era hora de levantarse.

Resignado, se sentó en el frío suelo mientras se tallaba sus ojos y miraba a su alrededor dándose cuenta de que esa no era su habitación y mucho menos su casa, asustándose un poco vio alarmado en todas las direcciones posibles enterándose de que en realidad se encontraba en un sótano.

Trató de hacer memoria pensando que posiblemente era el sótano de algunos de sus amigos que ahora mismo parecía que quería hacerle una broma pesada. Sintió frío y confundido paso sus manos por todo su cuerpo notando sus ropas desgastadas sin saber muy bien el porque de su mal estado, aun recordaba no tener mucho de haberlas comprado, eso era algo que nunca olvidaría porque en esa ocasión recuerda que Jungkook lo había acompañado a comprarlas y se había puesto un poco celoso con el vendedor, sin dudas eso era algo que nunca olvidaría.

El pequeño gato blanco con manchas cafés le lamió la cara sacándolo de su repentino recuerdo y fue ahí cuando lo vio.

¡Señor bigotes!

Tenía tanto tiempo que no lo había visto, todos esos meses buscándolo junto a Jungkook para saber que todo el tiempo estuvo en ese raro sótano y eso que el se había sentido mal por perder a su primer hijo.

—Me debes unas buenas explicaciones señor bigotes—se dirigió hacia el gato como si este lo entendiera regañándolo severamente—, me hiciste sentir como un mal padre todo este tiempo—sólo recibió un suave «miau» como respuesta—. Pero me alegro de que estés bien, a que eres un lindo gatito—comenzó a hacerle mimos de manera tierna—, si lo eres~— y sólo recibió más maullidos como respuesta.

Un ruido de arriba interrumpió su pequeño momento de intimidad con "su hijo" y aun teniéndolo entre sus brazos se paró para saber que era lo que ocurría. Subió las escaleras dudoso aun sin saber que espera encontrar del otro lado de aquella particular puerta de metal, cuando estuvo más cerca pudo notar tres candados en ella y esto le pareció algo muy curioso.

Primero pensó que batallaría en abrirla por su aspecto, pero sólo tuvo que empujarla fuertemente porque realmente se encontraba abierta.

Toda esta situación le resultaba muy extraña, sentía su cuerpo cansado y había lugares donde dolía, pero despertar junto a su gato le hizo sentir mejor dejando los malestares de segundo plano.

El piso de madera era realmente bonito justo como el piso que tenía el departamento que compartía junto a Jungkook.

Jungkook... se preguntaba que estaba haciendo justo ahora.

Dejó que su vista viajara traviesa por todo el lugar, un lindo color verde pastel pintaba todas las paredes y había cuadros en el, siendo únicamente pinturas las que lo adornaban.

—Señor bigotes, realmente quisiera saber dónde estamos ahora mismo.

Sólo recibió maullidos a cambio y como si hablaran el mismo idioma le contesto.

—Sí, tampoco lo sé bigotes.

Se encontró con unas escaleras, pero en lugar de andar de curioso y descubrir que había más arriba se decidió por buscar un teléfono con el cual marcarle a Jungkook para que fuera por el o algo porque se sentía muy cansado y perdido.

Por favor, no me olvides || KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora