Acuérdate

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-¿Tan rápido te olvidaste de quién soy?

Aitana abre los ojos tras oír esa voz. Vuelve a estar en la habitación oscura, pero esta vez no hay solo un espejo, está rodeada por muchos. En cada uno puede ver la imagen de Luis. Diría que hay decenas de copias idénticas.

-¿Es que ya no recuerdas cómo era?

+¿Luis? – dice mirando una de las copias.

-Las personas en el fondo no cambian, ¿sabes?

+¿Qué?

-Sigo siendo aquel que conociste.

+No te entiendo.

-Acuérdate de mis palabras...

...

Aitana se levanta sobresaltada. El corazón parece que se le va a salir por la boca.

-¿Qué pasa Aiti? – dice Luis desperezándose en su lado de la cama.

+Na-nada tranquilo, ha sido solo una pesadilla.

-¿Y sabes el mejor remedio para las pesadillas? – dice abrazándola por la espalda

+No.

-Que te cante hasta que te vuelvas a dormir.

A Cepeda seguía sin gustarle cantar, menos cuando estaba con Aitana. Con ella se le iluminaba hasta los rincones más polvorientos de su corazón. Con ella era feliz, como hacía tiempo no lo era.

Por parte de Aitana, tenía muchas dudas y miedos. Aquel sueño llevaba repitiéndosele cada noche desde que empezaron a salir. Ella no lo entendía. Sabía que Cepeda ya no era el mismo que conoció, aquel chico prepotente y con el ego más grande del planeta. Confiaba en él, y justo por eso no entendía el sueño. Dicen que los sueños son el reflejo del alma, y si eso era verdad, ella no entendía por qué su alma seguía pensando en el Cepeda que un día conoció, y no en el que se encontraba ahora mismo abrazado a ella cantándole para que ella se durmiera.

Siempre que tenían un día libre. Aitana pasaba la noche en su casa. Ya era como su refugio. Y es que con él todo era felicidad, y por eso intentaba pasar el mayor tiempo posible a su lado, hasta que levantaba esa barrera que ella no lograba franquear, pero sabía que en esos casos lo mejor que podía hacer era hacerle saber que pasara lo que pasara, ella iba a estar a su lado, y que no estaba solo.

La voz melodiosa de Luis estaba bajando de intensidad poco a poco, podría imaginar cómo sus ojos se le iban cerrando poco a poco a medida que el sueño le iba venciendo, e igual que él, ella también perdió la batalla frente a este.

...

Es sábado. Son las 10 de la mañana y Aitana se encuentra encerrada en el baño hablando con Amaia. Luis sigue durmiendo, pero es mejor prevenir que curar, y por eso se ha encerrado.

-Que sí, Aitana, no te preocupes, que ya me he enterado.

+Vale vale, igualmente se lo escribiré por WhatsApp luego a Alfred, me fio más de él.

-¿Y para esto me despiertas? – dice gruñendo al otro lado de la línea.

+Perdona, joh, es que estoy muy nerviosa – responde mientras empieza a juguetear con la estrellita de su colgante.

-Tranquila, todo va a salir bien.

+Bueno, te dejo ya, que se va a levantar.

Y efectivamente, nada más salir, se lo encuentra con cara de recién levantado en mitad del pequeño pasillo de su casa. Le parecía muy adorable cuando se acababa de levantar.

+Luiiiiiiiis – le salta a los brazos, sin percatarse de que estaba tan dormido que casi se caen al suelo – Feliz aniversario – deposita un dulce beso en sus labios.

-¿Ya? ¿Ya ha pasado un mes? – responde con cara de sorpresa.

+¿No me digas que no te acordabas? Ya es 1 de febrero...

-¿Cómo no voy a acordarme tonta? Si eres lo mejor que me ha pasado este año.

Ambos sonríen.

-Claro que solo ha pasado un mes desde que este empezó así que quién sabe qué puede pasar.

Aitana le saca la lengua y ambos acaban riéndose. Les encantaba picarse siempre que encontraban la oportunidad.

-Pero... seguro que, si ocurre algo mejor, será a tu lado – deposita otro suave beso en sus labios, que poco a poco se va intensificando.

Es Aitana la que se separa.

+Tenemos que arreglarnos, sabes que hemos quedado con Alfred y Amaia esta mañana.

-Mierda, es verdad – hace un puchero.

+Podemos retomarlo luego – dice con una sonrisa pícara.

Se baja de él, ya que seguía agarrada como un monito, y van a arreglarse.

En cuanto terminan, salen a toda prisa hacia el café en el que han quedado los cuatro.

Más allá de un sueño - AITEDAWhere stories live. Discover now