007. El orgullo de un demonio.

1K 112 25
                                    

La amistad entre Rin y el Ukobach fue como el sol que aparecía luego de una tormenta porque pronto,  Kaede vio resuelto el problema de su hambre a la hora del almuerzo y podía presumir de una estupenda comida casera al mediodía y es que hasta podí...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La amistad entre Rin y el Ukobach fue como el sol que aparecía luego de una tormenta porque pronto,  Kaede vio resuelto el problema de su hambre a la hora del almuerzo y podía presumir de una estupenda comida casera al mediodía y es que hasta podía permitirse dar una mentira piadosa como la de decir que ella misma la había preparado solo para recibir miradas asombradas de sus compañeros de clase.

—¡Eres increíble,  Takahashi-san! —había dicho Yamato Nishida la primera vez que Kaede había llevado su almuerzo.

—¿Aprendiste a cocinar en Italia? —preguntó bastante asombrada Takako mientras también tomaba de su almuerzo comprado en la cafetería.

—Pues,  podría decirse que sí —respondió Kaede con una expresión de amable afirmación mientras que por dentro se regodeaba por su vil mentira.

Ese día cuando sonó el timbre a la hora del almuerzo,  Kaede se apresuró a salir junto a Rin agradeciendo que estuvieran en la misma clase,  para buscar a Yukio y almorzar los tres.  Académicamente,  Kaede comenzaba a destacar en su salón siendo una de las primeras con mejores notas y eso sumado a que ahora creían que ella sabía cocinar le daba cierta popularidad.  Rin,  por su parte,  no parecía muy dado a prestar atención a las clases de Exorcismo,  no digamos las clases normales.

—Agh,  yo realmente no quería tener que volver a esto—resopló Rin leyendo con desgana la hoja con los deberes que tenían para la próxima clase—. Es un fastidio.

—Oh,  vamos Rin ¡anímate! —exclamó Kaede mientras salían a las áreas verdes—. No es tan difícil y si quieres,  te tengo una pequeña solución : si sigues encargándote de los almuerzos con Ukobach,  prometo ayudarte con los deberes ya que sé que Yukio está bastante ocupado con las clases,  la Academia de Exorcistas...

—¿En serio me ayudarías?

—¡Por supuesto!  Me estás enseñando a cocinar así que es lo menos que puedo hacer —confirmó Kaede abrazándose del brazo de Rin,  quien se ruborizó levemente.

—E-esta bien —sonrió Rin algo apenado mientras se rascaba la nuca.

—Ahora vamos,  que tenemos que encontrar a Yukio—continuó Kaede mientras tiraba del brazo de Rin—. Ya sabes,  una vez que aquellas chicas pregunten por el almuerzo solo será cuestión de tiempo para que las tengas a tus pies .

—¡¿E-en serio...lo dices?!  Bueno ¡mira,  allí está Yukio!

Finalmente,  lograron divisar a Yukio sentarse en una de las bancas del patio.

—¡Oh que bien! Ahora si... —pero kaede no pudo terminar de hablar porque de pronto su teléfono empezó a sonar y no pudo evitar gruñir al ver de quién se trataba.  Kaede suspiró con exasperación porque no podía imaginar qué querría su contacto registrado como "Payaso Malévolo".

Kaede No Himitsu | Ao No Exorcist Fanfic |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora