Atada al señor oscuro

Vida embarazosa

Al tercer día de despertarse Voldemort por fin la dejó salir de la cama por su propia salud. Le estaba volviendo loco con tanta pregunta y quejas acerca de estar en cama todo el día. Si no fuera por el asunto de la magia hace tiempo que habría huido.

-¡Nagini!- exclamó Hermione nada más salir del cuarto- ¡Me alegro de verte!

La serpiente miró divertida el rostro de su señor, al borde del ataque nervioso.

-Me alegro que te hayasss recuperado, Hermione. Essste lugar pierde su brillo sssin ti.

La chica sonrió ampliamente.

-Te has vuelto un poeta esta semana, ¿eh?

-He tenido que bussscar otro entretenimiento ya que mi ssseñor essstaba cuidándote todo essste tiempo.

Hermione controló un sonrojo. La verdad es que Voldemort no la quitaba ojo de encima, mucho más que en cualquier otra ocasión. Incluso mientras charlaba con la serpiente estaba atento de ella.

-Vamos, hay otra persona que quiere verte- indicó Voldemort. Obligó a que Hermione caminara a su lado, siguiendo su conversación con Nagini.

-Mi ssseñor tuvo que sssacar su varita para que esssta visssita esssperara a tu recuperación- confesó Nagini.

-¿Le tuvo que amenazar para que esperara? ¿Quién iría contra las órdenes de Voldemort?

-¿Ademásss de ti?- si hubiera tenido cejas la serpiente las hubiera alzado.

-Tiene que aprender a no salirse siempre con la suya.

-Y tú a no sssaltarte lasss normasss. Para ser essstudiante modelo ssuelesss hacerlo con frecuencia.

-Sólo cuando es necesario. En cambio Voldemort crea y deshace las normas a su gusto.

-No hace falta que habléis de mí como si yo no estuviera- intervino Voldemort deteniéndose tras una puerta de la sala de invitados. Increíblemente llamó antes de abrir.

-Nosss veremosss luego, Hermione. No me gusssta esssta visita- se despidió Nagini dando media vuelta.

Hermione se sorprendió ante su visita.

-¿Blaine?- se la escapó. ¿El rey de los vampiros había ido a verla?

El vampiro sonrió levantándose hacia la chica. Voldemort la apegó más a él con una mirada de advertencia hacia el rey.

-Tu recuperación me trae buenas noticias, pequeña- la chica se quedó sin palabras- Todavía no he olvidado tu pequeña intervención con los hombres lobo.

-¿Intervención?- repitió Voldemort.

El vampiro asintió sin apartar la mirada de la chica.

-Tu querida mujer me ayudó con un pequeño problema que tuve en la batalla con tus licántropos.

Hermione tragó saliva nerviosa.

-No hice mucho- trató de aclarar a Voldemort. Con el buen humor que había durado desde que sintió que casi la perdía no quería volver con el arisco mago.

-Ganaste una amistad con el rey de los vampiros- Blaine extendió la mano hacia ella con una sonrisa sincera- Y ahora que eres inmortal pienso pasar a verte muchos días.

Hermione no pudo evitar estallar en carcajadas ante el rostro de horror que se le había quedado a Voldemort. Alzó la mano libre para estrechársela al rey.

-Me alegra poder llamaros amigo.

-Bien, ¿dónde están tus modales, Voldemort? ¿No es ésta la hora del té inglesa?