Imaginas - Shawn Mendes

¿Sólo era para un rato?

(Primer parte)

Narra t/n.

Mi padre me deja en la casa Mendes. Estoy ansiosa por ver a Shawn, aunque tengo que fingir que solo vine porque Aaliyah me invito al cine. Le envió un mensaje diciendo que me encuentro afuera, se tarda dos segundos en abrir la puerta mientras mi padre me daba un sermón por no ir abrigada. Dejo un beso en su mejilla y me refugio en el interior de la cálida casa. Karen sale de la cocina y estira sus brazos para que me acerqué a saludarla.

—¡Feliz cumpleaños!

—Gracias, linda.

—Aunque fue hace dos días, mejor tarde que nunca.

Da unas palmaditas en mi espalda y me ofrece almorzar, pero le doy las gracias y paso.

—Pido un taxi y nos vamos —dice Aaliyah.

Me pareció raro que vayamos en taxi cuando Shawn podría llevarnos. Él siempre es nuestro chófer personal. Quería saber dónde estaba, pero no debía parecer interesada.

—¿Están solas? —pregunto.

—Sí, Manny está trabajando y Shawn de viaje.

—Oh, genial.

Hace una semana estuve con él y nunca dijo que estaría fuera unos días. Aaliyah se pone nerviosa y me aleja de Karen.

—Ya nos vamos, mamá.

—Está bien. Diviértanse.

—Adiós, Karen —me despido.

Salimos al frío otra vez, me arrepiento de no haber escuchado lo que mi padre advirtió.

Media hora más tarde estábamos haciendo la cola para sacar las entradas, aunque no hay muchas personas a esta hora. Eso es bueno.

Le doy un golpecito a Aaliyah que se muerde las uñas. Se mostró nerviosa desde que Karen me hablo.

—¿Qué te pasa?

—Nada.

Mantengo mi mirada sobre ella, sé que pasa algo y me lo va a decir porque no guarda sus sentimientos, no conmigo.

—Tengo que contarte algo, pero no quiero que te sientas mal.

—¿Qué pasa?

—Shawn está de viaje con alguien... una chica.

No controlo mi expresión de sorpresa. Aaliyah vuelve a llevarse la mano a la boca y se desquita con sus pobres uñas.

—Lo siento —murmura.

Me encojo de hombros, como si la noticia no me afectará.

—¿Y por qué te disculpas?

—Sé que mi hermano y tu tontean. Desde meses.

Otra vez el asombro ataca mi rostro.

—¿Cómo?

—El otro día Shawn dejo su celular sin bloquear, revisé sus mensajes y cuando vi que se texteaba contigo me sorprendió, entonces, leí sus conversaciones.

—¡Aaliyah!

—No vi las nudes. Lo prometo.

—Dios —musito, cerrando los ojos.

—Es un idiota.

La miro confundida.

—¿Quién?

—Shawn, es un idiota. Tuvo que elegirte a ti —se encoje de hombros—. Yo te elegiría.

Intento darle una sonrisa verdadera.

—Así que, ¿está con una chica?

—Sí, pero nadie de mi familia la conoce. Ni siquiera sabemos el nombre.

—¿Fueron solos?

—Si.

—¿Y están hospedándose en un hotel?

—No, han alquilado una casa.

—Oh.

Deben estar estrenando la casa. La mesa, las habitaciones, la ducha.

Cierro los ojos y niego.

—La siguiente.

Aaliyah me da un pequeño empujón para despertarme de mi trance. Pongo una falsa sonrisa en mi cara y me acerco al chico para comprar las entradas.

...

Estoy pensando en una gran estupidez. Choco mis dedos sobre la mesa con la intención de distraerme. Mis ojos se arrastran hasta el pequeño aparato que me exige atención.

—No, t/n. Vas a perder la dignidad si lo llamas para pedir explicaciones —hablo conmigo misma.

"¿Qué dignidad?" me pregunta mi yo interno.

—Es verdad, ya la he perdido —murmuro.

Rápidamente tomó mi celular y marco su número. Primer tono, segundo tono, tercer tono, cuarto tono. Ahí está.

—T/n.

—¿Por qué no me dijiste que conociste a alguien? —pregunto sin filtro.

Si vamos enterrar mi dignidad, vamos a hacerlo bien.

—¿Qué? —susurra. No puedo verlo, pero estoy segura que está caminando en círculos.

—Hoy fui a tu casa y tu mamá me lo dijo.

Suspira y guarda silencio.

—Sé que no somos oficiales, pero pudiste haberme dicho. Así ambos salíamos con personas y no me llevaba una sorpresa al enterarme.

Espero a que comience a atacarme con escusas y mentiras. Sin embargo, no lo hace.

—¿No vas a decir nada?

—¿Qué quieres que diga?

—Háblame de ella.

—No hay mucho que decir. La conocí hace dos meses y la he visto un par de veces.

—Bueno, algo habrá hecho bien. La llevaste de viaje.

—Estamos conociéndonos.

—Claro, ¿hablan mucho mientras te la follas?

—T/n.

—Lo siento por ser honesta —empleo el sarcasmo que detesta—. ¿Alguna vez fui algo más que la puta amiguita de tu hermana?

—No te llames así.

—No me respondiste la pregunta. ¿Sólo era para un rato?

—Escúchame, me gustas. Me pareces divertida e inocente al mismo tiempo y eso es una muy buena combinación. Me vuelves loco cada vez que salimos y me dejas besarte sabiendo que corremos el riesgo de que las personas sepan sobre nosotros. Pero solo somos eso. Citas y besos a escondidas. Te llevo diez años.

—Pero...

—Deberías salir con alguien de tu edad. Elige a un buen chico, tomate el tiempo de conocerlo a fondo y hazlo tuyo. Tienes que crecer con tu pareja, yo ya he crecido.

Mi mano cae y el celular se resbala de mis dedos. Decido abandonar el lugar e ignoro la voz de Shawn a través de la llamada.