Capítulo XXXV : Sacrificio.

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Se cumplía exactamente quince días desde que Camilo se había ido con Sabine, el pelinegro se encontraba en la sala viendo desde su celular la última foto que se habían tomado antes que todo empeorara por las acciones que provocó aquella mujer que decía llamarse Cristina Holmes. Todo se vio afectado por toda la envidia y odio que ella destilaba a su relación, Lancelot seguía en la búsqueda de ambos pero pareciera que la tierra se los hubiese tragado, por ningún lado había rastros de los dos. Alan lloraba en silencio para que nadie escuchara su lamento, se dijo a sí mismo que llorar no le traería de vuelta a su novio que debía luchar por su felicidad porque nadie se la podía arrebatar.

Su celular recibió una notificación al ver de quien se trataba le causo un poco de sorpresa, era Clarisa le enviaba una ubicación en un mensaje aparte le explicaba que posiblemente ellos estaban allí, solo que no era seguro ir a esa ubicación sin compañía que era mejor que esperara por Lancelot y el resto de los policías. Era obvio que haría caso omiso a las palabras de su amiga se fue a su cuarto buscó una chaqueta negra y se la colocó para luego verse en el espejo para decir lo siguiente:—Iré por ti Camilo—Su padre se dio cuenta de su vestimenta le preguntó que adonde se dirigía, lo miro para decirle que Lancelot posiblemente haya ubicado a Camilo, por eso decidió irse a la estación de policía para estar más al pendiente. Era obvio que si le contaba la verdad no lo dejaría ir por eso tomó la decisión de mentirle, incluso no respondió el mensaje de Clarisa provocando que la angustia se hiciera en ella.


El camino estaba completamente alejado de la ciudad por suerte tomó su auto, aquello le traía recuerdos cuando fue secuestrado por ella y Gabriel, al adentrarse más en ese lugar notó que estaba un carro estacionado con ambas puertas abiertas

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El camino estaba completamente alejado de la ciudad por suerte tomó su auto, aquello le traía recuerdos cuando fue secuestrado por ella y Gabriel, al adentrarse más en ese lugar notó que estaba un carro estacionado con ambas puertas abiertas. Decidió dejar el auto allí para bajarse y cerciorarse de que hubiera alguien dentro aunque tenía la pequeña esperanza de que Camilo estuviera allí, con mucha cautela llegó al dicho carro pero estaba completamente vació incluso las llaves estaban pagadas.

Comenzó a caminar más por el bosque su mente le dictaba que debieron haber avanzado más, no tenía un rumbo específico pero de algún modo los encontraría, podía escuchar muchos ruidos a la vez incluso si se encontraba rodeado de fieras no les temería, algunas ramas de los árboles le quitaban la visibilidad solo a tres pasos estaba alguien de espaldas pero solo distinguía la forma en la que estaba, aquello le pareció extraño por eso tomó la decisión de avanzar sin importar lo que pudiera encontrar. Al mover la última rama de un árbol allí estaba Camilo con ambas muñecas amarradas y su boca estaba amordazada para que no emitiera algún tipo de sonido, Sabine no se encontraba por ningún lado al momento de hacer contacto con el castaño se sorprendió pero antes de decir Alan le emitió una seña que guardara silencio para que no fueran descubiertos, rápidamente lo liberó al terminar se abrazaron muy fuerte como si nunca se hubieran visto en años.

Aquella felicidad fue arruinada cuando Sabine llegó y los vio abrazados, Camilo se dio cuenta de que ella estaba solo observando con mucho odio hasta que tomó el valor y tomó del brazo al pelinegro para huir de ese lugar era evidente que si no conocían el camino de vuelta podrían correr en círculos por el cual era una desventaja para la pareja, un disparo logró impactar un árbol por donde pasaban no encontraban por donde esconderse porque prácticamente estaban a ciegas. Lograron entrar en una pequeña cueva llena de humedad, sus respiraciones estaban agitadas por tanto correr. Estaba muy frío el lugar pero debían soportar para poder sobrevivir, se toman de las manos aquello le daba tranquilidad a los porque ambos se protegían y daban la tranquilidad para poder calmarse mutuamente era una conexión que nadie podía dañar.

ALAN© [COMPLETA] (Libro 1)Where stories live. Discover now