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"Me llama su ángel, pero le gusta más jugar con mis demonios"

                                  ***

Llego a mi casa a las tres de la tarde, Jeff insistió en venir y el también hablar con lucí pero me negué, aún no se con exactitud que es lo que tengo con Jeff, así que prefiero hablar con Lucí yo sola.

—¿entonces están en una relacion—, pregunta después de haberle contado absolutamente todo.

—¡No sé! — pongo mis manos en mi cabello— es... raro ¿sabes? el me encanta pero siempre hace algo para confundirme—

—Le gustas, eso lo sabemos, lo ha demostrado varias veces— asiento y me muerdo mi labio— pero necesitas hablar con el, ser directa, no puedes estar todo el tiempo dudando—

Hablar con lucí de esto me ha ayudado mucho, siento que la carga que llevaba ahora ha desaparecido.

Después de hablar de varias cosas más, se fue, no sin antes advertir que si Jeff me hace daño ella misma lo estrangulará.

Por otro lado, recibí una llamada de mi mamá, viene a verme y llega en unas cuantas horas, así que me pongo manos a la obra y limpio la casa para que vea lo responsable e independiente que soy, por suerte el tipo loco de la otra noche no lastimo mi cara así que lo mejor será no decirle, de lo contrario me obligaría a regresar con ella.

—te extrañe tanto mi bebe— dice bajando de la camioneta y abrazandome mientras me llena de besos.

—Yo también te extrañé— sonrió y entramos a la casa.

—Wow, esta muy ordenado todo por aquí—pone sus manos en su cadera y mira todo —apuesto a que ordetaste todo antes de que llegara—me conoce tan bien.

—Claro que no— me quejo y me tiro en el sillón.

—Haré como que te creo— camina hasta la cocina—bien, veamos que podemos comer hoy— me levanto y voy con ella.

—Que te parece si pedimos pizza, manejáste muchas horas, no es necesario que cocines— duda unos segundos pero al final acepta.

La pizza llega 25 minutos después, salgo y recibo la pizza, pago y agradezco al señor que me la entrega.
Huele delicioso, la mexicana es mi favorita.

—¡Llegó la pizza!— grito y mi mamá se sobresalta.

—Sigues igual de gritona, extraño esos gritos en casa—

—Y eso que no conoces a Lucí— me siento alado de ella y le doy un mordisco a mi pedazo de pizza.

—¿Lucí? Claro que la conozco, es la niña pelirroja ¿sigue en el pueblo? —asiento masticando mi pizza y dando un trago de mi refresco.

—Si, y también los demás —me mira confundida esperando a que le diga quienes son los demás —Alex, Marco y Emilio.

—Oh, como olvidar las travesuras que hiciste con ellos, deberías invitarlos a comer mañana, me gustaría verlos a todos de nuevo—

—Lo haré— nos quedamos calladas unos segundos —conseguí trabajo —mi mamá me mira con los ojos abiertos —soy modelo —pongo una mano en mi cintura y otra en mi cabeza bromeando—

—¿En verdad? —asiento sonriendo — ¿con quien? —

—Con un amigo fotógrafo, en realidad fue algo raro, no me esperaba que me pidiera trabajo, apenas llevamos unas cuantas sesiones y a pesar de que trabaja solo en el pueblo, varias marcar vienen a buscarlo—

NO ES UN MONSTRUODonde viven las historias. Descúbrelo ahora