Mi Vida EN Corea Del Sur |TU TOMAS LAS DECISIONES |

4 |Una Bienvenida Diferente|

Leer solo si elegiste la Primera Opción "|Ir A Corea|" 

Subiste las dos maletas al taxi con ayuda del conductor, volteaste a ver a tu abuelo el cual te observaba con una sonrisa llena de orgullo pero al mismo tiempo tristeza, le sonreíste y corriste para abrazarlo, el correspondió.

- Te voy a extrañar mi estrella. - Dijo sonriendo mientras te abrazaba.

- Igual yo abuelito. - Rompiste el abrazo. - Pero prometo que vendré a verte siempre cuando sea posible. - Le sonreíste. 

- Sé que si mi estrella, estoy muy orgulloso de ti, te esforzaste mucho por esto y lo lograste. - Sonrió con orgullo. - Brillaras en Corea, tu papá hubiera estado muy orgulloso al igual que lo estoy yo.

- Gracias abuelito, prometo que me seguiré esforzando mucho. - Dijiste con determinación. 

- Lo sé... - Volvió a abrazarte. - Ahora debes irte, se te hace tarde y no queremos hacer enojar a señor elegancia. 

- Si. - Dijiste sonriendo emocionada, lo abrazaste por ultima vez y subiste rápidamente al taxi.

Cerraste la puerta, el conductor encendió el auto. 

Te despediste con una mano mientras el auto avanzaba. 

Aquí comienza tu aventura ¿Qué te esperará en Corea del Sur?

...

Te moviste inquieta en el auto, después de horas dentro de aquel elegante e impresionante avión privado, al fin te encontrabas en Corea, precisamente en un aún mas elegante y caro auto negro con destino al Instituto mas prestigioso del país cuyo nombre era "Hwang-Geum Haggyo". Observaste por la ventana con curiosidad, todo era como lo soñaste, como en aquellas fotos de internet.

Era como un sueño hecho realidad...aunque de verdad lo era.

Todo resultado de tu esfuerzo y dedicación, por el simple hecho de nunca rendirte.

- Gonzalez... - Te despertó de tus pensamientos aquel hombre de traje, el cual siempre mantenía una expresión seria.

- ¿Si? - Preguntaste viéndolo.

- Soy el profesor de Comportamiento Ético de la institucion, me puedes llamar Sr.Song. - Se presentó. - ¿Sabes que el instituto Hwang-Geum Haggyo es el mas prestigioso? ¿Verdad? - Dijo serio, tu solo te limitaste a asentir. - Pues el comportamiento de cada estudiante debe ser impecable ¿Lo sabes verdad? - Volviste a asentir. - En primer lugar las preguntas se responden ni bien fueron hechas. - Te miró aun sin expresión pero sabias que era un regaño.

- ¡Si! Disculpe... - Dijiste pensando una escusa. - Solo estoy muy nerviosa. - Sonreíste falsamente, aunque aquella mentira era más que verdadera.

Observaste con asombro la ventana viendo a través de aquellos vidrios una gran institución, imposible de comparar con tu antigua secundaria, abriste la boca con asombro.

Ingresaron por un gran portón con grandes rejas blancas que se abrió para permitir libre acceso al auto.  

- Nada de violencia, drogas, alcohol, vulgaridades o comportamientos impropios. - Dijo el hombre llamando tu atención nuevamente. - De lo contrario seras expulsada de inmediato sin derecho a protestar. - Abriste la boca dispuesta a afirmarle que no serias capaz de hacer ninguna de esas cosas. - Ahora puedes limitarte a asentir, tu opinión no es requerida. - Cerraste la boca frustrada ¿Quién se cree que es? - Bienvenida a la mejor institución del país, solo no lo arruines, nunca tendrás otra oportunidad como esta. La señorita Hayashi de Japón te llevara a tu habitación, en la cual te hospedaras mientras seas estudiante. - Salió del auto con rapidez, dejándote con miles de preguntas.

Tomaste aire y sacaste valentía.

¡Puedo hacerlo! Te dijiste a ti misma.

Saliste del auto.

Quedaste nuevamente asombrada, con la boca abierta, aquella institución era enorme con un gran jardín con esculturas una enorme fuente, y arboles perfectamente cortados, un gran edificio amarillo se encontraba al final del camino.

- ¿Asombroso verdad? - Volteaste al oír una voz femenina, una asiática se encontraba frente a ti. - Soy la señorita Hayashi, puedes llamarme Akira. - Te sonrió amablemente, tu le devolviste la sonrisa. - Tu debes ser ---- Gonzales ¿No? - Preguntó acercándose.

No sabias coreano pero si ingles, pues lo habías estudiado a la perfección en el pasado desde niña.

- Si soy yo, un gusto señora. - Hiciste una reverencia torpemente.

Ella rió.

- Tranquila solo tengo 30 años, aun no soy tan vieja ¿O si? - Dijo divertida.

Negaste rápidamente nerviosa.

- ¡Perdón! Solo quería ser cortes.- Dijiste nerviosa, pensando que la habías cagado.

- Descuida, no necesitas serlo, al menos conmigo pues me gusta hacerme amigas aquí, este lugar suele ser muy solitario, creo que tu y yo podríamos ser amigas. - Sonrió.

- ¡Por supuesto que si! - Dijiste feliz. - Este lugar si que es enorme. - Dijiste aun asombrada y tomando un poco de confianza. 

- Si lo es, al principio me perdía con mucha facilidad, pero tranquila con el tiempo te sabrás cada lugar a la perfección. - Te sonrió, tu le repondiste de igual forma. - Bueno Gonzalez, es hora de que conozcas tu habitación. Sígueme.

Caminó hacía aquel enorme edificio amarillo, la seguiste emocionada, aun sin poder creer que tu sueño se había hecho realidad.

- Lo había olvidado... ¡Bienvenida ----! - Dijo dándote un gran susto por su repentino grito.

Solo intentaste sonreír.

Ella rié.

- Perdón. - Pará de reír. - Bueno, estar aquí es un enorme privilegio y pocos tienen la suerte de estar en tu lugar ¿Lo sabés no? - Asentiste. - Bueno si te soy sincera, este lugar no es tan maravilloso como todos dicen. - La miraste frunciendo el ceño. - Miles de niños mimados que se creen el centro del mundo, claro debido a sus padres millonarios hacen lo que quieren, además no lo oíste de mi pero, aquí hay una especie de mafia que controla todo, pocos saben de ella, dicen que es falsa o al menos eso aseguran todas las autoridades de aquí. - Susurró.

La siguiente parte de este Capitulo en el siguiente apartado (Debido a que WattPad no permite un manuscrito muy largo)