No te rindas (Citrus)

Extra 2

N/A: Este capítulo contiene el tan esperado smut.

Narra Haru

Me duché nada más llegar a la habitación, Harumin estaba hablando con las demás en la planta baja y no creo que subiera a coger nada. En la ducha canté un poco, hacía mucho tiempo que no lo hacía y me sentí cómo haciéndolo de nuevo. Al salir me sequé el pelo y me puse el pijama, estaba ahora frente a la cama de matrimonio viendo mi móvil cuando noto como alguien me abraza por la cintura.

Haru: Oh, hola Harumin -sonreí al ver que era ella.

Harumi: Parece que tenemos algo pendiente -dijo con una extraña sonrisa.

Noté como metió su mano debajo de la camisa, se dirigió a mis pechos y apretó uno de ellos haciendo que gimiera. Me acostó en la cama haciendo que ella quedara encima de mi, puso una pierna entre medio de las mías mientras que la otra estaba en el otro lado.

Haru: Alguien está impaciente -sonreí.

Harumi: Oh..no lo sabes tú bien.

Nos volvimos a besar, coloqué mis manos en su cintura mientras le subía la camisa lentamente. Ella desabrochó mi camisa del pijama y la tiró a un lado, hice lo mismo una vez le quité la suya. Me sorprendí que no llevara sujetador pero no fue ningún inconveniente, bajé mi cabeza a sus pechos para chuparlos y besarlos con amor, ella gimió y solo abrazó mi cabeza para acercarla más.

Luego de eso tiramos el pantalón de cada una junto con la ropa interior, ahora ambas estábamos desnudas encima de la cama mientras nos besábamos con mucha pasión. Harumin introdujo dos dedos en mi parte íntima haciendo que gimiera.

Haru: Ah...Vamos..

Ella apretó  más e hice lo mismo que ella, ahora estábamos iguales. Los gemidos resonaban por la habitación y pensé que ojalá las chicas no lo escucharan. Rato después de darnos placer estábamos en la cama tapadas por las sábanas, nos dimos un beso y ambas sonreímos en medio de este.

Haru: Y eso que me acababa de duchar -me quejé de broma.

Harumi: Bueno...ahora nos podemos duchar juntas -pasó una mano por mi pecho haciendo que me excitara -Vaya, solo te toco y ya te pones así -se empezó a reír.

Haru: No es mi culpa que te ame tanto -la callé con un beso, ella me correspondió a los segundos -Ahora vayamos a ducharnos, hacerte mía hace que me de hambre.

Nos dimos una ducha a base de besos y caricias, al terminar nos pusimos un pijama limpio. Acordamos cenar en nuestra habitación así que mientras Harumin hablaba con su hermana, yo llevé los pijamas a la cocina para lavarlos.

En la cocina preparé una cena romántica y cuando iba por el pasillo pasé por la habitación de Yuzu y Mei, escuché algunos gemidos y me reprimí una risa. Noté que no era la única curiosa ya que Matsuri estaba observando desde las escaleras, ella sonrió y se marchó.

Haru: Parece que Yuzu no pierde el tiempo -reí mientras regresaba a mi habitación.

Narra Yuzu

Estaba besando a Mei mientras que con mi mano libre le introducía dos dedos en su parte íntima, ella jadeaba en mi boca pero no se quedaba atrás. Tomó las riendas de la relación y se puso encima de mi, aprovechó que me quedé confusa para apretar uno de mis pechos mientras me silenciaba con un beso apasionado.

Mei: Parece que estás más fuerte...-dijo al haberme acariciado los brazos.

Yuzu: Antes de la boda fui a un gimnasio -hablé con la respiración irregular -Además con Haru suelo ir a correr y a hacer deporte.

Mei: Pues me encanta...

Me volvió a besar mientras ella ahora era la que me introducía sus dedos, me metí uno de sus pechos en la boca y lo mordí un poco haciendo que bajara el ritmo al mismo tiempo que gemía. Sonreí y la volví a besar mientras masajeaba sus pechos al a vez.

Seguimos un buen rato hasta que caímos cansadas, ni siquiera nos pusimos el pijama ya que nos dormimos enseguida. A la mañana siguiente nos levantamos algo adoloridas por lo de la noche anterior, nos pusimos ropa de deporte y bajamos a desayunar.

En el comedor estaban todos desayunando, Matsuri hablaba con Haru pero esta se le veía incómoda. Me senté al lado suya y nos saludamos.

Matsuri: Parece que alguien también ha tenido una noche loca -rió.

Yuzu: Matsuri será mejor que encuentres a alguien y así nos dejes en paz.

Matsuri: No he dicho nada que no se note -la miré sin entender -Ambas tenéis unos buenos chupetones en el cuello.

Cogí un pequeño espejo y era cierto, en el cuello tenía dos chupones. Haru tenía uno pero era más notorio que el mío, ambas miramos a nuestras esposas y estas miraron hacia otro lado, los demás se rieron por nuestra conducta.