Encargada Principal

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Antes de que llegara lo suficiente cerca di un salto y luego me impulse con ayuda de su espalda dando una pirueta en el aire y cayendo de pie. Ya ni me sorprendo es como si mi cuerpo ya supiera que hacer por sí solo.

Todos se miraron en complicidad hablándose a través de los ojos. No tengo ni idea de lo que viene, pero sé que estoy preparada.

De pronto todos corrieron hacia mí rodeándome en un circulo. Tenía planeado ir hacia uno y derribarlo, pero algo dentro de mí me decía otra cosa como si me señala algo mejor, solo me deje llevar. Cuando vi que estaban demasiado cerca mi instinto tomó el control y salte hacia atrás esquivando los. No tuvieron tiempo de siquiera procesarlo cuando todos al mismo tiempo chocaron entre sí.

(...)

Al día siguiente el ambiente se volvió tenso, los nervios eran abrumadores. La primera vez que vi a la suprema fue cuando era niña, mis padres construían la manada. Recuerdo su fría voz como si por dentro no llevará alma, todo en ella reflejaba superioridad que intimidaba, por algo la llaman suprema además de ser una mujer lobo con más poder en nuestra secreta política.

El sonido de golpes en la puerta altera todos mis sentidos. Tracy y yo corrimos a recibirla y cuando el aire frío recorrió mi piel supuse que no tardaría en llover. Sus ojos primero encontraron los míos y vi ese azul metálico casi escalofriante que luego se dirigieron a mi hermana.

—¿Gemelas verdad? — preguntó sin mucha emoción.

Mi hermana y yo asentimos con temor de que nuestro silencio no le causará molestia. Se ve casi igual que la primera vez que la vi solo que los años la empezaban a alcanzar, tal vez tenga algunos sesenta, pero parece de cincuenta.

—Pase por favor— dice Tracy dándole espacio y mirándome como si tratara de no reírse de la incómoda situación.

—Linda mansión— su causa más nervios en mi cada vez que dice algo.

—Un no está terminada— informo, pero a ella no parecía que me hubiese escuchado y si lo hizo talvez no le importo.

Ayúdame Dios rogue en mis adentros.

—¿Gusta una taza de té? — ofrece mi hermana y ella asiente.

¿Por qué parece que le agrada más mi hermana que yo?

—Por aquí— le indique señalando a la sala, miré a Ethan y cuando vio mis ojos caminó hacia mí.

Ni loca me quedaría sola con esa mujer.

Ella se sentó en mi sillón personal, Ethan se le acercó y le tendió la mano.

—Es un verdadero gusto conocerla, mi nombre es Ethan.

—¿Ethan Woods? — él le asiente con una sonrisa.

¿Cómo hace para parecer tan tranquilo?

Ella estrecha su mano y por un momento creí ver la forma de una sonrisa en su rostro. Ethan se sentó a mi lado y acomodó su brazo sobre mis hombros dándome mucha más confianza, le sonreí y me devolvió la sonrisa. Note como la suprema percataba el acto del brazo de Ethan sobre mis hombros, pero era difícil adivinar en lo que estaría pensando.

Ella sacó una pequeña libreta amarilla de su bolsa y con un lápiz a la mano se acomodó de pierna cruzada, Tracy apareció con una taza humeante con olor a canela.

—Gracias— le sonríe sin mostrar los dientes a mi hermana quien le devuelve una tímida sonrisa.

Tracy se sienta a mi lado satisfecha al haber dado una linda impresión. En cambio, yo pues...estoy bien.

La suprema bebió un sorbo del té y luego colocó la taza en la mesa de madera el único objeto que nos divide, aunque creo que la distancia no es suficiente para no sentir sus ojos calculadores.

—Bueno por lo que veo hay una relación amorosa— dijo de una forma no tan aprobadora mirando el brazo de Ethan.

—Es correcto—afirmó.

—¿Y tú Tracy ... tienes a alguien especial?

—Si... de hecho es uno de los hermanos de Ethan, se encuentra en la cocina con su otro hermano y una amiga— ella le sonrió a mi hermana aun sin mostrar sus dientes, pero luego su mirada volvió a mí.

—¿Alex no? — asentí.

—Apenas las recuerdo la vez que visite a sus padres, pero debo decir que, aunque se parecen mucho sus personalidades son opuestas.

¿Soy yo o eso fue un insulto?

Tome un suspiro y le sonreí tratando de no perder el control, sabía que esto no sería fácil.

—Por lo que puedo ver Tracy estas casadas ¡felicidades! _

Mi hermana mira el anillo en su mano y sonrió.

—Muchas gracias.

—¿Y tú Alex cuando habrá boda? — mordí mi lengua, la mano de Ethan entrelazarse con la mía, ya había notado que la paciencia se me agotaba.

—Todavía no hemos llegado a ese tema— un alivio llega a mi cuando Ethan contesta por mí. Sabía que si abría mi boca no diría nada cortes.

—Oh lo había olvidado por completo ... la cuestión que tuvieron con los Black— la mirada de Will y de su hijo volvieron a mi mente causándome un escalofrío.

Ella miró a su libreta y luego volvió a levantar su mirada.

—Por lo que he notado y revisado todo parece estar bien, pero hay un ligero problema ... al ser tú la hermana mayor con exactitud por doce segundos — trague grueso. Tracy y yo siempre hemos ignorado eso porque queríamos crear igualdad.

—Tú debes ser la encargada principal de esta manada y según nuestra ley debes de estar ... casada—apreté la mano de Ethan y sentí el sabor metálico de la sangre por la mordida.

—Perdóneme usted, pero eso no es obligatorio— se queja Ethan.

—Ahora lo es.

Ella y yo compartimos una mirada que podría reflejar las palabras que no podíamos decir sea por cortesía o reputación, pero sé que la mía no es por reputación.

—Bien esto ustedes lo pueden discutir luego, ahora lo siguiente ... lista para enseñarme de lo que eres capaz señorita Murphy.

Asentí y cuando estaba por levantarme Ethan sostuvo mi mano vi su expresión que reflejaba preocupación. Le sonreí dejando un pequeño beso en su mejilla no pudiendo resolver su inquietud, pero sí asegurándose que estaría bien.

La suprema me acompaño hasta llegar al patio trasero.

—¿Quién será tu combatiente?

—Yo— respondió Kay, agradecí internamente Kay ha sido de buen apoyo y aunque sé que no me la dejara fácil he batallado con él lo suficiente para saber sus movimientos básicos.

Él se desabotono la camiseta dejándose una negra escotada, lanzo la camiseta lejos luego se acercó unos pasos formando ambas manos en puños y su mirada cambiando a una amenazante dejando sus ojos lobunos escondidos hasta cuando encuentre el mejor momento. 


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WolfbaneWhere stories live. Discover now