Maraton: Llegada parte 1

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Era jueves y estabamos preparandonos para irnos. No les habia contado ni a William ni a Jennifer lo de la cocina. La verdad es que lo habia vuelto a oir varias veces, incluso susurrando mi nombre. No entendia eso. Lo habia ignorado completamente pensando que eran imaginaciones mias. Cuando subi a la habitacion Cassandra no estaba en ella, mire en el baño y tampoco estaba. Entonces escuche un grito proveniente de la habitacion de Jennifewr. Sali de la mia a la vez que William, cuando entramos Jennifer estaba sentada en la cama mirando con miedo a Cassandra que estaba de pie frente a la cama con los ojos abiertos y verdes. Muy verdes.

- Cuando me desperte estaba frente a mi cama mirandome fijamente con esos ojos tan verdes - dijo Jennifer.

- Cassandra - dije acercandome a ella.

Encuanto me miro perdio el conocimiento y cayo entre mis brazos.

- Sera mejor que la metamos en la cama como la ultima vez - dijo William.

Yo asenti y la lleve al cuarto. Habia decidido hacer como que nada habia pasado respecto al beso, intentaba hablarle lo mas minimo. La meti en la cama y sali de la habitacion. No se por que pero me daba la sensacion de que lo que le pasaba a esta cria, no era muy normal. Quedaban cinco horas para ir al punto acordado para el rescate.

Empece ha preparar la comida, lo unico que habia eran botes de conservas. Abri un par de botes de alubias y los calente en una cazo a fuego lento. Mientras la comida se calentaba yo no hacia mas que pensar en todo lo ocurrido. El asesinato, la desaparicion de la gente, Cassandra, las extrañas criaturas, William, Jennifer y el beso. Era un cumulo que no paraba de girar en mi cabeza haciendo que reviviese todos aquellos recuerdos una y otra vez una y otra vez. Me estaba volviendo loca y lo peor estaba por venir ya que el señorito "lo siento" entro en ese momento en la cocina.

- Hola - me saludo. 

- Hola - dije yo dispuesta a zanjar la conversacion ahi.

- Como te encuentras? - pregunto.

Joder.

- De maravilla - dije irritada.

- ¿Ocurre algo?

- No, puedes dejarme tranquila por favor. Me estas agobiando.

- Vale, ¿que coño te pasa Cassie?

 Respire ondo varias veces, no estaba con animo de hacer como si nada hubiese pasado. Al cuerno la comida. Pase por su lado para irme a la habitacion y en cuanto quise darme cuenta, m encontra acorralada entre la pared y su grandioso cuerpo. Su cara estaba a milimetros de la mia. Podia notar su aliento en mi cuello.

- Willia... - dije con voz temblorosa.

- Shhh - dijo contra mi oido - Sabes que tendremos que hablar en algun momento ¿no?

- N...n...no pasa nad......a - dije balbuceando.

Patetico, lo se, pero no podia formular una pregunta completa teniendolo tan cerca. El sonrio de medio lado, sabia que le encantaba tener este efecto sobre mi.

Lo empuje y me coloque lo mas lejos que pude de el, me miro con el ceño fruncido y se apoyo el la pared con los brazos cruzados. Madre mia, era irremediablemente sexy.  Llevaba unos pantalones vaqueros piratas con una camiseta de manga corta que se pegaba a su cuerpo haciendose nortar bajo esta pero no demasiado. Los musculos de sus brazos estaban tensos debido a la postura que tenia. Sus piernas estaban cruzadas. Sus ojos me miraban fijamente y sus labios me regalaban una traviesa sonrisa a la que no pude evitar responder.

- Necesitamos hablar. - dijo poniendose serio.

- ¿Por que? Si no paso nada.

- ¿Nada? ¿No nos besamos?

- No lo recuerdo - dije haciendome la tonta.

- ¿No? - pregunto sorprendido? - Pues yo si, cada vez que cierro los ojos lo recuerdo una y otra vez, creeme que no quiero, pero no puedo evirtarlo.

- Willi....

- Calla y escuchame - dijo interrumpiendome - Estoy empezando a sentir cosas que no habia sentido nunca por nadie. Por tu culpa, tu. Con tu caracter, tus miradas asesinas, tu sonrisa, tus besos. Tus mejillas sonrojadas. Todo en ti me resulta atrayente de una manera inimaginable. Me resulta bastante dificil apartarme de ti, sobre todo si estas tan cerca de mi. Resulta patetico, lo se. Solo tu puedes enfadarme hasta lo extremo, pero solo tu puedes calmarme. Eso me enfurece y me encanta a la vez. No estoy diciendo que este enamorado de ti, porque no lo estoy. Pero me gustas y no solo fiscamente.

Me habia quedado sin palabras. Nadie me habia dicho nada parecido. El, todo el me encantaba. Siempre habia tenido la esperanza de ser mas que una cria para el y parecia que lo habia logrado. Legustaba, esas dos palabras no paraban de resonar en los oidos. Sin que se lo esperase, salte a sus brazos y me cogio al vuelo. Enrosque mis piernas en su cintura mientras el me agarraba por el trasero. Comenzamos a besarnos, bruscamente, pero a la vez delicadamente. Me mordio el labio para abrir la boca y que su lengua volviera al ataque. Ahora que volvia a besarlo me daba cuenta de todas las ganas que tenia. Cuan la respiracion nos hizo falta nos separamos, pero acto seguido el volvio a dejarme besos por el cuello. Su lengua hacia maravillas en mi clavicula. Mis hormonas no paraban de decirme a grtos: ¡SEXO, SEXO, SEXO! Me aprete mas a el haciendole notar que queria mas. Que qeria todo de el. 

¿Hay alguien?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora