✿ Ethereal ; Kth | 김태형. ✿

[ 026 ]

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—¿Qué tal estuvo tu día, RinRin?—Le preguntó OhMi a HaeRin mientras caminaban sobre la acera que conducía hasta su hogar.

—Estuvo bien, supongo, como todos los días.—Colocó uno de los cabellos sueltos de su hermana menor detrás de su oreja con una dulce sonrisa.—Pero sí hubo algo peculiar...

—¿Qué cosa?—Preguntó ladeando su cabecita.

—Pues...

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—Dame una razón coherente por la cual debería pagar.—Dijo el chico de piel tostada cruzado de brazos en frente de la barra.

—Le he repetido varias veces que debe pagar porque usted consumió uno de nuestros productos, ¿acaso no le queda claro?—Preguntó HaeRin ya en un tono más grave.

—Pero mi bebida sabía terrible.—Bufó, a lo que HaeRin rodó sus ojos.

—¿Entonces por qué se la bebió toda? Pudo haber reclamado aquí por su sabor, pudimos haberla reemplazado.—Se defendió.

—Hmph...—Suspiró, vencido le cedió la tarjeta de crédito con la cual pagaría por la bebida. La chica leyó inmediatamente el nombre del dueño, aquel chico de piel tostada y ojos color miel le había hecho pasar un mal rato en la cafetería.

—Entonces, Kim JongIn, ¿qué es lo que debía cobrarle?—Preguntó la chica con desinterés.

Sin embargo, el chico había hecho aquello para poder retener a la chica por un momento más.

A JongIn le había gustado HaeRin desde el primer momento en el que la observó.

HaeRin no podía leer su mente, era la única persona con la cual no podía utilizar sus poderes, esta parte no quiso hablarla con OhMi, quizás lo hablaría con MinSeok al llegar a casa. E independientemente de que el chico fuera un engreído con ella...HaeRin tenía ansias de volver a verlo.

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—RinRin unnie está enamorada~.—Canturreó OhMi.

—Y tú estás enamorada de TaeHyung~.—Contraatacó, el color carmesí en las mejillas de OhMi no tardó en aparecer, le dio un leve golpe en su hombro.

—¡No es así!—Movió su cabecita de lado a lado, negando.

—Estás pensando en él~.—Le dijo.

—¡Ah! ¡Igualmente me sigue gustando más BaekHyun!—HaeRin rió ligeramente al escuchar esto.

Pero una de las cosas que menos esperaba OhMi había ocurrido.

De un momento a otro se veía preguntándose a sí misma «¿TaeHyung habrá comido lo suficiente hoy?» «¿Estará bien?» «¿Por qué no me ha enviado ningún mensaje?» Tal vez TaeHyung le empezaba a gustar más de lo que debía.

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Habrían pasado aproximadamente unas dos semanas, y los sentimientos de OhMi solamente incrementaban más, pero por más obvio que fuera, lo negaba.