▦ Capítulo 29

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Un rayo tocó tierra, consumiendo la visión con una arrebatadora luz. El estruendo le pisó los talones, haciendo obnubilar a ambos adolescentes. Estaban bañados por la lluvia, lentos para poder sumarse a la pelea que desprendía centellas. Loki nunca había visto tanta electricidad emanando del cuerpo de Thor.

— Ese tipo es muy poderoso —concluyó el gigante de piedra.

— Es mi hermano —dijo Loki con orgullo, empezando a trotar colina abajo.

— Por cierto, yo soy Korg —se presentó.

No dando prioridad a la posible charla que se pudiera abrir, Peter siguió a Loki.

La batalla estaba controlada, había un bando que tenía la ventaja. Cualquier equipo que contara con Hulk la tenía, Loki podía constar de eso por difícil que le fuera admitirlo en voz alta.

— ¡Sí! —vociferó Loki al ver al sujeto verde aplastar a Black Dwarf, moliéndolo contra el suelo una y otra vez.

Seguido a esto, Thor derribó a Proxima Midnight, quien se había debilitado en extremo; según lo visto, no toleraba las descargas eléctricas. La chica morena, cuyo nombre yacía en lo desconocido, enterró el trinche en el cuerpo de la enemiga, no permitiéndole tomar un último aliento.

La lluvia cesó de manera paulatina, aunque esto no evitó que las grises nubes siguieran ensombreciendo el escenario.

Extenuado, Thor se giró buscando a Loki. Pareciera como si aún le desubicara tener el exclusivo campo visual de su ojo izquierdo. El azabache estaba empapado, mostrándole una sonrisa. Relativamente, no había pasado tanto tiempo desde la última vez que se tuvieron de frente, pero con todo lo que había atentado, para Thor transcurrió casi un siglo.

— Hermano —el dios del trueno empezó a caminar hacia él.

Loki saboreó la dicha de darle un fuerte abrazo, de sentirlo, de agradecerle por no dejarlo en desamparo. El colmo fue que alguien que no era Thor llegó primero a sus brazos.

— Chispitas, no me dijiste que tu hermano fuera toda una belleza.

— Gran Maestro... —empezó a decir Thor, deteniendo su andar y contemplando con extrañeza.

Loki gruñó. Acto seguido, apuñaló al viejo para ahuyentarlo por las malas.

— ¡Ah!, cariño, necesitas más que eso para matarme —retrocedió risueño, presionando su leve sangrado.

Como era de esperarse, Peter no se quedó con los brazos cruzados, lanzó una telaraña al individuo de la túnica haciéndolo caer. Una sonrisa de satisfacción se escondió bajo su máscara.

— ¡Chico araña! —Thor se vio feliz de ver a aquel supuesto vengador.

— Hombre Araña —corrigió Peter, quitándose la máscara—. Señor Thor, es mucho más increíble de lo que imaginaba.

El mencionado se distrajo un segundo, viendo por detrás de los menores en inspección de un tercero. Loki pareció adivinar a quien buscaba su hermano, haciendo un ademán con su cabeza para señalarle al castaño.

¡Vaya, con que ese era el chico! A decir verdad, Thor tenía bastantes expectativas que el joven terminaba pareciéndole tan... banal.

— Tú eres más pequeño de lo recuerdo —comentó Thor, apretando su mano contra el hombro de Peter, comprobando su musculatura bajo esa malla roja.

Peter no supo cómo tomarse eso.

— Thor, ¿qué demonios pasó? —la pregunta de Loki abarcaba desde el cabello corto hasta la ausencia de un ojo, sin excluir a la chica que en esos momentos estaba chocando los puños con Hulk, ni al viejo extravagante o a la sociable piedra.

La araña y la serpienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora