Desesperación (Capítulo 9).

164 19 0
                                    

La noche había transcurrido con muy poca calma, el sol se estaba haciendo presente en los territorios del norte, la brisa fresca de la mañana se sentía por todos lados y el canto de las aves se escuchaba entre los árboles, los animales estaban comenzando a despertar. La calma y silencio se vieron interrumpidos por el ruido que hacía un enorme lobo rojizo al correr por el bosque, su respiración agitada se escuchaba con fuerza y el rastro que dejo bajo sus patas era notorio debido a su gran tamaño, dejando enormes huellas en la tierra.

—Estoy en serios problemas.....—Se dijo a sí mismo mientas apresurado corría velozmente hacia su territorio esquivando con gran agilidad los árboles y obstáculos que se interponían en su camino.

El sol estaba por salir, el cielo dejó las tinieblas para dar paso a un hermoso cielo rosado, anaranjado y con pequeños tonos de azul, estaba amaneciendo; sin duda esa era la mañana más importante de las manadas pues ese día nacerían nuevos alfas, protectores de sus familias.


•••••

—¡¿Donde demonios está natsu!?....ya esta amaneciendo.....—preocupado el ahora ex-alfa del bosque temía lo peor, si su hijo no se había unido a una pareja no será el próximo alfa y la manada quedaría desprotegida y serían destruidos por las otras.

—Tu hijo es igual de cabeza hueca que tu Igneel....— dijo el ahora ex-beta de la manada Mirando a su amigo con una expresión de preocupación.

al menos Natsu estará bien pero que hay de lissana?—el lobo albino le dijo a su ex-alfa mientras le miraba con reproche y preocupación por su hija que no regresaba.
—ella no es cazadora... que tal si le pasó algo a mi querida hija por culpa de tu estúpido hijo!— el lobo blanco  grito y mostró sus colmillos hacia su amigo de forma amenazante, a pesar de ser su ahora ex-alfa,  se veía bastante preocupado, pues era normal, desde el fin de la luna azul este tenía un mal presentimiento y más aún ahora que su hija no regresaba.

—¡Mi hijo no tiene la culpa!... Debió pasar algo realmente importante para que Natsu actuará así— dijo el ex-alfa Igneel mostrando de la misma manera sus colmillos y asumiendo una postura de autoridad que no servía de nada pues el beta es el único capaz de contradecir al alfa Y hacer le frente
—Natsu no nos abandonaría y menos en una situación tan importante como la susesion— dijo este mirando a su amigo y al hacer lo pudo ver su expresión, la preocupación de padre por su hija querida se notaba en sus ojos, y no era para menos, el de sentía de la misma manera.

—¿¡Que pudo haber sido más importante que la ceremonia de luna!? Dímelo Igneel— el ex-beta miro a su amigo con irá
—Mas importante que la manada, ¡más importante que mi Hija!— respondió furioso y alterado levantando el tono de voz haciendo que algunos lobos cercanos voltearon a ver los, la discusión se estaba poniendo algo acalorada entre los ahora ex-lideres del bosque.

Al ver lo así el ex-alfa decidió no decir nada más, pues ciertamente su amigo tenía razón, en parte y por otro lado la preocupación por la desaparición de la menor de sus hijos lo hacía dejar se llevar por la irá.

—Amigo mío..... le sol está por salir y tocar las montañas, ahora debemos prepara nos para lo que viene—  dijo el ex-alfa con un tono de voz serio pero a la vez se notaba con preocupación, a pesar del acuerdo de paz entre los territorios del norte había otros de los que preocuparse.

Al ver así a su amigo el ex-beta se tranquilizó pues ciertamente si natsu no regresaba entonces debían tomar medidas drásticas para protegerse.

—¿Estarás con migo una vez más mi amigo?— el ex-alfa Igneel miro a su amigo con una sonrisa a lo que este sólo suspiro resignado y su ira se convirtió en una camada preocupación.

— Idiota, Eres un caso perdido y yo tambien por seguir a tu lado— le devolvió la sonrisa de la misma manera —no puedo con tigo....— respondo el albino.

Ambos lobos miraron hacia el cielo esperando el momento en que el sol tocará la montaña, a pesar de no tener un nuevo alfa esto no les impediría proteger a su manada, aún si debían que dar sus vidas para lograr lo.

—Entonces protejamos a nuestra familia— dijo el ex-alfa con un tonó de seguridad en su voz y solo espero mirando hacia la cima de las montañas donde la luz del amanecer estaba por llegar.

—Aun que tengamos que dar nuestra vidas por ello— respondió el ex-beta completando la frase, de la misma manera observó hacia el cielo.

En ese instante, el sol estaba por tocar la cima de la montaña, todos estaban serios y en silencio esperaron el momento del aullido, todos con la insertidumbre ¿que pasaría ahora con la manada?, El cilencio reino en aquel claro dónde los lobos se encontraban, solo esperando.

De repente Una voz que salía del bosque rompió la tensión y el silencio de la manada, todos miraron hacia esa dirección, nadie podía creer lo que estaba viendo.

—¡¡Ya estoy aquí!!—dijo el ahora nuevo alfa de la manada, Natsu estába llegado de golpe al lugar a toda velocidad,iba tan rápido que no pudo frenar y lo único que lo detuvo fue el cuerpo distraído de su padre quien apenas lo había notado, ambos impactaron contra el suelo alertando a los demás miembros de la manada, el joven alfa había regresado justo a tiempo.

—Nat..... su...— dijo el ex-alfa estando en el suelo debajo de su hijo, cubierto de tierra trato de levantar se pero el peso de su hijo era ahora mayor que antes.

—¡¡llegue a tiempo!! ¡Lo logre!— grito el joven alfa emocionado como si hubiese ganado una carrera, su emoción se detuvo al escuchar la voz de su padre que estaba debajo de el —je... h-hola viejo...— dijo con cierto tono de nerviosismo en su voz, sabía que estaba en grandes problemas.

—¡¿Se puede saber en donde estabas!?tienes idea de lo que has hecho Natsu— dijo el el ex-alfa levantando se y tirando a su hijo al suelo mientras le lanzaba una mirada furiosa y fulminante a lo que el joven alfa sólo pudo tragar saliva del miedo, sin duda alguna su padre era aterrador cuando estaba molesto.

—Es una larga historia papá...— el joven lobo se levanto y sacudió su pelaje, ya más calmado su padre le prestó más atención y pudo notar algo que al principio no pudo ver— Te contaré después, pero por ahora debo anunciar me ante mi manada, ¿no crees?— dijo con una gran sonrisa, sin duda tenía razón.

— Que hijo idiota tengo — dijo resignado pero ya ahora más tranquilo, con Natsu de regreso todo estaría bien ahora, el cambio físico que había tenido su hijo le reconfortó, quizá su mejor amigo tenía razón, de tal palo tal astilla.



•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Hasta aquí un capítulo más.

¿Que pasará con la manada del bosque?
¿Natsu será el nuevo alfa?

Descubra lo en el próximo episodio de.....

~CUENTO DE LUNA~


•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~•~

Cuento de Luna  ~•EDITANDO•~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora