Madrugada Día 6: Deseos

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Estamos acercándonos al final, chicas y chicos. El próximo capítulo es el final de esta historia, me va a dar pena terminarla... Este capítulo contiene MUCHO SEXO EXPLÍCITO. Leer con mucho cuidado y no acompañado de personas sensibles o con problemas del corazón.

Como esta historia no es pornográfica como las otras que he escrito, me he cortado un poquito con los palabros vulgares y lo he hecho con delicadeza, como a mí me gustaría que me lo hicieran jajajajjaja así que espero que os guste el estilo y lo disfrutéis. Mi intención es que sea excitante y romántico a la vez, ¿lo conseguiré?

NOTA: La ilustración no me pertenece, pertenece a @HujiXv (twitter)

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El tacto de sus labios era más suave de lo que había imaginado.

No podía parar de acariciarlos con los suyos, colando la punta de su lengua en la boca del androide, acariciando a su vez la lengua de éste, que se estremecía y suspiraba, excitado cada vez más, con cada caricia húmeda y tierna que le propiciaba el teniente.

Se encontraban en la cama, Connor bajo el peso del cuerpo de Hank, que seguía sobre el androide, a petición de éste, que lo había empujado hacia la cama para demandarle aquellos soñados besos.

No sabía qué estaba pasando entre ellos, pero lo que sí sabía Hank es que no quería que parase. El calor corporal subía en la habitación, y el androide comenzaba a pasear sus manos por la espalda del mayor, acariciando su nuca, su canoso cabello, sus costados... Hank no pudo aguantar más el calor, y se irguió sobre sus rodillas, separándose del terso rostro del androide, que le dirigió una mirada demandante, rogando por más de sus besos.

Hank se desabrochó la camisa y desnudó su torso, dejando a la vista del androide su pecho y abdomen cubierto de vello corporal. Connor titubeó, pero apoyándose en su codo, se reincorporó, alzó el brazo derecho y acarició suavemente el pecho del teniente, soltando un pequeño gemido al notar el tacto bajo su mano. Un tacto delicioso de piel cálida y rasposa por el vello. Sin poder evitarlo, la piel sintética de sus dedos se desactivó allá donde tocaba al teniente, dejando ver sus blancos y brillantes dedos de máquina.

Cuando se dio cuenta, pareció asustarse y tuvo la intención de apartar la mano de inmediato, avergonzado por lo que aquello le recordaba que era. Pero Hank le detuvo, cogiéndole la mano delicadamente entre la suya, y llevándosela a sus labios, depositando un delicado beso en cada yema de los metálicos dedos del androide. Connor sintió que sus ojos se humedecían.

En su sistema, todavía delicado por la recuperación de datos, comenzaron a sonar las alarmas. Demasiadas emociones intensas para poder gestionarlas sin riesgos. Pero al fijarse en la mirada de Hank, tan profunda, tan azul, tan sincera, y saber que aquellas emociones humanas eran solo para él, pudo sonreír, olvidándose de sus protocolos de seguridad y dejándose guiar por aquello que sentía dentro de su pecho.

- No tengas miedo... -le susurró Hank, obligando al androide a recostarse de nuevo y volviendo a colocar sus fuertes brazos a cada lado de la cabeza de Connor

- No tengo miedo, teniente... -susurró a su vez Connor, sintiendo cómo un escalofrío le recorría el cuerpo al sentir en su estómago el roce de la piel de Hank. Su pecho desnudo casi rozaba el pecho desnudo de Hank y moría de...¿deseos? de seguir sintiendo el cálido contacto del cuerpo del teniente sobre el suyo. Sentía una enorme necesidad de caricias en todo su ser.

- ¿Estás seguro de que...? Ya sabes... -le preguntó torpemente el teniente, que empezaba a sentir sus mejillas a punto de explotar. Realmente ni él sabía qué es lo que tenía que hacer. Jamás había estado con otro hombre.

El primer verano de Connor [Connor X Hank]Where stories live. Discover now