diez

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Han pasado 5 días desde que todos pudimos estar juntos, los chicos han estado demasiado ocupados con la universidad, clases de música, de baile, y otras cosas. Casi no dialogo con ellos como antes; Baek me ayudó a transferirme de escuela y a organizarme un poco, con Sungyeol no he vuelto a hablar, siempre que lo llamo está ocupado y no puede hablar o viceversa. No se nos ha dado la oportunidad.

En este momento estoy poniéndome al día con el estudio ya que empezaré las clases mañana. Estaba sumergida en mis pensamientos de como sería mi primer día de escuela en corea, en donde lo más probable yo sería la única americana y temía ser rechazada.

Llevaba toda la tarde tirada en la cama con una pila de cuadernos y libros intentando entender todos esos temas difíciles, medio lo logré ya que soy muy distraída y con cualquier cosa me entretengo y me olvido de todo. Tocaron la puerta de mi habitación y eso me sacó de mis pensamientos.

—Adelante.

Suho entró con una charola en la mano y en ella un chocolate caliente con unos pastelitos.

—¿Cómo te encuentras?— Preguntó Suho poniendo la charola en la mesita de noche.

—Cansada—suspiré.

Se sentó en un extremo de la cama y se quedó mirándome. —¿Necesitas ayuda?

—No te preocupes, ve a hacer tus trabajos mejor, yo puedo sola.

—Ya los terminé.

—Ah, pues en ese caso ayúdame con este tema de Álgebra— tiré el libro de álgebra cerca de él abierto en la página.

—¿Matemáticas?— Suspiró y se rascó la cabeza.

—Así es.

—No soy bueno en las matemáticas, ¿puedo ayudarte con otra cosa?

Reí y negué con la cabeza.—No te preocupes.

—Puedo llamar a Chanyeol, él es bueno para las matemáticas.

—No, él debe de estar ocupado.

—Espera voy por él, mientras tanto come algo, debes estar hambrienta.

Asentí y sonreí.—Suho, si él está ocupado no lo molestes.

—Esta bien— dijo saliendo del cuarto y cerrando la puerta.

Comencé a comer, cogí mi celular y me puse a revisar mis redes sociales mientras comía.

Unos minutos después tocaron la puerta de mi habitación.

—Adelante.

Entró Chanyeol esbozando una sonrisa en su rostro.

—¡Hola!— Sonrío.

—Hola Chan— le devolví la sonrisa.

—¿Cómo te encuentras?

—Pues sentada, ¿y tú?

—Me refería a tu estado emocional, pero bueno, yo me encuentro bien— dijo tomando asiento en la silla de mi escritorio.

roommates; sehun y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora