once

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Me desperté por el molesto sonido de la alarma, estaba tan cansada que no me provocaba levantarme, así que decidí apagar la alarma y volverme a dormir, ya tenía la excusa por si me decían algo, sólo diría que mi alarma no se encargó de levantarme.

Estaba durmiendo como nunca, pero fue imposible continuar durmiendo gracias a Baek que abrió la puerta de mi habitación y empezó a hacer ruidos molestos.

—¡Buenos días dormilona!— Gritó Baek.

Gruñí y me cubrí con las sábanas.

—Toma— Baek me tiró el uniforme de la nueva escuela.— Cámbiate y te espero abajo, linda.— Salió de la habitación y cerró la puerta.

—Está bien— dije un poco molesta y somnolienta, me paré de la cama y me metí al baño.

Me di un baño de 20 minutos, me coloqué el uniforme de la nueva escuela, su falda era escocesa cuatro dedos arriba de mi rodilla, con una camisa formal, un moño en su cuello igual que la falda, zapatos negros, medias blancas o negras, y una chaqueta con bordados blancos y un dije en un lado (Imagen en multimedia).

Peiné un poco mi cabello, guardé unos cuantos libros y cuadernos en mi mochila y bajé a la cocina. Vi a Baek sentado en la mesa comiendo su desayuno, cuando me vio abrió sus ojos como platos y sonrío.

—¡Te ves hermosa!— dijo mientras no dejaba de mirarme de arriba a abajo.

Reí y me senté en una silla de la mesa.

—Gracias— sonreí.

—De nada, linda ¿quieres desayunar?

Asentí.

—Bien— se paró, cogió dos platos, en ellos puso, de a dos panes tostados con huevo frito, tocino y sirvió jugo de naranja en dos vasos. Puso un plato con el jugo al frente mío y el otro lo puso en la silla que está frente a mi.

—Gracias— sonreí.

El me devolvió la sonrisa y salió de la cocina.

—¡Sehun! ¿¡Te demoras mucho!?— Escuché gritar a Baek, pero no presté atención y empecé a comer.

Baek volvió a la cocina un poco molesto, se sentó a mi lado y siguió comiendo su desayuno.

—¿Y los chicos?— Pregunté.

—Ya se fueron, pero sólo estamos Sehun, tú y yo. Te llevaremos a la escuela y de ahí iremos a la universidad.

—¿No asisten a la misma universidad todos?

—Si, pero somos de diferente facultad.

Asentí.

—¿Y qué tal estás?, ¿cómo te sientes?, ¿nerviosa?, ¿asustada?— Baek empezó a cuestionarme y yo sólo reí.

— Por lo menos déjala respirar, ¿no? — Dijo Sehun entrando a la cocina y sentándose en la silla donde estaba su desayuno.

— Lo lamento, pero es que me emociona saber que va a asistir a una escuela completamente distinta a las que hay en su país— dijo Baek apuntándome con su dedo índice.

roommates; sehun y túWhere stories live. Discover now