Vegeta y Goku conocen a una chica en el torneo de las artes marciales, de la cual ambos quedan terriblemente enamorados, pero llegan a un acuerdo que consiste en que el ganador del torneo podrá quedarse con la chica.
02/10/16
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Regresaron al lugar del que habían partido, era la habitación en la que Hiroki se encontraba recuperándose. Una ligera sorpresa se instaló en el rostro de la fémina al percatarse de que únicamente se encontraban ellos dos dentro; su hermano se había marchado. Viró hacia el reloj de pared que había a su derecha, sintiéndose aliviada de que el evento principal aún no hubiese iniciado.
—Tengo que buscar a mi hermano. —dejó ir la mano del saiyajin que sostenía la suya. Goku sintió un vacío al perder tal calidez— Fue muy agradable conversar contigo, Goku. —abrió la puerta, para después mirarlo por sobre el hombro— Gracias por confiar en mí, te aseguro que ninguna palabra saldrá de mis labios.
Le sonrió, y por alguna razón que no terminaba de entender, le pareció deslumbrante. El azabache asintió mientras la observaba retirarse, después decidió imitar sus acciones. Liberó con fuerza el aire en sus pulmones, sentía como algo crecía cada vez más dentro de su pecho, y aunque no tenía idea del porqué, esa sensación no le disgustada del todo. Posteriormente, se sujetó con extrema fuerza al pilar que se mantenía a su derecha. El golpe que recibió en su mejilla casi le hizo azotar contra el suelo.
—Maldita sabandija. —fue lo primero que pudo escuchar. Anonadado, miró hacia aquel que lo atacó— ¿¡Dónde demonios crees que te metiste durante todo éste tiempo!? —la furia de Vegeta era casi palpable. Goku estaba confundido, ¿a qué se debería el molesto y abrupto actuar del saiyajin frente suyo?, ¿quizás le enfurecía pensar en que podrían haber perdido su combate juntos?— Sé con quién estuviste. —enmarcó una ceja. ¿Acaso Vegeta...? Sí, lo había notado. ¿Qué sentido tenía pronunciar esas palabras si no estaba interesado en ella? Sus facciones se endurecieron— No tengo idea alguna de como lograste conseguir su perdón después de intentar asesinar a su hermano. ¡Pero eso no te da derecho a creerte cercano a ella!
Goku recuperó la compostura, se irguió con la intención de demostrar el nulo temor que le tenía. Ignoró el dolor en su propio rostro, estaba decidido a enfrentar a su rival.
—Que hiciera eso fue idea tuya, Vegeta. —le recordó, sintiendo su cuerpo extrañamente tenso— Tú me alentaste a hacerlo, aún sabiendo que era capaz de asesinarlo debido a lo extraño que me sentía al pensar en ellos juntos.
Rio fuerte, el eco únicamente incremento el volumen, se sentía increíblemente complacido con los resultados de sus acciones. Parecía que Goku finalmente pudo darse cuenta del porqué se había tomado la molestia de dirigirle la palabra antes de combatir. ¿Acaso creyó que lo suyo era amistad?
—Eso está más que claro, Kakarotto. —su sonrisa desvergonzada, llena de orgullo y superioridad, finalmente apareció— ¿Qué pensaste?, ¿qué perdería la oportunidad de deshacerme de mi única y miserable competencia?
Las pobladas cejas de Goku se elevaron con sorpresa, sus ojos cargados en resentimientos exigían una respuesta del príncipe saiyajin. Maldición, ¡necesitaba que aclarara de una vez sus palabras!
