Prólogo

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Realmente caminé a pasos apresurados ya que me daba un poco de vergüenza correr por las calles, pero aún así no llegué a tiempo, dos minutos tarde, para ser exactos.
Con un suspiro me adentré al gran edificio empresarial al cual tan solo ayer fui aceptado como nuevo programador de publicidad.
Me sentía bastante feliz y relajado al saber que conseguí un trabajo en algo que me gusta y ganaré dinero por ello. No es como si lo necesitara ya que mis padres me ayudan bastante, pero supongo que siempre es bueno tener una carta bajo la manga.

"¿Han Jisung?"

Asentí al jefe de la unidad en que trabajaría. Se veía de mi altura y con una presencia bastante aterradora, más sus ojos delataban cansancio y estrés.

"Al ser nuevo, obtendrás la oficina del fondo. Ahora dime... ¿realmente eres hijo del ceo Han?"

Me extrañé cuando mencionó aquella oficina y el hecho que destacó que estaba en el 'fondo', también me tomó de sorpresa lo rapido que sacó conclusiones.

"Ah, sí. Supongo que le sorprende que siendo su hijo, trabaje para la competencia, pero es que no quería que muchos hicieran rumores... ya sabe, por preferencia o cosas por el estilo"

"¡Ah! Entiendo perfectamente, bueno... ¡bienvenido seas Han! Hoy hay poco trabajo, así que no creo que debas hacer mucho más que conocer a tus compañeros de trabajo y adecuarte a tu oficina"

Entramos al ascensor, estaba lleno de personas.
Sin razón, observé demás el tablero de niveles del edificio, todos estaban marcados en los pisos superiores pero mi jefe presionó el nivel menos uno. Extrañamente era el único botón que se encontraba bastante arruinado y el arco de luz alrededor de este era bastante tenue y de color rojo a diferencia de los otros que era color dorado.

"¿Nuestra unidad está abajo?"

"Asi es. Si te soy sincero, mi jefe no nos considera tan importantes y nos envió al último nivel"

"P-pero... nosotros creamos toda la publicidad para la empresa, ¿no es así?"

"Estás en lo correcto, sin nuestro trabajo nada de esto funcionaría. A mi opinión, hacemos un mejor trabajo que los accionistas desde el nivel tres al ocho"

Y es así como se creó un silencio tenso en la cabina de metal, ya que todos los demás detrás de nosotros, tenían caras de ser accionistas o secretarias.

Una vez todos bajaron, nosotros bajamos nuevamente, pero esta vez literalmente.
Conté los niveles desde el doce hasta el tres, que es cuando mi jefe volvió a hablar.

"¡Oh! pero que modales, lo lamento. Me presento, mi nombre es Bang Chan. Lamento mi descoordinación entre mis acciones, es que estoy algo estresado."

"No se preocupe. Estoy seguro que será agradable trabajar con usted y su equipo. Daré lo mejor de mí"

Soltó una empática carcajada y calló. Las puertas de metal se abrieron y dieron paso a la vista frente a mí. Un lúgubre pasillo en el cual inmediatamente al salir del ascensor, había una puerta a cada lado. Luego el espacio se abría a una especie de living o centro, pero no logré ver con qué contaba. Finalmente, al final del pasillo había una puerta.

¿Será aquella la puerta de la que habló Chan?

Se veía normal. Blanca, alta, con una perilla algo vieja pero nada fuera de lo ordinario para una oficina.

"Ven, te presentaré a los chicos"

Efectivamente era un living, sofás, televisión, maquinas de café, un gran refrigerador y hasta una pequeña cocina.

Allí sentados, habían dos chicos. Uno que se veía alto, de cuerpo delgado y facciones faciales impresionantes, muy atractivo para estar encerrado en una oficina de mala calidad. Por otro lado, el otro chico era más bajo y pequeño pero con pecas atractivas atravesando sus mejillas.

"Bueno Han, ellos son Hwang Hyunjin y Lee Felix. Serán tus compañeros desde hoy en adelante"

Hice una pequeña reverencia y aproveché de mostrar una pequeña y natural sonrisa, intentando agradarles.

"Es un gusto conocerlos. Mi nombre es Han Jisung. Espero que trabajemos bien"

Ellos me miraron unos segundos y me saludaron con la mano, y el tal Hyunjin susurró un desganado Hola al aire, que informal.

"¿Sucedió algo?"

Felix señaló en dirección al final del pasillo, y yo no me negué a asustarme un poco.

"Oh..."

Chan no dijo más, y me dirigió a la oficina.

"Espero que logres acostumbrarte, de lo contrario... buena suerte con tu padre"

Al decir esto, abrió la puerta, cual se encontraba con llave, y me dejó entrar.

Era amplia, bastante. Al entrar solo veía paredes blancas, sucias, alguna que otra planta de plástico, rota, un escritorio de madera de roble, una silla de cuero bastante antigua y algún que otro cuadro chueco, también algunas cajas vacías y otras cerradas.

"Lamento el estado, pero no tuvimos tiempo de ordenar y organizar estas cosas. De todas formas, te da la oportunidad de decorarla como quieras, esta oficina es toda tuya."

"¿Cada uno tiene su propia oficina?"

"Algo así. Yo no trabajo aquí todo el tiempo, ya que yo manejo la distribucion de las propagandas. Tu y los chicos son los diseñadores, ellos comparten una oficina del otro extremo del pasillo"

Asentí comprendiendo.

"Si quieres puedes tirar esas cajas, son cosas del antiguo trabajador"

De alguna extraña manera, se sentía ameno, pero me sentía algo inquieto.

Un nivel bajo el infierno [STRAY KIDS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora