Capítulo 2. Aroma a miel y vainilla.

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Días pasaron desde aquel suceso al cual aún no puedo nombrar. Fue algo fuera de lo normal, estoy seguro y también estoy seguro de no habérmelo imaginado, no estoy loco ni estresado. Aquello, debió de suceder.
De todas formas, me siento bastante tranquilo en mi oficina, el ambiente está en silencio puro y a lo más logro escuchar a HyunJin y Felix reír en el área de descanso, seguramente por alguna broma, que espero, no sea en mi contra.

Esta mañana terminé de reordenar y decorar el espacio. Decidí cambiar todo menos los inmuebles tales como el escritorio, la silla y la estantería de libros que en un principio no noté, y la cual estaba repleta de libros de suspenso, bastantes de Stephen King y eso me gustaba. Leer terror y suspenso era algo que disfrutaba bastante.

Por otra parte, coloqué algunos cuadros de fotos de mis amigos y mi familia, y otro de mí mismo en uno de mis viajes a Malasia, también cambié el foco de la luz y ahora se veía todo claro y frío, a comparación del foco de opaca luz cálida que había antes y costaba enfocar la vista para leer algo.
Más que eso, no hice.

El diario de vida, recordé.
Está allí, intacto en la estantería.
Luego de lo que dijo Hyunjin, pensé que tal vez estaba en lo correcto y sería de mala educación leer algo tan íntimo de otra persona.
Pero ahora que lo pienso con cuidado, ¿por qué alguien abandonaría un diario de vida?  ¿acaso no pensó que otra persona pudiera leerlo? O tal vez... ¡tal vez quería que alguien lo leyera!
Podría ser una opción, o tan solo estoy creando excusas para poder calmar mi sed de curiosidad, de cualquier forma me sirve para convencerme.

Sin más pensamientos me dirigí a la estantería, cogí el libro y volví a mi sitio.
Lo abrí con cuidado, ya que el encuadernado de cuero se veía viejo y roto. Frágil.

"Marzo veinte, año mil novecientos noventa y siete.

Pienso y pienso, más nunca escribo. Menos digo.
Aquí estoy, en la cúspide de mi intolerancia ante la paranoia, perdiendo la cabeza por culpa de mi masoquismo.
Quiero llorar,  pero no es correcto. Sería un sinvergüenza considerando que yo comencé todo esto.
Los dulces susurros son cercanos y dignos de escuchar sin miedo; entonces, ¿por qué les temo?
Ya no sé ni qué sucede a mi alrededor, tengo espasmos cuando escucho su voz... pero la amo tanto... no.
Aromas son lo único que me calman, eso y mi querido amigo.
Es todo en esta corta travesía, pero no termina. No aquí.

Minho."

Wow.

No existe otra expresión.
Palabras exquisitas pero llenas de locura, ¿quien habrá sido este chico? ¿qué sucedió con él?
Me intriga, bastante.

Pero no quiero meterme en algo que no puedo controlar, y lo digo ya que tengo sospechas de que algo grande sucedió, tal vez con esta oficina, tal vez con este chico, tal ve con su historia, tal vez con su destino.

Salté de mi asiento para volver a caer, ya que un fuerte golpe se sintió en la puerta, tal como si alguien se hubiese tirado contra ésta.

"¿Hyunjin?"

Llamé.

"¿Felix?"

Pero nadie contestó.
Y tal como un gato, me entró la curiosidad.
Fui hasta allá, abrí con lentitud y miré, pero no logré procesar la vista ante mis ojos.

"¿Qué mierda?"

Frente a mí,  estaba la oficina pero todo era diferente. Las luces eran opacas, habían sofás antiguos, mesas de roble, ventiladores en las lamparas del techo, un televisor gigante y una radio a un lado. Todo era antiguo, incluso el olor.

Un aroma a... miel y vainilla.

Tengo miedo, mierda. ¿dónde estoy?
Todo era tan nostalgico, se sentía como si hubiese viajado en el tiempo.
Como si....

No lo aguanté. Cerré la puerta y me giré a mi oficina con los ojos fuertemente cerrados, sin querer moverme por miedo a verme en el mismo lugar.

Pero quise ser fuerte y los abrí. Por suerte me encontré todo vuelta a la normalidad.

"¿Jisung? Necesito que revises un nuevo proyecto de un comercial."

¡Pero que voz tan maravillosa tenía Hyunjin!
Abrí con rapidez la puerta, y le vi con su usual rostro guapo y desganado, tal y como le conocí.

"Inmediatamente y con mucho gusto, vamos."

Se extrañó ante mi animo, lo vi en su expresión y su ceja alzada, pero no me importó. Él no entendería.

Un nivel bajo el infierno [STRAY KIDS]Where stories live. Discover now