Capitulo 2: Amiga Cuadrúpeda

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El Castillo de Hyrule volvía a ser el mismo lugar que Link recordaba, él y Zelda se encontraban en el patio del castillo (sitió en dónde se conocieron por primera vez), cuando un guardia entró con un mensaje para ellos, se les invitaba a una fiesta en el Rancho Lon - Lon para celebrar que la paz había vuelto al reino –será divertido –dijo ella mirando a su amigo –mucho, hace tiempo que no veo a Malon, así podré aprovechar para devolverle a Epona –dijo, ella notó como su mirada se entristecía antes de que él bajará la vista –voy a verla –dijo con voz entrecortada dando media vuelta y echando a correr, Zelda pudo ver una lágrima brillar en su mejilla.

Link llegó al establo dónde estaban los caballos, Epona levantó la cabeza al escucharlo entrar, el chico se acercó a donde ella estaba –hola Epona –la saludó mientras abría la puerta del compartimento y entraba sacando una manzana para ella –mirá lo que te traje –le dijo mientras extendía la mano, Epona se comió la manzana alegremente mientras él miraba a su alrededor, en ese momento se percato del caballo blanco que los miraba con curiosidad –también me acuerdo de tí –dijo acercándose al animal –toma, también tengo una para tí –el caballo tomó la manzana y se la comió mientras Link lo acariciaba, Epona los miró y tocó a su dueño con el hocico para llamar su atención, el chico se volteó para mirarla y no pudo evitar sentir la misma tristeza que sintió en el patio del castillo –te voy a extrañar –le dijo mientras la abrazaba, la yegua lo miró extrañada –tienes que volver con Malon al rancho, ese es tu hogar –dijo con lágrimas en los ojos, ella negó con la cabeza –lo sé... –se le quebró la voz –...yo tampoco quiero que te vayas –el muchacho lloraba abrazado al cuello de Epona y la yegua tenía la cabeza apoyada sobre su hombro, finalmente se separaron mirándose a los ojos, ambos pudieron ver la tristeza reflejada en los ojos del otro, Link dio media vuelta y salió sin mirar atrás, Epona soltó un leve relincho a sus espaldas, una vez afuera se recargo en la pared del establo intentando serenarse, Zelda se le acercó poniéndole una mano sobre el hombro, él levantó la vista –¿Qué pasó? ¿Estás bien? –preguntó ella –Sí, estoy bien –respondió el chico con voz ronca –entraste bien y saliste llorando ¿Qué ocurrió? –preguntó su amiga preocupada, Link respiró profundamente para calmarse antes de responder –tuve que despedirme de mi amiga, fue más difícil de lo que pensé –su amiga lo miró –todas las despedidas son difíciles, unas más que otras, yo sentí lo mismo cuando pensé que tendría que despedirme de ti –explicó –ella no se irá a ningún lado y podrás ir a verla cuando quieras –dijo mientras abrazaba a su amigo, él sólo asintió.

Ya era de noche cuando llegaron al Rancho Lon - Lon, Link se bajó de Epona y caminó hasta el cercado, ya estaban todos reunidos allí, Zelda iba a su lado y Epona se mantenía detrás de ellos como si no quisiera ser vista, Malon se acercó a ellos al verlos entrar –hola Link –saludó alegremente –hola Princesa –dijo haciendo una reverencia –hola Malon –saludaron los dos, la yegua levantó la cabeza y relinchó alegremente pero no intento acercarse a Malon, el chico puso una mano en el costado de Epona quien permanecía a su lado –voy a ir a hablar con el Rey Zora –dijo la princesa mientras se alejaba –de acuerdo –respondió él mientras la miraba alejarse, finalmente se armó de valor, miró a Malon y dijo –vengo a devolverte a Epona –miró a la yegua, la cual puso la cabeza sobre su hombro, Link acarició su hocico –¿De qué estas hablando? –preguntó ella mirándolo con expresión confundida –como que a qué me refiero –replicó el chico –que vine a regresar te a Epona –Malon rió mientras negaba con la cabeza –Epona es tuya Link, tú se la ganaste a Ingo justamente en esa carrera, además ella nunca fue realmente feliz aquí, por eso se escapaba tan a menudo –él sonrió al recordar la primera vez que se topó con la yegua en la pradera de Hyrule, cuando ambos eran pequeños –por eso me alegra tanto que ella te eligiera, tú fuiste la primera persona que pudo montarla y el único que pudo domarla, sólo prométeme una cosa –dijo Malon acariciando a Epona y tomando al muchacho de la mano –que siempre cuidarás bien de ella –Link sonrió al responder –claro que lo haré.

Link, El Héroe del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora