PARTE 2 RESACA

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Pov Jae

No diré que no lo voy a volver a hacer porque sé que lo terminaré haciendo de nuevo. Algún día tengo que hacerme inmune a la resaca de todos modos.

Mi celular sonó. Trate de ignorarlo pero no pude. Abrí los ojos pero el cuarto estaba demasiado oscuro para ver algo. Las pesadas cortinas estaban haciendo un gran trabajo ocultando el sol anunciándome que era de mañana. Pero sentía como si apenas hubiera terminado la noche anterior y necesitara desesperadamente dormir más.

Con mi mano derecha tanteo la mesa de noche hasta que finalmente aterriza en mi celular.

– ¿Qué?–pregunte mientras ponía el celular en mi oído. Mi voz salió demasiado ronca.

–Está es tu llamada para levantarte–dijo Junsu. Su voz sonaba tan atontada y adormilada como la mía– El avión sale en tres horas.

–Si–fue mi respuesta. Estaba con un dolor de cabeza que me punzaba cada vez que hablaba.

Había olvidado por completo que los chicos y yo; íbamos a irnos a visitar a los padres de Yunho.

–Vamos, hyung. No me digas que olvidaste que teníamos que viajar.

–Lo olvide–declare.

– ¿Tienes resaca?

–No vuelco a tomar así en mi vida Su.

Escucho la risa de mi amigo y alejo el celular, este dolor de cabeza no se me iba ir con nada.

– ¿A qué hora pasas por mí?–pregunto

–En quince minutos. Estaré allí.

Cerré el teléfono y saque el cobertor de la cama, el frío aire en mi piel ayudo a levantarme a tal punto que pude llevar mis piernas fuera de la cama, sentarme, y tratar de formar un pensamiento completo.

Entonces las imágenes de la noche anterior llegaron de golpe. Me lleve las manos a mi cabeza. No puedo haber hecho tal cosa.

¿Cómo pude escribir esa carta? En que estaba pensando

Me apresuré a vestirme e intente pensar en una solución; abrí las cortinas para que el sol se filtrara por la ventanas, estuve cegado hasta que mis ojos se acostumbraron.

Mi teléfono volvió a sonar y cuando vi que era Yunho, el pánico me inundo. Si él había recibido la correspondencia. Estaba acabado.

Pero eso no podía suceder, el apenas y vería la carta el lunes en la mañana cuando llegara al trabajo, tenía que idear un plan para recuperarla antes que sea demasiado tarde.

Deje que el teléfono sonara una y otra vez; estaba avergonzado no podía ni hablar con Yunho en estos momentos.

Cuando salí de mi apartamento, oí los autos pitando y el rugiente tráfico en la calle de abajo. Las calles estaban atestadas de gente y eso que eran apenas las siete de la mañana. ¿Qué hacía tanta gente en la mañana? Y en un domingo.

Gritos instantáneos, ruido dondequiera era un caos en las calles. Parecía que había algún festival o yo que sé. Una multitud de jóvenes y mujeres mezclados con varios fotógrafos estaban en la otra esquina.

Me subí al auto sin un plan de por medio, y en mi estado de aturdimiento y resaca solo me quede mirando a la nada.

¿Qué iba hacer? Entonces recordé a Hanna ella tenía que ayudarme. Mire mi brazo y ahí estaba su número. Estaba borrándose pero aún era visible.

ENAMORADO DE MI MEJOR AMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora