Travesura de Cupido

Prólogo

Era una mañana muy tranquila en la mansión Akashi. Akashi Seijuro mejor conocido como Akashi Tijeras Locas Seijuro se encontraba tranquilamente desayunando con su padre cuando le dieron una noticia, que, si bien no le desagradaba del todo, tampoco es que le agradara específicamente.

--Seijuro-- La impotente voz Akashi Masaomi, hizo eco en la cocina dándole un toque aterrador-- Dentro de unos minutos llegará tu prima, se quedará con nosotros por una temporada ya que tu tía tiene un importante trabajo del que encargarse en el extranjero y quiero que tú cuides de ella, durante el tiempo que permanezca aquí, estas libres de tu trabajo en la empresa-- dicho esto su padre se retiró, dando fin a la tranquila mañana de Seijuro.

Adoraba a su prima, era como su hermana pequeña, pero prefería mil veces encargarse de la empresa que cuidarla, pues está a pesar de lucir y actuar bastante adorable, era una Akashi, y una bastante "especial", no era impotente como Seijuro o Masaomi, pero siempre conseguía todo cuanto quería

Akashi Serina con 13 años recién cumplidos era un demonio, y no precisamente por su actitud terca y casi "absolutista", sino porque cada vez que tenía que cuidarla terminaba metido en un problema, como la vez en la que la niña tenía 5 años y se le ocurrió hacer un pastel para su primo, esto no hubiese sido problema si hubiera pedido ayuda y no hubiera incendiado la cocina nada más empezar, y adivinen ¿a quién le echaron la culpa? Correcto al Akashi mayor, y ese, por así decirlo, no había sido el mayor de lo inconvenientes que había tenido en las visitas de su prima, y estaba más que seguro que esta vez no seria diferente, algo haría ese pequeño demonio esta vez, podría apostar toda su fortuna a ello.

Pero, por si eso no era suficiente, actualmente el pelirrojo estaba en la mansión de Tokio, por temas del trabajo de su padre, y porque su escuela había terminado un poco antes, y había acordado, dentro de una hora, una reunión con La generación de los Milagros y algunos extras como los llamaba Akashi, la cual no tenía ni la más mínima intención de cancelar, pues ya hacía tiempo que no se veían, y como su padre dijo -ordenó- que la cuidara, no podía dejarla sola nada más llegar, por lo que tendría que llevarla.

Generación de los idiotas + más idiotas + pequeño demonio pelirrojo = desastre

Y Seijuro estaba más que convencido de esa fórmula, y el nunca se equivoca, de por si los miembros de la Generación de los milagros solos se metían en bastantes problemas (en especial Aomine, Murasakibara y Kise) ahora con una pequeña amante de estos nada podría salir bien, así que a Akashi solo le quedaba rezar y tener bastantes tijeras cerca.