Que empieze el juego

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Volviendo con el Midotaka:

-¡¡¡¡Takao!!!!!-

Takao mantenía los ojos cerrados, creía que su vida había llegado había terminado, asustado por supuesto, esperando el golpe, golpe que nunca llego, por lo contrario, escucho una risa bastante fuerte, por lo que decidió abrir los ojos, quedando impactado con lo que veía

La Zanahoria tsundere, por otro lado, se encontraba igual o más trastornado que el propio pelinegro, pues dada la posición en la que estaba tenía una mejor vista de la situación

¿Qué tenía tan asombrados a ambos jugadores de Shutoku?

Bueno, es una pregunta bastante sencilla de responder la verdad.

Primero que nada, el supuesto “tren” no era más que un pequeño carrito de hotel, con enormes luces pegadas enfrente, lo que hacía que gracias a la oscuridad de la noche unido a lo asustados que estaban ambos chicos no se notase que lo que era realmente, y el ruido al parecer provenía de una bocina en la parte superior del carro, y para rematar el conductor se estaba riendo a carcajadas junto con el famoso “teke teke” quien por cierto ahora con las luces dándole directamente se podía notar que era una persona normal y corriente, solamente que tenía un traje (muy bien hecho cabe destacar), solo que de la mitad para abajo ( justo donde parecía un cuerpo cortado) tenía algo parecido a una saya muy larga de un material de color oscuro que se camuflaje aba bastante bien con la oscuridad y el terreno del bosque

- ¿Q-que está pasando? - pregunto el antiguo jugador de Teiko una vez que pudo medio analizar la situación

Las dos personas que se reían como si eso hubiese sido lo mas divertido del mundo pararon de reír y respondieron casi a la misma vez

-Era una broma-

-¡¡¿B-b-broma?!!-pregunto/grito el pelinegro desde el piso ¿una broma? ¿Por una p*ta broma habían arriesgado a tal grado su pobre salud mental (y digo pobre porque no es que tuviera mucha)?

-Sí, es una broma que preparo Serina-sama-respondió la mujer que había hecho de Teke Teke

-¡Tenían que haber visto sus caras!-y bueno el hombre que manejaba el carrito se seguía riendo como subnormal

Con el Murahimu:

-¡Ahhhhhhhhhhh!- grito el pelinegro alejándose de aquella mujer que le había tocado el hombro cayendo de por consecuencia al lago que se encontraba detrás de él

-¡Muro-chin!-grito Murasakibara lanzándose al lago para sacar a Himuro, quien debido al shock del momento no podía hacer más que chapotear tratando de no hundirse  

Una vez que lo saco del agua, Murasakibara miro hacia arriba “esperando” ver a la “mujer” que había provocado que su amigo cayera al agua, pero contrario de lo que pensó, se encontraba una mujer joven con el mismo atuendo que aquella cosa que lo miraba con cara preocupada

-¿Esta bien?-dijo refiriéndose a Himuro, a lo que Murasakibara la miro confundido y el pelinegro levanto la cabeza después de recuperar el aliento- Lo siento no pensé que caerías al lago-dijo apenada la mujer

-¿Q-quien?-pregunto confundido el pelinegro

-Serina-sama nos pagó para que viniéramos a haceros una pequeña broma, pero realmente nunca pensé que caerías al lago-dijo nuevamente la mujer, pues eso había sido peligroso dada la profundidad del lago

-¿Serina?-pregunto el pelinegro

-¿Nos?-pregunto, sorprendentemente Murasakibara, y digo sorprendentemente pues no es que el sea una mente muy inteligente

Travesura de CupidoWhere stories live. Discover now