Inevitable [Naruto y Sasuke]

III

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-Naruto.. no te vayas..

El rubio se había sentado en la cama y se estaba vistiendo. En realidad no tenía ni pizca de ganas de irse. Pero ya era de madrugada y mañana tenía una misión por lo que tenía que ir a dormir a su cama.

-Tengo que ir a casa.

-Jamás te ha importado quedarte antes. Tanto tú como yo, a menudo dormimos en la casa del otro. Quédate. -Le pidió de nuevo.

-No, Sasuke. No es mi casa. -La perspectiva de salir al aire helado de la noche y caminar por la nieve no le resultaba para nada atractiva, pero no quedaba de otra.

-Está bien. Lárgate de una vez. -Lo empujó con su pierna tirándolo de su cama.

-¿Qué haces, teme? -Se quejó desde el suelo con los pantalones a medio colocar.

-Es lo que quieres, ¿no? Pues lárgate.. Lárgate de una vez y déjame dormir. -Se cubrió con los cobertores y le dió la espalda ofendido.

-No, esto no es lo que yo quiero. Es lo que tú quieres. Y lo sabes bien.. -¡Cómo le gustaría poder quedarse a dormir abrazado a su cálido cuerpo!

-Cállate, te dije que me dejaras dormir.

Naruto se terminó de vestir en silencio. Se guardó su banda ninja en el bolsillo y se acercó a darle un beso en la frente de Sasuke.

-Nos vemos después, dattebayo.. -Le dijo antes de salir de la habitación.

Llegó a la puerta de entrada de la casa de Sasuke y se estaba colocando las sandalias en el genkan, antes de marcharse. Al levantar su vista, Sasuke estaba en la puerta con apenas un bóxer negro como vestimenta.

-Naruto, quédate. -Le pidió de nuevo. No se podía creer tener que estar "suplicando" otra vez a ese dobe.

-Sasuke.. -Le dijo en tono de advertencia.

-Naruto, de aquí no te irás. -Lo amenazó sensualmente.

-No me jodas, teme..

Intentó apartarlo de la puerta para lograr irse pero en un rápido movimiento Sasuke lo tumbó en el suelo subiéndose a horcajadas de él, y le sonrió victorioso y arrogante.

-Sasuke.. -La mirada de mar se veía furiosa. Pero quería comprobar que era lo que pretendía ese arrogante y sexy azabache que lo tenía loco perdido.

-Naruto.. -Bajó lentamente a sus labios rozándolos con su aliento.

No hacía falta mucho para seducir a ese rubio tonto, y Sasuke lo sabía perfectamente. Bien, si no se quería quedar por las buenas él debería ponerse más persuasivo. Su mano recorría su cuello con una suave caricia, mientras su nariz se enterró por el otro costado disfrutando de su aroma. Él ciertamente ya estaba duro por su rubio. Comenzó a lamer y besar esa sensible zona de su novio. Debía de serlo, no era su amante ni su amigo, era la mejor conjunción entre ambas cosas. Era su maldito, condenado, terco y sexy novio, que quería dejarlo solo en su cama.

-Hn.. -Gimió el Uzumaki aunque no quería. Demonios. Si no hacía algo pronto, Sasuke se saldría con la suya. Sus erecciones se rozaban deliciosamente y él pronto dejaría de razonar.

Lo empujó de los hombros y lo tumbó en el suelo. Ahora era Sasuke quien estaba tumbado. Naruto se adueñó de sus labios distrayéndolo y cuando el azabache quiso darse cuenta se había quedado en el suelo del genkan de su casa completamente solo.

-Estúpido dobe.. -Se quejó mientras se cubría los ojos con su antebrazo.

Un par de días pasaron y ninguno buscaba al otro.