El Príncipe.

CAPÍTULO 24.

—Señorita despierte — alguien mueve mi brazo, me quejo y tapó con la almohada mi cara.

—¿Qué sucede? — susurro, escuchó una pequeña risa.

—Hoy es el día señorita— dice esa misma voz.

—¿Qué día? —pregunto, la verdad es que sigo un poco dormida.

—Hoy es 4 de octubre —responde, yo ruedo los ojos.

—¿Y qué sucede? — pregunto quitando levemente la almohada de mi rostro.

—Señorita Alex, hoy es su boda.

Y con esa simple palabra logra hacer que me levanté de un salto.

Lo había olvidado, mierda...

—¿Qué hora es? —pregunto mientras me pongo de pie con rapidez.

Joder, joder, joder...

—Las 11:30, todos la están esperando en la otra habitación para arreglarla para su boda—me lo hace saber, yo asiento agradeciéndole, corro al baño, cuando entro el perfume de Ares me llega de lleno, sonrió, ahora duermo con él en su habitación desde hace ya dos semanas, lamentablemente ayer él tuvo que ir dormir a una habitación al otro extremo, insistí que fuera yo, pero él se negó, ya saben costumbres y su madre lo obligó.

Tomo una ducha, me pongo ropa interior, un short y una blusa con mis converse, cuando salgo a la habitación veo que la cama ya está arreglada y hay ¿comida?

Me acerco y veo una nota

"Supuse que acabas de despertar , desayuna bien amor, hoy es el gran día"
"A"

Sonrió nuevamente, desayuno lo más rápido que puedo y al terminar entra una amigable empleada quien recoge los platos y se van con una sonrisa en su rostro, corro a la habitación de alado luego de cepillar mis dientes y veo un montón de gente esperándome.

—Hasta que al fin se despierta, Alex —dice Emily, ella es la encargada de mi maquillaje, yo sonrió inocentemente pidiendo una silenciosa disculpa, me siento en una silla y así fue como comenzó las horas más desesperantes de mi vida, con tanta gente corriendo de un lado al otro.

🖤🖤

—Esta lista— escuchó la voz de Olivia, me levanto y me miro en el espejo.

—No lo puedo creer— susurro mirándome con sorpresa.

—Gracias— digo agradeciendo a todos los que están en la habitación.

—Nosotros nos retiramos, el rey dijo que espere aquí—me indica Emily, yo asiento sonriendo, camino de un lado al otro en la habitación nerviosa, en una hora me voy a casar con Ares, jadeo emocionada y a la vez un poco asustada.

Escuchó como la puerta se abre, alzó la mirada.

—Mamá—susurro en un hilo de voz al ver a la mujer que me crio frente a mí con un bonito vestido, mis ojos se cristalizan.

—Hola bonita— pronuncia con sus ojos llenos de lágrimas y una sonrisa sobre su rostro, corro abrazarla.

—Mami—susurro otra vez, ella me apega más.

—No llores, recuerda el maquillaje— dice al separarnos, yo río mientras limpio las lágrimas al igual que lo hace con ella.

—¿Qué haces aquí? — pregunto con confusión.

—Crees que me perdería la boda de mi hija—habla tocándose el pecho indignada, yo río y la vuelvo abrazar, no puedo estar más feliz.

—Te traje esto. —me extiende un broche muy bonito, lo tomo entre mis manos admirándolo.