Admiradoras.

424 75 12
                                    

Mo Guan Shan

Por alguna extraña razón termine junto al bastardo y sus fans, ¿Saben donde? En un estúpido Karaoke. Fue terrible, todas le cantaron feliz cumpleaños, aun que fue gracioso en cierto modo porque varias se estaban peleando por tomar el micrófono y cantarle de cercas, querían hacerlo al estilo Marilyn Monroe, pero terminaron discutiendo y arruinando la canción. 

No quisiera omitir detalles, pero también quisiera resumirlo, así que logramos escaparnos de ellas. ¿Como? Ni yo mismo lo se, solo se que He Tian recibió una llamada y ya estaba un coche afuera esperándonos, bueno habían dos, uno para las fans y otro para nosotros

Eran aproximadamente las 6 pm, llegamos a su casa, estaba nervioso, pensé que al fin conocería a los padres del bastardo, pero al parecer solo se tomaron la molestia de enviarle flores y un pastel. Sentí que se me hundía el corazón, He Tian podrá ser un fastidioso bueno para nada, pero de igual modo no deja de ser una cosa con sentimientos. El día estaba nublado y había comenzado a llover, como si todo concordara para ser algo triste, en su rostro no había rastros de apatía o tristeza, se le veía sereno hasta incluso alegre. 

Volteo a verme y me dijo: –¿Que me vas a preparar de cenar? Es mi cumpleaños– eso me confino lo que sospechaba, nadie mas vendría. Ni siquiera Jian Yi y su amigo el parlanchin cara alegre. 

Me dirigí a la cocina, me puse el mandil que había comprado, al principio no me molesto usarlo, aun que después cuando He Tian lo miro me causo un poco de vergüenza. El bastardo me dio dinero para comprar un regalo, pude habérmelo quedado y solo comprarle una caja de chocolates baratos, pero sucedió algo extraño en mi. Me nació darle un buen obsequio, compre dos mandiles, el mio era negro, había sido impreso con las palabras "El cocinero del jefe", el de He Tian era naranja y decía "Yo soy el jefe". No me pregunten porque ni siquiera yo se la razón del porque lo hice. 

Admito que la idea me avergonzaba de algún modo, pero nunca creí que eso provocaría algo taaaaaaan extremo como lo que sucedió. He Tian me miro tan atentamente, estaba impresionado por el mandil, ni siquiera tenia palabras al respecto, así que cuando lance el mandil naranja y lo miro lo que esperaba era verlo a el acercarse, colocárselo, darme las gracias y ayudarme a preparar la comida. Pero no, lo que hizo fue demasiado inesperado. 

–¡He-e Tian bastardo! ¡Suéltame! – Me abrazo muy fuerte, pero no, eso no fue lo peor, eso estaba por venir. Sentí que se me revolvía el estomago cuando mire su cara muy cercas, no me malentiendan sabia que era lo que sucedería pero al mismo tiempo lo ignoraba, o eso quería hacerlo. 

Birthday dinnerWhere stories live. Discover now