Chico Cloro - Jeon JungKook.

Ocho.

—Bueno campeón, entonces toda tuya.—Ni Jeon mismo se podía creer lo que estaba diciendo.

—No... Soy un maldito sucio como tú, me convertí en una persona horrible.

Había tomado una decisión desde que había salido del hogar de la joven, todavía no podía creerse en el lío que se había metido sólo por acceder a dinero fácil, pero estaba en problemas. Quizá si hubiese decidido entrar a la universidad cuando mamá aún podía mantenerse en pie y estaba a mi lado, las cosas ahora serían distintas. JiYong siempre criticó el estilo de vida de JungKook, se conocían desde hace bastante y cuando el pelinegro comenzó a adoptar comportamientos dañinos él se alejó abandonándolo, a pesar de que en el presente las cosas se arreglaron, JiYong no puede evitar pensar en tantos errores que cometió en el pasado y los que está construyendo en el presente. Pudiste haber mejorado el futuro de JungKook y el tuyo propio, pero fuiste un adolescente estúpido y los abandonaste, a tu madre y a tu mejor amigo.

—¿Qué piensas hacer entonces, eh?.—Un azabache cabizbajo desviaba la mirada, parece que él también era consciente de lo desastrosa que era su vida y lo maravillosa que pudo haber sido.

Si tan solo no se hubiese dejado llevar por las palabras de los demás...

JiYong soltó un suspiro cansado.

—Me voy a alejar de ella.

Jeon pegó un brinco.

—¿De qué hablas? Pensé que eras su amigo, pensé que te quedarías con ella.

Los recuerdos golpeaban fuertemente la realidad del pelirrojo, esas palabras eran similares a las que le dijo su madre cuando se enteró de los momentos difíciles por los que cursaba su amigo; mentiría si dijera que no se siente culpable y que cada que puede su subconsciente lo atormenta en sus sueños con aquellas memorias.

—No, JungKook, por más que desee quedarme a su lado no puedo.—Tomó algunas hebras de su cabello en desesperación.—Casi daño a alguien totalmente ajeno a la sociedad tan dañina en la que estamos. ¡Esto es una mierda! ¡Agh!—Ahora no solo tomaba las hebras sino que también las jalaba.

—Wow amigo, ¡Cálmate!—Pronunciaba mientras alejaba las manos del otro de su cabello para que evitase auto lesionarse.

JiYong ya un poco más calmado, habló nuevamente.

—Perdona... ¿Jeon?

—Mhm?

—He tomado una decisión—Finalmente levantaba la mirada.—Entraré a la universidad.

—¿De verdad piensas hacerlo?—Jeon abría sus ojos como platos.

—Sí, y tú vienes conmigo.

[ ♠ ]

Al día siguiente, cuando se podía percibir la brisa fresca de la mañana y podía captar el suave aroma a menta en el aire, Adriana salía con prisa de su casa, estaba preocupada por JiYong quién desde que había dejado su casa ayer en la mañana no respondía sus mensajes o llamadas. Llevaba unas tostadas en su mochila y un café caliente recién preparado, estaba segura de que quizá tendría hambre pues el hombre no era amante de tomar el desayuno. Olor a marihuana comenzó a llenar sus cavidades nasales indicándole que se acercaba a ese barrio de mala muerte donde vivía su amigo, de inmediato sacó el tapabocas de su bolsillo y se lo coloco.