¿Puedo Quedarme Contigo?

55: "Casa"

Al entrar al departamento Ryan se tira al piso.

- ¡Pero que demonios!. - digo con sorpresa.

- Hogar dulce hogar. - dice tirado boca abajo.

- No te acostumbres, es hasta que vaya un cerrajero a tu casa. - digo. - No puedo creer que no te hayan devuelto la mochila.

- Habrán pensado que llevaba una bomba, aunque con su altura y siendo tan idiota parece un niño. - dice Megan.

- Me metí en esa por tu culpa, un "gracias" no vendría mal. - dice Ryan.

- ¿Que demonios hacías ahí? - digo a Megan.

- Es parte de mi nuevo trabajo, soy corresponsal de guerra.

- Si ya decía yo que habías perdido la cabeza. - digo.

- Es un puesto interesante y bien pago.

- Uh si, casi morir es muy interesante. - dice Ryan.

- ¿Podrías ir al sofá? - digo. - Siento que hablo con la alfombra. - miro a Megan. - ¿Enserio buscas morir?

- No es así normalmente, nos metimos en una zona donde no teníamos autorización.

- ¿Por qué haces esas cosas?

- Imaginalo desde tu punto de vista. - dice. - ¿Hasta donde estarías dispuesto a llegar para obtener la foto que tu quieres?

- No haría algo que pone en riesgo mi vida.

- Entonces realmente no tienes pasión por lo que haces. Yo sobrepasé los límites para conseguir la historia que quiero contar, sobre los horrores de ahí dentro y sobre lo que tiene que sufrir la gente a diario, que no tiene más que el instante que están viviendo.

- Vaya, eso sonó bien. - dice Ryan.

- Ya cállate. - dice Megan y lo patea.

- Auch. - dice Ryan agonizante.

Megan suspira. - Lamento haberlos metido en esa.

- Solo ten más cuidado con tu trabajo. - digo.

- ¿Cómo está Patrick? - pregunta Megan.

- Genial, ya sabes, está de vacaciones en un manicomio. Gracias por venir a verlo, por cierto. - digo con sarcasmo.

Ryan se para. - Voy al baño. - dice.

- Duchate, si quieres, puedes sacar ropa de mi armario. - digo.

- Está bien, gracias. - dice y se va, dejándonos solos.

Me dirijo a la cocina. Abro la heladera y saco una botella de agua.

- No vine porque creí que Patrick no querría verme, y tú menos. - dice.

- No necesitabas venir, una llamada de vez en cuando hubiera bastado. - digo y tomo de la botella.

- No te llamaba a tí, pero si a Ryan. Es quien me mantiene al tanto.

- Realmente necesitaba a mis amigos, pero todos creyeron que estaría mejor solo.... Tú, Carter, Joe, Rafael. El único que no me abandono es aquel al que llamás "idiota". Uno conoce a sus verdaderos amigos en la adversidad.