19. Mordida

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Me remuevo, buscando la fuente de calor que ha desaparecido. Gruño un poco, disconforme, tanteando el lugar donde había estado Negan.

- No quiero que me sigas jodiendo Gavin, no me toques los huevos más de lo necesario - abro los ojos, encontrándomelo paseando por la pequeña habitación hablando por el walkie-talkie. - No ha sido Rick, no creo que pueda decirlo más claro.

- O ha sido Rick o los muertos Negan - la voz del hombre se escucha distorsionada por el aparato - no tiene otra explicación.

- Vi los cuerpos con mis propios ojos - bufa Negan - Había sido asesinados y el capullo que lo hizo les lanzó luego a los muertos. Quiero.Al.Culpable. - sisea en el aparato - y como se te ocurra volver a informarme diciéndome que es Rick, Lucille pasará un tiempo contigo.

Apaga el walkie antes de que el otro pueda responder. Me mira entonces, revolviéndose el pelo.

- Siento haberte despertado - se sienta en la cama a mi lado y me da un beso. Me obligo a erguirme. -  Me he tomado la molestia de traer el desayuno mientras roncabas como un puto oso. Tenemos que irnos si no recuerdo mal.

Entrecierro los ojos.

- Yo no ronco Negan - alargo la mano para coger el desayuno, hambrienta. Es la primera vez que no soy yo la que le lleva la comida - ¿Quién lo ha hecho? - cojo una manzana.

- Ni Tanya, ni Amber ni Frankie - coge una tostada, dándole un mordisco - Lo he hecho yo - admite - no me fío ni de mi propia sombra.

Me pongo en pie, cogiendo la manzana con la boca mientras me ato la coleta. Busco mis botas bajo la cama.

- Esta cama es una mierda - comenta Negan mirándome - Nos iremos a la mía a partir de esta noche - se termina la tostada. Me doy un golpe contra la cama al intentar levantarme por la impresión. Salgo de ahí con mis botas y sobándome la cabeza. - Joder, ayer fui un puto plasta de la ostia con todo eso de la confianza. Lo que llegan a conseguir las mujeres.

- ¿Y qué te hace pensar que esto no ha sido puntual? - me pongo las botas, buscando mi libreta.

- La forma en la que me sobabas - me sonrojo - Vamos, no quiero estar allí todo el día. - cojo mi libreta y la coloco en la parte baja de mi espalda, como siempre - Ese cuaderno tuyo es enfermizo.

- Déjame en paz.

Llegamos a Hilltop más o menos a medio día junto con unos cuantos hombres de Negan

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Llegamos a Hilltop más o menos a medio día junto con unos cuantos hombres de Negan. Les ha puesto la excusa de ir a recoger provisiones y asustar un poco a Gregory. Veo a Kai en lo alto de la puerta, vigilando. Una sonrisa ilumina su cara al verme, aunque rápidamente desaparece cuando Negan me agarra de la cintura. 

Por suerte ya camino bastante mejor, la pomada de Alexandría me ha dado la vida. Gregory llega corriendo desde la casa con los ojos como platos. Le sonrío como un lobo. Quizá se me están pegando algunas costumbres de Negan.

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