Nota: Esta historia esta llena de errores de todo tipo, me justificare diciendo que fue de mis primeros escritos. Algún día lo editaré, pero ese día no será hoy. Aún así espero que disfrutes tu lectura.
Él es el dueño de mis sonrisas, mis anhelos...
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Juan Pablo me escribió un poema.
Es algo que no me esperaba y debo confesar que estoy muy feliz de que lo haya hecho. Los únicos poemas que he recibido son los del abuelo en cada cumpleaños, no son tan buenos pero siempre te sacan una risa.
─No entendí absolutamente nada de esta especie de poema. De hecho, el poema tiene rima. Creo que me gusta, es medio extraño. No encuentro el significado de las metáforas.
─No son metáforas ─frunció el ceño ─. Ayer fue mi primer día de trabajo en la cafetería y me ocurrieron dos incidentes. El primero fue con Juan Pablo, él estaba embobado con el teléfono y yo no estaba mirando al frente por lo que chocamos provocando que se me cayera la orden. Fue todo un desastre.
─Vaya, ¿así fue como le hablaste?
─No. Es que deja que te cuente la segunda parte.
─Ay, perdón ─levanto las manos en forma de disculpa ─. Continua con tu entretenido relato.
─Después de eso la abuela me pidió que hiciera arroz con leche y digamos que por accidente el trapo que traía en la mano toco la flama de la estufa y enseguida se prendió en fuego ─llevo una mano a su boca y abrió los ojos haciendo que se le vean más grandes de lo normal ─. Tranquila, mamá llego a tiempo y logro apagarlo. Sigo sin creer como pudo haber pasado, todo sucedió en un abrir y cerrar de ojos.
─Si, las cosas a si pasan. Ya vez cuando un chico logro prenderle fuego a un escusado.
Esa vez casi me orino en los pantalones por el susto y porque ese era el único baño que funcionaba.
─Bueno, al final discutí con mi madre, salí corriendo de la cafetería, fui al parque y de la nada Juan Pablo apareció.
─¿Te persiguió?
─Si, al parecer sintió la necesidad de ir conmigo.
«Te vi salir y sentí la necesidad de venir contigo».
¿Por qué sentiría eso? Ni siquiera me conocía y de hecho sigue sin conocerme.
─Y dime... ─puso una cara picarona ─. ¿Qué tal? ¿Cómo es? ¿Es guapo? Espera, déjame adivinar. ¿Es como Tyler Josehp? ¿Alonso Villalpando? ¿Noah Centineo? ─pregunto emocionada saltando de rodillas en la cama.
─No, Mery ─comencé a reír ─. Nada que ver.
─¿Entonces? Tienes que describírmelo o me volveré más loca.
─Es alto, tiene barba, ojos marrones, traía un sombrero...
Ahora estoy pensando en él. Normalmente suelo olvidar a las personas pero está vez recuerdo todo él y a la perfección, específicamente recuerdo su voz.
─La verdad... es guapo ─confesé ─. Y tiene una banda.
─¿Es cantante? ─abrió la boca ─. Vale, ahorita regreso.
