Capitulo 34. Mi bala pérdida.

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Tranquila Ana, solo es un avión, no es como si se vaya a caer o se vaya a estrellar con otro pero nunca se sabe ¿Qué tal si nos estrellamos con otro avión?

Tengo mucho miedo.

Apretaba con fuerza la orilla de la banca. ¿Por qué acepte hacer esto? Aparte de que amo demasiado a Juan Pablo y que quiero pasar una semana maravillosa con él.

—¿Estas bien? —escuche la voz de Juan Pablo a mi lado por lo que voltee.

—¿Eh?

—¿Estas bien? Te veo nerviosa.

—¿Yo? ¿Nerviosa? Para nada —negué con la cabeza, claramente estaba mintiendo, me siento más nerviosa que cuando en el colegio te pasaban a exponer enfrente de todos pero tú solo explicando un tema que no te aprendiste y posiblemente va a salir mal.

—Bueno tus nudillos están blancos de tanto apretar la banca ¿Te dan miedo los aviones? —alzó una ceja.

—Para que te digo que no, si me aterran, odio los aviones y es la primera vez que me subo a uno —solté la banca antes de que mis dedos explotarán.

—¿La primera vez? —pregunto confuso —. ¿Entonces como de México llegaste a Bogotá?

—Barco.

—¿Barco?

—Sí, tomamos un crucero, era eso o que muriera de un ataque al corazón en el avión.

—Ay cariño, estarás bien, además estás conmigo nada va a pasarte a ti y al avión si piensas que puede llegarle a pasar algo.

—¿Cómo que se llegue a caer? Es lo que pienso —metí mis manos a mi sudadera.

—No, no se va a caer, me he subido a muchos aviones estos últimos tres años y estoy sano y a salvo.

—Está bien si se llega a caer al menos morimos juntos o quizás si llegamos a sobrevivir tal vez caigamos en una isla desierta donde sólo nos alimentaremos de cocos hasta que pasen cinco años y nos logren encontrar.

—El vuelo 115 a destino Madrid, España favor de abordar la puerta C —escuche por la bocina.

—Ya llego nuestra hora —se levantó de la banca extendiendo su mano para que la tomará.

Solo asentí levantándome y tomándolo de su mano con fuerza.

Nos dirigimos a la puerta donde tendríamos que subir.

A llegado el momento, o no, estoy muy nerviosa ¡Abuela ven por mí! «Vas a estar bien, vas a estar bien, no se va a caer el avión, Juan Pablo estará a tu lado» repetía en mi mente.

—Aún podemos bajarnos —opino Juan Pablo mientras yo me ponía el cinturón de seguridad a pesar de que faltaba la mitad de personas para que subieran.

—No, yo lo haré, tengo que vencer mi miedo —frote mi sien de arriba abajo —tengo mi inhalador, mis calmantes y te tengo a ti.

***

—Ana, amor, ya llegamos —desperté de golpe.

—¿Qué? ¿Me dormí todo el camino?

─Si y seguimos vivos —me sentía confundida.

Calmantes, ahora lo recuerdo tome dos y me hicieron dormir todo el camino.

Madrid, no sé cómo agradecerle todo esto a Isa, nunca nadie había hecho esto por mí.

Salimos del aeropuerto yendo directamente al hotel con un nombre extraño que no pude pronunciar, la habitación es demasiada linda algo vintage azul cielo, mi favorito.

Punto Y Aparte// Juan Pablo Isaza//En Edición Where stories live. Discover now