Capítulo 9

7.8K 883 338
                                    

Luego de darse aquel baño que tanto necesitaba, Dipper fue a sentarse a la que desde ahora en adelante sería su cama, usando una camiseta color rojo y unos pantalones cortos (que fue lo que encontró en el bolso que le había dado su hermana), dejando en el piso el pijama que había estado utilizando, puesto que estaba absolutamente sucio, lleno de barro y suciedad.

El menor de los Pines se encontraba sentado en un costado de la cama, mirando hacia la pared, cuando de repente, con un lento movimiento, dirigió una de sus manos hacia su pecho, por debajo de su camiseta, tomando entre sus dedos aquel dije en forma de triángulo que se posaba encima de su corazón.

Lentamente subió el triángulo dorado, hasta dejarlo a la altura de su rostro, para poder observarlo bien.
Observaba detenidamente aquel colgante que no había abandonado su cuello desde el día en que Bill se lo había regalado.

Sentía como una ola de nostalgia invadía su cuerpo lentamente y dolorosamente, mientras recordaba detalladamente aquella noche en la cual aquel colgante se había convertido en su más valiosa posesión. Aquella noche en la cual se había sentido absolutamente miserable, puesto que todo el mundo había olvidado que aquel no era solamente el cumpleaños de su hermana, sino que el suyo también.... bueno, no todo el mundo.

Bill Cipher lo había recordado.

¿Otra vez pensando en Bill? El castaño sacudió rápidamente la cabeza, como intentando alejar aquellos recuerdos, reprendiéndose el haber vuelto a pensar en aquel chico de cabellera dorada e hipnotizantes ojos ámbar que había logrado que su vida no fuese absolutamente miserable.

De todas maneras, había decidido no deshacerse de aquel colgante, excusándose de que ahora en adelante sería un símbolo que le recordaría no volver a confiar en el Cipher.

De pronto, sintió unos pasos que se dirigían hacia su habitación, por lo que rápidamente soltó el triángulo dorado que se encontraba entre sus dedos, dejándolo caer nuevamente sobre su pecho, y ocultándolo nuevamente debajo de su camiseta.

Aquellos pasos se sentían cada vez más cercanos, hasta que finalmente su hermana Mabel entró en la habitación, descalza, usando un vestido rosado que le llegaba por sobre las rodillas, y con el cabello amarrado.

-¿te sientes mejor ahora, Dipper?- preguntó con una sonrisa cálida.
-ehhh, si, eso creo.
-la verdad es que yo también- dijo alegre- quería decirte que hoy deberías intentar descansar, después de todo, ha sido un día bastante intenso. Además, tío Ford me dijo que quiere hablar contigo mañana temprano.
-¿Ford?, ¿hablar conmigo?- preguntó el castaño extrañado- ¿sobre qué?
-¿de qué crees tú?- preguntó con sarcasmo la chica algo divertida- acerca del plan para recuperar el reino pues tontito.

-entonces... ¿si quiere mi ayuda?- preguntó el menor dudoso.
-¡por supuesto que si!, puede que no lo haya parecido hace unos momentos, pero realmente está agradecido de que quieras ayudarlo.
-si tú lo dices...
-¡es verdad!, es solo que tío Ford no es muy expresivo cuando se trata de agradecimientos- agregó la castaña encogiéndose de hombros.

-muy bien, muy bien, mañana temprano iré a hablar con él. Veré si puedo ser ayuda.
-claro que lo serás hermanito- respondió su gemela mientras lo abrazaba con lo que parecía ser cariño- claro que lo serás...

El resto del día, tal y como se lo sugirió Mabel, Dipper no hizo gran cosa, simplemente se quedó pensando en todo lo que había pasado, y reflexionando acerca de lo que debería hacer a continuación. Acerca de cómo podría ayudar a sus tíos a recuperar el reino y llevar a cabo la coronación de Mabel. Y claro, tenía que destacar el hecho de que por ningún motivo quería enfrentarse cara a cara con el rubio. Eso se lo dejaría a alguno de sus tíos. Él simplemente ayudaría con la planificación de todo.

Al día siguiente, se levantó a las seis de la mañana, de manera involuntaria, la verdad, es que no había podido dormir muy bien, el hecho de que su tío Ford quisiese hablar con él lo ponía un poco nervioso.

Además, su tío había dicho que quería hablar con él "temprano", pero nunca había especificado una hora, por lo que él menor no estaba muy seguro de qué consideraba su tío como "temprano".

Así que a las seis y media de la mañana bajó hacia la sala de estar, ya vestido, esperando encontrar a su tío.

-¿Dipper?- sintió una voz desde otra habitación.
-ehhh, si, soy yo- respondió el chico algo dudoso.
Su tío Ford entró a la sala de estar, mirando al castaño con una ceja alzada.
-creo que te dije que quería hablar contigo temprano.
-pero... son las seis y media- se excusó el menor, recibiendo una mirada reprobatoria de su tío.

-ven- le dijo el de seis dedos con algo de superioridad- vamos al que desde ahora será mi laboratorio.
-tu... ¿laboratorio?- preguntó el castaño mientras comenzaba a seguir a su tío.

Su tío no le respondió, simplemente se limitó a seguir caminado, hasta llegar a una vieja máquina expendedora, he ingresar una clase de código en ella, provocando que una puerta secreta se abriera, sorprendiendo enormemente a Dipper.
Luego,
Comenzó a descender por unas escaleras, hasta finalmente llegar a una habitación algo oscura, que tenía varios materiales, hojas para hacer planos y todo ese tipo de cosas.

-intenta no romper nada- dijo Ford con algo de irritación.
Dipper simplemente agachó la cabeza, sintiéndose un poco mal, y también algo nervioso.

-muy bien- continuó su tío- aquí es donde se va a trabajar ideando planes para recuperar el reino. Si crees que puedes ser de utilidad, adelante, intenta ser de utilidad. Pero tú en lo tuyo y yo en lo mío. No te metas con mis planes, ¿entendido?- Dipper asintió con la cabeza- además, intenta no malgastar tantas hojas, no tenemos una cantidad infinita. Y luego de que termines de hacer algo o tengas una idea, me avisas, y yo veré si puedo rescatar algo de lo que digas, y hacerlo realmente útil.

Dipper simplemente volvió a asentir con la cabeza, sintiendo nuevamente el cómo su tío lo miraba en menos, se comportaba casi como si estuviese haciéndole un favor al dejarlo ayudar.
Pero de todas maneras, eso no redujo sus deseos de planear la recuperación del reino.

Bill iba a caer...

Él se aseguraría personalmente de aquello.


















¡Hooola!, ¿cómo están?, ¿les gustó el capítulo?, espero que si jejeje.

Y aquí llega el capítulo que tanto esperaban jejeje, nuestro pequeño Pino está dolido, pobechito :c.

Gracias a todas las maravillosas personitas que están leyendo esto, en especial a las que me dejan sus bellos votos y sus maravillosos comentarios.

Como siempre agradecería que votaran y en especial que comentaran, si te gusta la historia, o un capítulo en particular, ¡házmelo saber!

Y bueno, creo que de mi parte eso es todo....












¡Nos leemos luego!

Solo... confía en mi.  [Billdip].                 #Premiosgravity2019Where stories live. Discover now