P. JM♡

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Park Jimin el chico con un gran corazón, hermoso por dentro y por fuera aunque él no lo viera así. Él se catalogaba como el chico gordo que ninguna chica quería o eso pensaba él

Cursaba el 3 año de la Universidad en la carrera de derechos humanos con su única y sincera amiga Baek Cho

En toda la Universidad no tenía ningún otro amigo más que Baek, ella había sido su confidente y consejera desde que se conocieron el primer año de clases, ambos tenían una amistad muy grande a pesar de no tener tantos años de conocerse

Baek siempre trataba de que Jimin dejará esos perjuicios que él veía en su cuerpo, ella trataba de hacerlo entender que debía amarse así mismo pero nada hacia entender al chico

                                        ~*~

—Jimin, vamos por favor— suplicó Baek al chico pelinegro que se mantenía concentrado en sus apuntes — Mira que después de esa despedida ya no volverás a ver a todos estos, hasta el siguiente año —insistió mientras jugaba con su cabello.

Lo que ella quería era convencer a su amigo de que asistiera a la fiesta de despedida de fin de año que la Universidad hacía siempre. Las clases estaban por terminar, sólo faltaban los últimos exámenes y ellos dos al fin serían libres de todo el estrés que la Universidad conlleva

—Baek, dije que no —habló el chico viéndola con su ceño fruncido. Él estaba cansado de que su amiga siempre tratará de obligarlo a ir a fiestas donde siempre era humillado.

—A ver —hizo sonar su garganta con el fin de captar toda la atención de Jimin, y lo había logrado ya que el chico la veía atentamente —Está vez irás conmigo, yo estaré contigo

—¿Quién me asegura que igual no recibiré miradas de asco? ¿Quién me asegura que no se reíran de mi porque no se bailar? ¿Quién me asegura que no se burlaran porque no llego vestido de acuerdo a la ocasión? ¿Quién me asegura que...

—Basta— interrumpió Baek cansada de las inseguridades de Jimin—¿Porque no dejas de ser tan pesimista? Sólo vamos, si pasa todo eso que según tú te hacen nos vamos de ahí

—No estoy seguro —volvió su vista a sus apuntes que parecían más importantes que cualquier cosa en estos momentos.

—Dame acá —Baek tomo la libreta que usaba Jimin y se puso de pie sobre la mesa en la que se encontraban—Alcanzala enano— se burló mientras se movía sobre la mesa. Jimin trataba de alcanzar pero era inútil.

—Si no me la das no iré —amenazó Jimin. Ella de inmediato bajo de la mesa y le entregó la libreta, él sonrió victorioso mientras volvía a sentarse en su lugar.

—¿Qué tanto escribes ahí?— la chica intentó husmear en lo que hacía Jimin pero no consiguió ver nada ya que él cerró la libreta —Al cabo que ni queria ver —rodó sus ojos sentándose en la mesa haciéndose la indignada.

—Vamos, que tenemos que ir hasta el segundo piso para nuestra clase —habló recogiendo sus cosas y por ende guardarlos en su bolso. La chica hizo lo mismo.

—Jimin, ¿ya pensantes en mi invitación?— preguntó caminado junto a él entrelazado sus brazos.

—Apenas a pasado un minuto desde que me lo dijiste

—Uy está bien, pero piensalo

—Está bien

(...)

Luego de subir mil escalones al fin estaban en el segundo piso caminado hacia su salón de clases cuando en eso se interpuso el mayor problema de Jimin, mejor dicho su verdugo, el que siempre se encargaba de hacerle creer que era la peor persona del mundo, Jeon Jungkook

Él era el típico chico malo de la Universidad, pero él si era el malo, siempre hacia sentir mal a Jimin diciéndole que era gordo, feo y muchos insultos más.

—¿Estás cansado cerdito?—preguntó Jeon riendo en la cara de Jimin.

—Ay este tipo— bufo Baek enojada. Ella más que nadie sabía lo mal que Jungkook hacia sentir a Jimin y ella odiaba eso—Deja de molestarlo retardado.

—¿Porque lo tienes que defender tú?—interrogó haciéndose el pensativo— Ya se, porque el cerdito no puede comunicarse con las personas—río empujando la frente de Jimin para luego irse.

—¡Agh, ese maldito de Jungkook, lo odio!—gritó Baek tratando de controlar su enojo. Mientras Jimin sólo veía hacía el piso.

—Déjalo y vamos a clases

—Espera—ella lo detuvo. Él la vio fijo, era a la única persona que podía ver a los ojos sin sentirse juzgado por ella o sentirse menos—¿Porque dejas que te trate así?

—Porque él tiene razón, mírame — estiró sus brazos y se señaló el mismo —Tengo lonjas, mis cachetes son inmensos, mis brazos no tienen músculos —río irónico. Él mismo veía sus defectos no era necesario que alguien más se los recordara.

—Basta de criticarte tu mismo, tienes que aceptarte como eres

—¿Otra vez vamos a pelear por este tema?— cuestionó cansado. Estaba cansado de que siempre tuvieran la misma discusión sobre su autoestima, Baek jamás dejaba de insistir.

—Las tendremos las veces que sean hasta que entiendas —lo volvió a tomar del brazo y lo arrastró hasta el salón de clases.

Ambos tomaron sus asientos hasta el final como siempre lo hacían, así Jimin se sentía más a gusto. Él pensaba que estando al final no sentiría las miradas de todos sobre él y eso lo calmaba un poco

—Buenos días alumnos— habló la maestra sonriendo como siempre.

—Perdón maestra —interrumpió Sunha la chica más linda y perfecta ante los ojos de Jimin, ella había conquistado el corazón del chico desde la primera vez que la vio aunque ella ni siquiera notaba la existencia del pelinegro.

—¿Qué se le ofrece Sunha?— cuestionó borrando su sonrisa pues la chica acababa de interrumpir su tan amada clase.

—El profesor de natación pide que por favor deje salir a Jungkook ya que tendrán una competencia y es necesario que asista.

Si, por si fuera poco Jungkook aparte de ser guapo, popular y buen alumno también era nadador. Había ganado varias competencias muy importantes y seguro también ganaba está a la cual iba asistir

—Claro, Jeon puede irse —autorizó la maestra viendo como el chico caminaba entre los asientos para poder salir.

Mientras todas las miradas se posaban en el sexy nadador que salía, la mirada de Jimin estaba sobre una sola persona. Sunha

Él perdía la noción del tiempo cada que la veía, para él Sunha era una de las maravillas del mundo, una chica carismática, inteligente y muy linda que traía a docenas de chicos tras ella

¿Qué oportunidad tenía con ella? Se cuestionaba Jimin, y siempre se daba una respuesta

Ninguna, no tenía ninguna oportunidad.

Según él, no tenía ni la más mínima oportunidad con ella ¿Quién se fijaría en un chico regordete que nada más le importa comer y hacer tareas? Un chico poco atractivo y que ni siquiera sabe que hacer cuando asiste a una fiesta

Por esas razones Jimin sabía que él jamás tendría una oportunidad con ella, Sunha era como un amor imposible para él










𝐁𝐞𝐥𝐥𝐞𝐳𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫𓂃. #1Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu