P.JM♡

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Baek había salido tan rápido de la dichosa fiesta que hasta olvidó la foto que tanto quería, en estos momentos sólo le importaba encontrar a su amigo

Un taxi la había dejado frente a la casa de Jimin, rápidamente tocó el timbre y la señora Park apareció detrás de la puerta con una cara de preocupación que se notaba a kilómetros

—¿Cómo está Jimin?—preguntó entrando a la casa. La mamá de Jimin dio un gran suspiro.

—Desde que llegó se encerró en su habitación y no me a dicho que le pasó, ¿tú sabes algo?

—No, él se vino de la fiesta sin decir nada

—Creo que deberías intentar hablar tú con él

—Está bien —respondió Baek haciendo una reverencia para subir rápidamente hasta la habitación de Jimin.

Cuando estuvo frente a la puerta tocó con los nudillos de sus dedos varias veces pero no recibió respuesta alguna por parte de su amigo

—Jimin, abre. Soy yo

—Quiero estar solo—escuchó por fin la voz de su amigo y no había necesidad de verlo, sabía que estaba llorando.

¿Qué había sido tan fuerte como para que Jimin se encerrara a llorar?

Ella sabía que las críticas le afectaban pero jamás supo que él había llorado

—Jimin, no me iré de aquí hasta que me digas que pasó —Baek habló golpeando más fuerte la puerta pero no escuchó ninguna respuesta del chico.

Baek estaba enojada con Jungkook y con Sunha, ella tenía la seguridad de que ellos habían sido los culpables de que Jimin estuviera así

—Fue el imbécil de Jungkook ¿verdad?. Si no abres yo misma iré a buscar a ese maldito y le romperé la ca...

Ella cortó sus palabras al ver como un tímido Jimin abría la puerta, tenía las mejillas completamente rojas y empapadas por sus lágrimas, sin contar que sus ojos estaban hinchados y sollozaba suavemente

—¿Qué te hizo ese imbécil?— habló Baek enojada y sin pensarlo rodeó con sus brazos al chico quien empezó a llorar desconsoladamente sobre su hombro.

Jimin no respondió sólo lloró en el hombro de su amiga, él se sentía muy mal y la única persona que lo escucharía sin juzgarlo era Baek pero él no estaba decidido a contarle, no quería que ella sintiera lástima por él, Jimin ya no quería la lástima de nadie por eso había tomado una decisión

—Baek —habló limpiando su nariz con la manga de la sudadera que se había puesto en cuanto llegó —Quiero que me ayudes

—¿A que? —preguntó la chica sin entender el comportamiento de Jimin pero aún así ella estaba dispuesta a ayudarlo en lo que fuera.

—Quiero perder peso

—¿Qué? —Baek lo vio con su ceño fruncido. Ella no estaba muy de acuerdo con esa idea de Jimin, sabía que él  podía obsesionarse con eso y sería aún más grave.

—Si, no quiero seguir siendo un estúpido gordo

—Mira Jimin —Baek lo tomó de los hombros y lo vio atentamente sintiendo la tristeza reflejada en los ojos del chico—No se que haya pasado en esa fiesta pero tú estás bien así, no tienes que cambiar sólo porque a las demás personas no les gusta como eres. Tú eres un gran chico y si ellos no lo ven así, no es tu problema, deja que piensen lo que quieran, solo no te castigues a ti mismo

—Tú lo dices porque jamás has pasado por lo que yo pasé

—Si, tienes razón pero eso no significa que no pueda ver lo que realmente importa en una persona y créeme lo que menos deberíar importar es el físico de alguien

—En este mundo la gente es muy cruel, ¿sabes? —él se alejó dándole la espalda —Siempre me hacen sentir incómodo cuando me ven en la calle y me preguntan ¿Porque comes demasiado? ¿No te enfermas? ¿Cómo haces para encontrar ropa de tu talla? O simplemente me ven como si fuera un animal raro

—La gente es estúpida —soltó Baek sin más —No dejes que la gente de haga sentir menos, nadie tiene ese derecho

—Da igual —Jimin rodó sus ojos —¿Me ayudarás?

—Jimin, ¿estas seguro de eso? ¿Y si no obtienes los resultados que quieres?

—No importa, quiero intentarlo

—Pero, ¿por que? ¿qué paso? ¿por que de repente esa idea?

—Solo ayúdame ¿si?

Baek lo vio por unos segundos, para ella era difícil negarse a él pero tenía miedo, miedo de que algo le saliera mal y Jimin se frustrara. A él jamás le interesó bajar de peso y porque ahora sí

—Está bien —respondió Baek esperando no arrepentirse de su decisión. Aunque por dentro sabía que aunque no hubiera aceptado el igual lo haría, estaba muy convencido.

—Gracias —agradeció Jimin lanzándose a abrazarla aunque el abrazo no duró mucho ella sintió que había sido eterno.

—¿Ahora si me dirás que fue lo que pasó?—Se cruzó de brazos esperando una respuesta pero Jimin sólo rasco su nuca con nerviosismo.

—No quiero hablar de eso —se sentó en el borde de la cama.

—Al menos habla con tu madre, ella está muy preocupada

—Si, lo estoy —la voz de la señora Park hizo que ambos chicos giraran a ver en dirrecion a la puerta donde se encontraba la portadora de dicha voz —Lo siento —se disculpó mientras asomaba su cabeza por la puerta.

—Me lo imaginé—respondió Jimin mostrando una leve sonrisa. La única sonrisa que Baek había visto desde que llegó a su casa—Entra

—¿Ya te sientes mejor?—interrogó tocando su frente como toda una madre preocupada.

—Si mamá estoy bien, no te preocupes

—Bueno, yo los dejo. Mamá vendrá por mi en unos minutos—Baek se despidió de ambos y antes de salir le sonrió con complicidad a Jimin.

La chica se fue y Jimin quedó con su mamá quien ahora lo mirada intimidante

—¿Qué fue lo que pasó?— preguntó seria. Jimin sólo río bajo y la abrazó.

—Nada mamá —habló hundiendo su cara en el cuello de su madre. Ella felizmente frotó su espalda.

—Si se te ofrece algo estaré en mi habitación —dijo separándose de él. Jimin asintió con su cabeza y su mamá salió de la habitación.

Jimin ahora se encontraba sólo con sus miles de pensamientos circulando por su cabeza, estaba hecho un mar de emociones

¿Venganza? ¿Tristeza? ¿Dolor? ¿Talvez las tres?

Si, Jimin estaba siendo cegado por el dolor, la tristeza y sobre todo la venganza. Hoy se había propuesto hacer que Sunha un día arrepentiera por la humillación que le había hecho pasar

𝐁𝐞𝐥𝐥𝐞𝐳𝐚 𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐢𝐨𝐫𓂃. #1Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang