Capitulo 10

108 11 1
                                    

Siento el aire frió golpear mi cuerpo. Mi desnudo cuerpo, el cual solo esta cubierto por una bata de hospital corta y a color blanca. Agradecía el aun tener puesta mi ropa interior. Se sentía menos doloroso. En esta ocasión, no estaba sujeta a la cama de metal. El frió se disimulaba con el del exterior, debido a que afuera ya comenzaría a nevar por la época de invierno, el aire acondicionado estaba encendido en su máxima potencia, por lo que mi piel comenzaba a tornarse mas pálida de lo usual y el calor corporal ya no era tan evidente, ya no sentía el calor de mi sangre fluyendo por mis venas, y sentía mi cuerpo aplastado, pero creo que era porque había pasado mucho tiempo acostada, y eso pasa cuando duermes demasiado, —¿demasiado?— pensé confundida. Me sentía adormecida apenas levante medio cuerpo mirando a mi alrededor, sentía adormecido mi rostro, pero apenas podía moverlo un poco. Sentía como es que había sido cosida una herida en mi rostro, por debajo de mi ojo derecho, y segundos mas tarde, no tarde en darme cuenta de que tenia una marca en forma de cicatriz en mi costado, por el mismo lugar en el que había sido disparada. El agujero en mi piel había sido cosido, y tenia una venda que me rodeaba por completo él abdomen, tenia una especie de marca extraña. Una marca que se veía demasiado mal, como si hubiera sido quemada. Un especie de circulo pequeño, con mas figuras en el interior del circulo, cosa que no pude distinguir muy bien con el echo de que la luz era tenue y no me servia de nada para poder ver bien. Luego, al mover mi cabello con ambas manos, me di cuenta de que había sido cortado por encima de mis hombros, y al darme cuenta de que había sido pintado a color negro, cerré los ojos de golpe y baje la mirada tapando mi rostro al mismo tiempo.

—¿Recuerdas que cuando eramos niñas, tú decías que querías montar a caballo a los 30? Que querías estar casada para ese entonces, con tres hijos y que querías una boda en la playa...

—Si, lo recuerdo, Violet, recuerdo que en ese entonces tu y yo estábamos vestidas de novias, con vestidos echos por nosotras y que mi madre nos había improvisado ramos con flores del jardín, y que corríamos por la casa riendo como locas porque "ya nos habíamos casado"... Recuerdo que no se ni en que momento de los 30 montaría a caballo, pero creo que en algún momento seria... Simplemente llegaría sin siquiera esperar a que todo eso suceda. Realmente quiero tener la boda de mis sueños, quiero que haya un gran banquete y que toda mi familia, tu, y la familia de mi futuro esposo se encuentren ahí. Quiero ser feliz, Violet. Quiero montar a caballo a los 30, haber viajado antes, tener 40 y haber vivido el significado de la vida...

Mis gritos eran tan fuertes que mis cuerdas vocales comenzaban a arder. A doler con tal intensidad, que pronto, perdía la vitalidad. Apretaba los puños con tanta fuerza que mis uñas se enterraban en mis palmas. Gritaba encorvando mi espalda, cerrando los ojos con fuerza. Estaba dolorida, estaba débil, destruida... Dañada como una puta muñeca de porcelana a punto de quebrarse.

—Quisiera que fuera como en esas historias, ¡o como en las películas!

—Sueñas demasiado, Emily. Pero es romántico cuando lo miras de esa manera... Buscar, mientras viajas, y encontrar cuando te encuentras a ti misma...

—Es lo único que necesito Violet...

Necesitaba...

—No puede ser...—susurre tocando mi cabeza al mismo tiempo. Ya había traspasado mi propio limite.

Es en los momentos de mayor presión cuando uno es capaz de cualquier cosa. Pierdes la cabeza por completo, te pierdes a ti en busca de la salida. Y cuando la encuentras, ya no sabes como salir... Entonces descubres que has perdido la cordura. Y la razón. Yo me perdí...

—Despertaste...

Abro mis ojos de golpe apenas un poco, caigo en la cuenta y me quedo quieta mientras escucho las pisadas acercase hacia mi, y negué lentamente entrecerrando los ojos, los escalofríos se habían ido, así como el miedo, ahora lo único que quedaba era, que mientras lo miraba, la única sensación disponible, era sentirme sumisa. Huir se volvía cansado, triste, —¿cortar mi cabello era la idea mas genial que tenias? ¡por favor! de entre tantas opciones, como las pelucas... ¿elegiste dejarme como dora la maldita exploradora?—alegue de mala gana, aun con mis manos temblorosas. Limpie mis lagrimas al mismo tiempo en que respire hondo.

|Bad baby|Libro#1|Jeff The Killer Fanfiction|Where stories live. Discover now