Capítulo 40

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La pelirosa se dejó caer sobre el afelpado sofá de su habitación, zarandeo sus pies logrando que los zapatos de tacón blanco salieran volando sin dirección hasta impactar con el piso alfombrado con un fuerte ruido, lanzó un fuerte quejido mientras echaba los brazos arriba de su cabeza y se estiraba perezosa; Sasuke entró en la habitación viendo aquella escena, inevitablemente sonrió, aun con todas las lecciones que le habían obligado a tomar los Ootsutsuki, su esposa seguía siendo la misma que el primer día que la había visto.

-¿Qué diría Aino-san si te viera hacer eso? -bromeó desatando su corbata con un movimiento

-Me retaría, estoy segura -cuando sus ojos cayeron sobre su esposo sintió la boca secarse- ¿Estás intentando seducirme?

-No realmente, pero... ¿funcionó? -ella sonrió mordiendo si labio inferior- Creí que estabas cansada

-Le quitas el cansancio a cualquiera

El azabache soltó una carcajada alegre y lentamente caminó hasta su esposa, quien lo esperaba sentada de horcajadas con la anticipación brillando en sus ojos. Aquella noche habían tenido una cena en la casa de su familia política, para festejar el cumpleaños de la esposa de Ashura, había sido una noche agotadora con las constantes peleas de Kaguya y Momoshiki, pero parecía que ni siquiera eso logró agotar del todo la energía de su esposa.
Al día siguiente, ___ se levantó agitada, su corazón latía anormalmente, se levantó con cuidado de no despertar a su esposo y se encerró en el baño, últimamente sentía su flujo sanguíneo más acelerado de lo habitual, lo que la preocupaba un poco, pero no había querido comentarle a su esposo sobre eso.

-Debería ir al médico... -murmuró viendo su reflejo- Veré si pueden atenderme hoy

Tras tomar un baño caliente salió para cambiarse, sin embargo hizo una mueca cuando notó que su brassier favorito le quedaba apretado, además de que sus senos se sentían especialmente sensibles, la noche anterior no le había dado atención por lo que su esposo y ella estuvieron haciendo, pero tal vez un chequeo no le iría mal.

-¿Le pasa algo a tu pecho, cariño? -Sasuke saludó sonriendo con sueño, mirándola palmear su cuerpo

-Mi brassier no me queda... -hizo una mueca- Y no sé.. mi pecho se siente raro, iré al médico para un chequeo

-¿Qué crees que pueda ser? ¿No habrás dormido sobre tu pecho?

-No, no se siente igual -hizo un puchero y termino poniéndose un brassier deportivo- Jolín...

-¿Quieres que te acompañe?

-No te preocupes, hoy Sarada tiene clase de ballet y prometiste ir con ella -le azabache lanzó un quejido- Estaré bien, no te preocupes

-Vale, pero si necesitas transporte, avísame

-Lo prometo

Cuando la pelirosa entró en el consultorio, respondió alegremente a todas las preguntas de la doctora, era rutina que fuera a su chequeo mensual, sin embargo con todo lo que había pasado desde su compromiso, había pasado por alto sus chequeos. Estaba tan tranquila mientras su doctora checaba su pecho, cuando la mujer frunció el entrecejo.

-¿Ocurre algo malo, doctora?

-No realmente, ¿podría checar tu abdomen? -la pelirosa no entendió, pero asintió- Veamos... Oh

-¿Oh? ¿Hay algo malo?

-Señora Uchiha, ¿usted toma anticonceptivos?

-¿Qué? Lo hacía antes... Deje de tomarlos antes de mi boda -confesó sonrojada- ¿Por qué?

-¿Usan protección?

-Bueno, sí... -hizo memoria, recordando entonces su luna de miel- En la luna de miel no los usamos realmente... Espere... ¿Estoy embarazada?

Papá SolteroWhere stories live. Discover now