"¡Buenos Días Suga Hyung!" [CORRIGIENDO] | YM♡

CAPÍTULO 2

Eran las 4 de la mañana.
Yoongi no había salido de su estudio en casi toda la noche y parte de la mañana, y a causa de esto, un pequeño y preocupado pelirubio se encontraba arropado de la cabeza a los pies en la cama del ya mencionado; Sin poder cerrar sus ojitos al darse cuenta de que su amado hyung no había llegado a dormir esa misma noche.

Ya sin poder resistir más, éste empezó a parpadear varias veces empezando a cerrar sus ojitos y dejándose caer en los brazos de Morfeo. A unos minutos de quedarse completamente dormido, sintió como el aire se le iba de los pulmones al sentir como un cuerpo se dejaba caer sobre de él.

Por otro lado, el pelinegro se había quedado en su estudio más tiempo de lo planeado ya que tenía que terminar de escribir las letras de algunas canciones junto a NamJoon y el trabajo se había acumulado. Había entrado al departamento sin importarle mucho los regaños que el mayor del grupo le había dado, pero Yoongi solo pensaba en llegar a su cómoda cama y recostarse abrazando a su lindo pelirubio las 24/7.

Todas la noches que Yoongi se la pasaba encerrado en su estudio valían la pena sí su pelirubio estaba ahí junto a él, animándolo y dándole cariños, por que si -era su pelirubio-.

-Y-Yoongi hyung?...

-Shh, guarda silencio Jimin-ah.

-P-pero h-hyung no puedo respirar...

-Tch, que molesto... espera- éste se dió la vuelta rodando por encima de Jimin hasta quedar del otro lado de la cama.

-Hyung... ¿Estás bien?- pronunció Jimin respirando bien -por fin- y acomodando su cabeza para poder mirar al mayor a los ojos, que por cierto traía unas notables ojeras.

-Estoy bien... sólo... estoy un poco cansado Jimin.- dijo Yoongi tratando de responderle de la manera menos fría que pudo, no estaba de humor y sólo quería dormir unos cuántos meses, años si se podía.

Al parecer Jimin captó lo que el mayor trataba de decirle y sin nada más que decir, se acerco más a él posicionando su cabeza en el abdomen del contrario y trazándole círculos imaginarios en éste suavemente con sus dedos, esperando que el cuerpo bajo el se relajase. Yoongi no se quejó, sólo se dejó llevar por las caricias que el menor le ofrecía y no tardó tanto tiempo para que ambos quedaran profundamente dormidos, acomodados uno encima del otro sin soltar sus manos que permanecieron entrelazadas.

//Capítulo corregido