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Como aquel niño que sabe que hizo algo mal entre por la puerta de atrás del trabajo, para no levantar sospecha entre cambiado, en silencio y con la cabeza baja, no paso más de cinco segundos de mi entrada cuando el jefe de turno me mira de reojo, me dijo lo típico, que era un inconsciente e irresponsable muchacho, nada nuevo o que no me hayan dicho antes, pero como todas las acciones tienen consecuencias en esta vida, yo tendría que cumplir la mía, no iba a ser la excepción esta vez, el jefe me mando al fondo del trabajo para pelar papas, cuando llego me indico donde estaban y como tenía que ser el proceso para hacerlo, realmente ya sabía pero simplemente quería hacerle perder su precioso tiempo, tiempo que a mí me iba a faltar cuando me entere que eran alrededor de diez o quince bolsas que había que pelar, no me quedo otra que enfrentar mi realidad, un trabajo donde me explotaban por un sueldo que no era merito a todo lo que hacía, un trabajo en donde tenía que seguir al menos tres años más, si es que planeo terminar mis estudios, lo único bueno que puedo sacar de él es que es de medio tiempo, eso significaba que no era mucho tiempo el que tenía que trabajar, luego de haber pasado mis cuatro horas pelando esas malditas papas me pude retirar, pero antes de irme podía comer algo, el menú era una verdadera mierda en verdad, siempre comía cereales con leche, esa era mi comida de todos los días en el trabajo, mis compañeros siempre me molestaban por lo que me serbia siempre, hasta los cajeros que estaban encargados de controlar la comida me decían:

-¿Cereales con leche?

-Como siempre. Respondía todos los días.

-Qué raro. Luego de ese dialogo solo me sentaba en una mesa alejada del resto y me atoraba con los cereales para irme lo más rápido posible a mi casa, siempre tomaba el mismo camino para volver a mi casa, era una calle que estaba en bajada, con mis auriculares se me hacía más leve el camino, a mitad del camino estaba siempre un anciano que me saludaba cada vez que pasaba por allí, solo le levantaba la mano en forma de agradecimiento y seguía mi camino, al llegar a casa me sentaba en el borde de la cama y fumaba un cigarro mientras descansaban mis pies.

Amar es dulceWhere stories live. Discover now