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Agarre mi cuaderno y lo puse en la mochila, salí lo más rápido que pude de la clase, sentía que solo me manejaba la inercia, no podía pensar en nada, mi cabeza estaba bloqueada por ese recuerdo que me cruzo en clases, solamente me fui del aula y tome cualquier camino, no sé cómo pero termine en una plaza, era la que estaba cerca de la terminal, podía ver como los colectivos de larga distancia llegaban y se iban, varias veces al año me tomaba el colectivo que te llevaba a la capital, siempre me gusto viajar en el horario nocturno, salía a las 12:05 de la noche, podía dormir hasta llegar a la capital, mientras recordaba esto me fumaba un cigarrillo para intentar despejar mi mente, todo parecía que se estaba tranquilizando en mi cabeza, es una sensación rara el poder terminar un rompecabezas que te tenia atrapado hace varios días, o al menos eso pensé en ese momento, mi cabeza exploto cuando vi que sonaba mi teléfono en mi bolsillo, al sacarlo veo que estaba recibiendo una llamada de un numero de la capital, cuando contesto solo era un silencio el que se apreciaba, repetí muchas veces la palabra: hola, esperando alguna respuesta, pero no recibí ninguna, antes de enojarme y cortar la llamada dije: se que sos vos y pronuncie su nombre, en ese preciso segundo que termine de pronunciar la ultima letra de su nombre, se corto la llamada, intenta llamar de nuevo varias veces, pero había apagado el celular, algo me dijo que era ella, ¿Tenía algo para decirme? No lo podía saber, pero sabía que la profesora me diría de todo cuando vea que entre de nuevo a su curso, termine de fumar ese cigarro y apreciar como los colectivos se iban de la terminal para luego irme a cursar, pero antes me divertí viendo como un gordito corría el colectivo con la fe de que el chofer iba a parar, pude ver que el chofer se reía y aceleraba a más no poder el colectivo, pero por desgracia lo paro un semáforo en rojo y el muchacho pudo subir.

Amar es dulceWhere stories live. Discover now