Capítulo 17

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"¿Que ha sido eso Leah?, ¿que has hecho con nosotras? "dice una primer voz en mi cabeza
"Se llama beso idiota " le responde la segunda
"Tu calla, ¿y se puede saber que coño haces para que cada chico que conocemos te bese? porque quiero que dejes de hacerlo"
"Como si no te hubiese gustado'
"No, no me gusta que me pillen de improviso, que siempre me hagan lo mismo. Si es algo en lo que participan dos personas,  las dos tendrían que estar de acuerdo"
"¿Y quien te ha dicho que no lo estaban?"
"Yo, porque yo no estoy de acuerdo"
"Pero yo si"
"Claro tu eres de fácil enamoramiento,  es normal, la parte sensata soy yo"
"Bueno, pues Leah es la que lo ha decidido,  y ya está hecho, no hay vuelta atrás"
"Tu que crees que quería decir con ese lo siento" interviene una tercera voz.
"Está claro, es un lo siento ha sido un grandisimo error, espero que no vuelva a suceder" le responde la primera voz
"Yo creo que era algo mas bien como, lo siento no sabia si estarias de acuerdo, pero si no lo estas no te preocupes que no volverá a pasar"
"Pues con esa segunda lo de salir corriendo no ayuda mucho" responde la tercera voz.
"Hoy estáis las dos en mi contra" se queja la segunsa voz

"Bueno,  solo falta responder a una última pregunta" dice la tercera

"Venga listilla, pregunta de una vez" responde, cansada ya de la conversación, la primera.
"¿Como actuamos a partir de ahora con Ceth?"
"Como si no hubiese pasado nada"
"Algo así,  no se puede ignorar"

Las horas pasaban y la conversación dentro de mi cabeza no acababa. Me estaba empezando a doler mucho, cuando Zia me llamó para cenar. Según me habia dicho cuando llegué a casa, hoy teníamos invitados. Tampoco estaba muy segura porque no estuve muy atenta a lo que me decia, tenia la cabeza algo ocupada con mis pensamientos.

Esta casa es como un albergue, bueno mas que eso es una especie de instituto de Cazadores de Sombras. Por el bosque tambien viaja la gente de unos poblados a otros, y para descansar del largo viaje en todas las poblaciones hay una casa con muchas habitaciones,  para que los viajeros descansen. 

Yo no soy una viajera, decidí establecerme aquí,  pero como lo de la casa propia no me gusta mucho en un sitio desconocido, donde por la noche hay ataques de animales salvajes.....En conclusión,  que como habia tantas habitaciones libres, me instalé en una.

Bajaba las escaleras corriendo antes de que me volvirra a llamar. No me gusta importunar a Zia,  ya es demasiado buena dejando que me quede. Cuando llego al salon la mesa ya está preparada con unos 12 cuencos de barro. Las sillas estan vacias, asi que los viajeros aun no habran llegado.Estaran dando una vuelta por el pueblo antes de venir.

-Que impuntuales son estos jovenes de hoy en día - dice Zia entrando en la sala con una olla llena de estofado.

-Me siento ofendida Zia, soy joven,  que yo recuerde todavía tengo los 16, y he sido puntual.... ¿Quieres decir que no soy joven?, porque tu no es que estes en la flor de la vida..- digo algo ofendida por su comentario

-Sin faltar señorita, yo no seré joven pero me conservo estupendamente- contesta alegremente.

Nuestra conversación se vé interrumpida por la llegada de nuestros acompañantes. Un grupo formado por nuevo hombres de entre los 20 y los 40 años, todos vestidos uniformemente con unos pantalos a lo verde militar desgastados,  y una camiseta negra.

-Buenas noches- dice el que parece el cabecilla del grupo - sentimos la tardanza, mi amigo Edén tuvo problemas y nos retrasamos un poco, mis mas sinceras disculpas-

Era un chico joven de unos 30 años, pero ni destacaba del resto, no parecia su superior,  no habia nada que indicara un grado dw autoridad.

Nos sentamos en la mesa, y sobraba un par de utensilios,  supongo que seria el tal Edén que se habia quedado reposando. Si había tenido un accidente, tal vez no se encontrara bien para cenar. Zia sirvió el estofado y cuando estabamos a punto de empezar, se oyeron unos pasos en la escalera. No le dí importancia se habría repuesto y habría bajado. Pero entonces oí su voz, y pensé que no podía ser real, que él no podía estar ahí,  pero me equivocaba. Cuando me dí la vuelta pude ver su cara, no habia cambiado desde la noche del incendio, sus facciones eran identicas, pero su pelo ahora se veia mas claro. Alec estaba de pié enfrente mio, y me miraba a los ojos.

No esperes a que amanezcaWhere stories live. Discover now