ARREPENTIMIENTO

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A la mañana siguiente todos se apresuraban a levantar el campamento; bueno el poco campamento que quedaba, Erick ya estaba mucho mas lucido y se encontraba en perfectas condiciones; le costaba trabajo mirarme a la cara, ya que de alguna manera se sentía culpable por todo lo que estaba pasando.
Antwan hablaba con sus hombres de lo que harían si se topaban con el ahora ejercito de la bruja, ya que ahora el ejército de Erick estaba comandado por ella.

Aunque las cosas iban mal en cuanto a la bruja se tratara, todos tratábamos de ser positivos y no caer en la idea de que algo malo pasaría.

—Luna, yo...—Dijo cabizbajo Erick.

—Erick, no tienes que darme explicaciones; no eras tu ya lo sé, no estoy enojada contigo, ¡Estoy enojada con esa maldita bruja! Ella es la que me quiere muerta.

—Sé lo que planea. —tras escuchar eso, ambos nos miramos sorprendidos y los demás de la tripulación se acercaron para escuchar a Erick—Lo único que quiere es el Oro, y claro que para tener el oro matará a cualquiera que se cruce en su camino, ella no es nada tonta, pero nosotros tampoco lo somos, ella podrá ser muy bruja pero tu Luna tienes el don de ver todo, tenemos a Sol, una de las mejores descendientes de la familia Deveró, y tenemos a la princesa de la tribu que ella planea saquear...-—entonces le dirigió una mirada dulce pero firme a Oneida para después hablarle—Y tu Oneida sabes exactamente como es el lugar, sabes pasadizos y lugares protegidos por tu aldea, saquemos ventaja de ello, ¡Y por si fuera poco tenemos a miembros de las tres tripulaciones mas importantes y peligrosas de los siete mares!

—Ese es mi hermano —Susurró en mi oído Antwan orgulloso de Erick.

Después de todo lo que Erick había dicho tenía la fe en que todo saldría bien.

—¡Sol, ¿conoces algún hechizo de protección para un grupo tan grande como este?—Pregunto Erick mientras que Gerard le ponía su característico abrigo Morado, uno que combinaba con su severa mirada.

—Si, ¡Lo empezaré a trabajar ahora mismo!

—¡Escogiste buena chica Gerard!—Susurró Erick dando un codazo al costado de Gerard.— ¡Antwan! Tu y tu tripulación son de las mas imponentes y peligrosas, sería maravilloso que ustedes estuvieran al frente ¿que dices?

— ¡Antwan! Tu y tu tripulación son de las mas imponentes y peligrosas, sería maravilloso que ustedes estuvieran al frente ¿que dices?

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—Esta perfecto pero necesitamos un mapa del lugar, para acomodar a mis hombres.

—¡Oneida!—gritó Erick y a ella no le gustó la confianza con la que la llamó.

—Princesa Oneida por favor. —aclaró Oneida.

—¡Ohh! Esta bien... ¿Alteza le gustaría proporcionarme un mapa de su maravilloso reino para impedir que lo ataquen?—preguntó Erick cruzando sus brazos para luego hacer una reverencia, claro... Erick siempre tan sarcástico.

—No era necesaria la reverencia, con que no me gritaras era suficiente—Y Erick disparo una sonrisa sin dejar de mirarla, Oneida se quedó atrapada en su sonrisa por unos segundos y después reaccionó.—necesito algo donde pueda dibujar el mapa.

—Dentro de esta tienda están mis pertenencias, sígueme por favor.—le dijo Erick tranquilo.

—¡Estas demente si crees que entraré a esa tienda sola contigo!

—Oye, yo sé que fui muy grosero contigo antes y que parte de la culpa la tengo yo, pero ¡No te estoy pidiendo que entres ahí y tengamos sexo!, ¡Te estoy pidiendo que entres y dibujes un mapa para salvar a tu estúpida aldea! ¡Princesa tonta¡ —Erick enojado entró solo a la tienda y sacó papel y tinta para después dárselas de mala gana a Oneida, todos los que estábamos alrededor observábamos su escena un tanto incómodos.

El vestido que llevaba ya comenzaba a picarme y no podía evitar rascarme cada minuto que pasaba.

—¿Tienes pulgas?—preguntó Erick riendo.

—¡No!, ¡resulta que cierto cabezota de ojos violetas quería obligarme a casarme con él y mientras dormía me puso este estorboso vestido y pica!

—Enserio lo siento, es mas para disculparme te daré un obsequio, supongo que pensaba dártelo cuando ya estuviéramos casados. —Erick le silbo a Gerard y él llegó con una caja, y dentro de ella había un traje de pirata como los que yo estaba acostumbrada a usar, justamente era color vino, un pantalón de cuero vino, una camisa blanca con encaje en las muñecas y un abrigo casi idéntico al de Antwan.

—¡Erick...es perfecto!— <<¡otro motivo más para ser positiva!>>, pensé sacándolo.

—¿Es un disfraz de mi?—dijo Antwan sorprendido.

—Si algo así, creó que quería burlarme de ti cuando estuviera casado con Luna, pero ahora me doy cuenta que hacen buena pareja, los dos tienen un genio del demonio. —Antwan y Erick se rieron un rato y después llegó Oneida con el mapa.

—¡Oye tu, ojitos violetas! Aquí esta tu mapa.

—Gracias, será de mucha ayuda.

—yo, quiero pedir perdón por mi actitud tan dura para contigo, sé a la perfección que tu no eras él que hizo todo esto, pero aun me cuesta trabajo socializar con hombres, y no lo digo solo por que te grito a ti, es para todos.

—Me estas diciendo, que no hablas con ningún hombre?— preguntó Erick sorprendido, de repente la conversación solo era de ellos dos.

—¡No! ¡Claro que no! He hablado con Antwan, Gerard, contigo obvio con mi padre.

—¿acaso no hay hombres en tu tribu?— Le cuestionó Erick cada vez más interesado en lo que ella le contaba.

—Lo que sucede es que como princesa tengo voto de silencio con todos los hombres hasta que me sea otorgado un esposo por mi padre, pero supongo que fuera de la tribu y en estas situaciones no importa mucho.

—¿Sabes? Yo puedo ayudarte a tener confianza en las personas, es sólo un viejo secreto... ¿Lo quieres saber?

—esta bien ¿De que se trata?—Erick le hizo una seña para que se acercara y le dejara decir al oído, pero Oneida jamas esperó que Erick tomara su cara entre sus manos y le robara un apasionado beso, Oneida tras sentir el calor que Erick le transmitía se dejó llevar por el delirante sabor de sus labios, ese fue el primer beso que Oneida había recibido, y a ella le había encantado.

—esta bien ¿De que se trata?—Erick le hizo una seña para que se acercara y le dejara decir al oído, pero Oneida jamas esperó que Erick tomara su cara entre sus manos y le robara un apasionado beso, Oneida tras sentir el calor que Erick le transmit...

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