Enough. [YM]

XXXV. Llamadas

Yoongi entró a casa luego de un largo día, lleno de cansancio y con unos cuantos papeles en la mano, insertó la llave en la chapa y la giró sin prisa, desatascando la puerta de madera dando un empujón con el hombro, haciendo que ésta se abriera y le cediera el paso a su amplia y sencilla casa. Al entrar, por primera vez, Min sintió ese frío del que Hobi le hablaba, ese que recorría su espalda desde sus caderas y terminaba en su nuca, posándose ahí como un suspiro ajeno y erizando su piel, frunció el ceño y trabajó un poco para cerrar de nuevo la puerta. La madera estaba hinchada, como la gente ya sabe; la húmedad era de fácil absorción y hacía que fuera pesada y rechinara cada que la movían de su lugar. Aunque era verano y hace un par de meses no llovía.

Camino por el pasillo de la entrada y se quitó los zapatos, dejándolos en la alfombra y suspirando del placer que había sentido hacer eso luego de ocho horas de trabajo.

Su casa era tranquila, Jiminnie la había pintado hace un par de años y lucía linda con los muebles que juntos escogieron.
Yoongi ya no tenía remordimiento pues su amado Park, jamás se iría. Su corazón lo guardaba tibiamente y lo hacía llorar o sonreír con su recuerdo, todo dependía de su ánimo del diario.
Y hoy decidió recordarlo, como todos los días pero ésta vez, no sonrió, tampoco lloró, ésta vez durmió, plácidamente en la sala y después, le tocó. Como si le hubiera llamado con el pensamiento.
Le tocó, suave, terso, lleno de vida y dulcemente recostado junto a él.

Su Jiminnie, su regalo más grande, daría su vida por el, su alma y todo lo que le quedaba.

—Te amo Hyung.

—Te extrañé.

¿Cuantas llamadas son suficientes para traer algo de regreso?

Feliz navidad, éste es mi regalo de mi para ustedes(?) Idk espero les guste mucho el fic y todas esas cosas, quiero mencionar que no le falta mucho para terminar. Hagan sus apuestas 👀
Nos leemos luego, bye~

-les dejo una foto de éste angelito por si no pasaron la mejor navidad, si, de nada-