Juntas por siempre [Final]

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Las seguí a una distancia prudente, mi corazón estaba agitado y sentía que se me iba el aire en cada suspiro que daba. Fueron primero a una cafetería y comieron algunos panecillos para acompañar el café. Nayeon frotaba sus manos en busca de calor, Chaeyoung sacó de su bolso un par de guantes de lana y se los puso, incluso el perrito llevaba un abrigo muy lindo.

Me preguntaba por qué estarían paseando afuera a estas horas, podrían estar en casa al lado de una fogata comiendo malvaviscos con chocolate caliente y galletas. De pronto un hombre muy bien vestido con un maletín negro se acercó hasta su mesa y les saludó, tomó asiento al lado de Chaeyoung y sacó algunos documentos.

¿Ellas conocían a aquel hombre? Desde este punto sería imposible escuchar algo. Tomé mi chaqueta y me cubrí lo más que pude, igualmente bajé mi sombrero para que mi rostro no se viese. Me senté en la mesa detrás de ellas, yo le daba la espalda a Chaeyoung y a aquel hombre. Una muchacha a penas me vio tomar asiento se me acercó preguntando si deseaba tomar o comer algo. "Un café por favor" le dije y se pronto se fue.

—Entonces, Nayeon ¿Cómo te has sentido?— escuché la voz de aquel hombre

—Muy bien, he seguido todo al pie de la letra

—Eso es lo más importante, verán, las he citado aquí porque he reservado un espacio en mi agenda para el día de mañana, creo que Nayeon está lista para quedar embarazada.

¿Embarazada? ¡Ellas quieren formar una familia! Nayeon va... a quedar embarazada...

— ¿De verdad doctor? –Chaeyoung casi saltó de alegría por el tono tan alegre de su voz.

—Si Nayeon ha seguido al pie de la letra todo el tratamiento, creo que está lista para la inseminación.

— ¿Escuchaste Chaeng?, ¡vamos a tener un bebé! – escuché el sonido de las palmas de Nayeon juntarse, y un leve sollozo

—No llores cariño— sentí a Chaeyoung levantarse, supongo que para abrazarla.

—Estoy tan feliz Chaeng. No pensé que tanta felicidad podría ser verdad. Y ahora formaremos una familia. — sus palabras se entrecortaban por su feliz llanto y al igual que ella mis lágrimas también cayeron compartiendo su dicha.

Aquella muchacha volvió con mi café en mano, le di una sonrisa y se marchó. Yo solo observaba la taza mientras a mis espaldas ellas seguían hablando con el doctor, programaron la hora y el lugar a donde irán para empezar a escribir una nueva historia. Yo tomé nota mental de todo, teléfonos, dirección, nombre del médico, nombre de su secretaria, horario... todo. Y no, no voy a interponerme, todo lo contrario, ahora más que nunca necesito hacer lo que vine a hacer.

Saqué algo de dinero y lo dejé sobre la mesa con una buena propina. Podría decirse que pagué por un café de la realeza, por la cantidad que había dejado como pago. Pero eso no era lo importante en el momento. Subí dos cuadras más e inmediatamente reconocí el camino. Solo tomé el autobús azul que me llevaría a mi destino.

Chaeyoung y Nayeon tendrán un bebé... aquello no salía de mi mente, y pensar que quizá yo pude haber sido la dichosa esposa de alguna de ellas. Nayeon habría sido genial, es tan dulce y tierna, siempre preocupándose por mí, me regañaba si era necesario, cocinaba delicioso, tenía palabras cálidas en momentos duros.

Chaeyoung habría sido magnifica, ella se esfuerza por aprender todo lo que no sepa o las cosas en las que ella simplemente no sea muy buena, como la cocina. Es una chica atractiva y coqueta, bastante seductora, siempre hablándome con palabras que me erizaban hasta el último poro de la piel. Sus caricias únicas y su forma de ser me hacían sentir tan amada y tan deseada.

Ángel y DemonioWhere stories live. Discover now